TEGUCIGALPA, Honduras
Al menos 30 personas han fallecido este año en Honduras debido a la violencia política, de acuerdo a las cifras del Observatorio de la Violencia.
La directora del organismo, Migdonia Ayestas, precisó la mañana de este lunes que ocho de las muertes se fraguaron en el marco de las elecciones primarias del 14 de marzo y las 22 restantes se han dado previo a las elecciones generales del 28 de noviembre.
Sin embargo, la cifra podría aumentar en cada momento, pues, minutos después de las declaraciones de Ayestas, se confirmó el fallecimiento del aspirante a vicealcalde liberal por Concordia, en Olancho, Darío Juárez Gallegos, tras ser atacado a disparos.
La propia experta advertía que «faltan dos semanas para culminar el proceso» y podrían registrarse más incidencias trágicas.
Las defunciones con esta connotación se han más que duplicado, pues el Observatorio solo registró 12 en el último proceso electoral, de 2017.
De hecho, cinco se dieron en el marco de los comicios primarios y siete previo a las elecciones generales.
«Es lamentable porque estas muertes violentas, en plena campaña electoral y dirigidas a líderes o actores políticos están socavando el futuro de la democracia hondureña», expresó la experta.
Precisó que en este proceso general están siendo afectados los tres partidos mayoritarios, siendo el principal blanco los integrantes del Partido Liberal y el partido Libertad y Refundación (Libre) y, en ocasiones, hasta sus familiares.
Apuntó que la situación contrasta con los comicios primarios, donde la agrupación más afectada fue el Partido Nacional, debido a que había una contienda entre ellos mismos.
Asimismo, planteó que es contraproducente la violencia ejercida, dado que los hechores -materiales e intelectuales- piensan que eliminando a sus contendores la gente votará por ellos y, más bien, se ganan se el repudio de la gente.
«Es preocupante porque el comportamiento de los activistas no abona nada la certidumbre, genera un clima polarizado y de miedo», dijo, al tiempo que señaló que los líderes políticos no tienen la madurez para dirigir un discurso con propuestas, sino con mensajes de odio.
«Tenemos que aprender a debatir con ideas. Somos vistos en el mundo como un país que no respeta ni siquiera a los ciudadanos que se postulan a cargos de elección popular», lamentó.
Calificó el escenario actual como una barbarie y lo ejemplificó diciendo que están matando a jóvenes a mansalva y acabaron con la vida de Francisco Paquito Gaitán, que hizo tanto por su municipio.
En tal sentido, hizo hincapié en que Honduras tiene un contexto sumamente violento, el peor de Centroamérica y el tercero en Latinoamérica.
Pese a lo descrito, subrayó que la gente no debe dejar de ir a votar por el miedo, sino buscar la construcción de la democracia a través del voto, ya que es necesario el recambio de autoridades en el país.
Además, hizo un llamado al cese de las agresiones y la violencia, instando a su vez a la paz.
«De lo contrario, se va a volver algo que no queremos como país», acotó.
Ayestas concluyó diciendo que la moneda está lanzada al aire y la elección está demasiado reñida como para saber quién ganará.
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