TEGUCIGALPA, Honduras
Que la población hondureña no señale por situaciones de deshonra a todos los actores del partido de gobierno pidió este miércoles la candidata a diputada por Francisco Morazán, María Antonieta Mejía.
La aspirante a un puesto en el Congreso Nacional reconoció que, tras 12 años en el poder, existe un desgaste en el oficialismo, pero aseguró que no todos sus integrantes son iguales.
«No nos pueden meter en el mismo saco, no nos estigmaticen con que todos los nacionalistas somos malos», expresó en el programa Cuarto Poder.
Lamentó que se ha creado una campaña de odio y desprestigio contra el partido en el gobierno, pero enfatizó que el hecho de que una persona sea conservadora, no significa que sea mala o corrupta.
Para reforzar su pensamiento, utilizó una analogía: dijo que la situación es semejante a cualquier familia, donde siempre hay hijos buenos y malos pero duermen arropados bajo la misma cobija.
«Lo mismo ocurre en el Partido Nacional. Nos arropamos con la misma sábana y hay malos hijos de la patria», sostuvo.
Sin embargo, comentó que no es una problemática única de su agrupación, sino algo uniforme en la política nacional.
«Los de la oposición no son unos angelitos», acotó.
En cuanto a ambas partes, se refirió al efecto de la conformación de un frente opositor de cara a las elecciones generales.
Mejía aseguró que en las elecciones generales pasadas (de 2017) no hubo impacto alguno por la alianza, por lo que no tienen preocupación en esta ocasión, sino que están en búsqueda de las mejores soluciones para temas de país.
RELEVO A «LAS MOMIAS». Mejía indicó que la militancia nacional busca un cambio generacional, con rostros e ideas nuevas.
«No le apostaría a las ‘momias’ porque como electores hemos sido partícipes de que sigan en el poder porque hemos faltado a hacer incidencia política», expresó.
IGUALDAD DE GÉNERO. Además, indicó que las brechas estructurales han puesto en jaque históricamente a las mujeres y por eso se les dificulta mantenerse en política.
Empero, aseguró que ahora mismo existe un contexto de ajuste en el que las féminas deben dar un salto para sobreponerse a una cultura de injusticia social e inequidad.
