TEGUCIGALPA, Honduras
El capitán en condición de retiro y actual candidato a la presidencia, Santos Orellana, fue capturado junto a su esposa, Jennifer Bonilla, la mañana de este jueves en el aeropuerto internacional Toncontín por funcionarios de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
El Ministerio Público acusa al exmilitar de lavado de dinero en perjuicio de la economía del Estado de Honduras y lo vincula a la delincuencia organizada y al tráfico de drogas.
«Estamos viendo lo ilegal de esto. ¿Cómo es posible? Es una venganza del presidente (Juan Orlando Hernández) porque su hermano (Juan Antonio Hernández) está preso en EE.UU.», expresó Orellana al momento de su detención.
«A mí me pueden juzgar todo lo que quieran, no tengo nada que esconder», enfatizó.
NEXOS CON DELINCUENCIA ORGANIZADA. Las pesquisas de la Fiscalía indican que un testigo protegido denunció que el capitán en retiro realizaba operativos en Brus Laguna, en Gracias a Dios y al encontrar dinero o droga, no la declaraba en su totalidad, quedándose con parte de lo incautado.
La misma fuente aseguró que si había decomisos de armas, las mismas eran llevadas a un grupo delictivo de La Ceiba denominado ZIPE.
El ente acusador del Estado afirma que otros testigos involucran al detenido en la muerte de muchas personas, incluido un informante de la Agencia Antidrogas de EE.UU., (DEA, en inglés).
Además, señala que a través de escuchas telefónicas se identificó que él gestaba la entrega de drogas después de que esta fuera robada a organizaciones criminales que operan en La Mosquitia.
Igualmente, las autoridades apuntan que Orellana participó en el decomiso de vehículos donde se transportaban millonarias cantidades de dólares.
«Todo el dinero, consecutivamente, era enviado a su esposa y suegra», aseveró el MP.
ENRIQUECIMIENTO IRREGULAR. Los análisis financieros de los expertos de la Fiscalía apuntan que el presidenciable recibió de las FFAA más de dos millones y medio de lempiras en ingresos brutos y 813 mil 918 en salarios netos.
Los expertos que hicieron la evaluación aseguran que entre 2010 y 2020, Orellana y su núcleo (esposa y suegra) obtuvieron más de 238 millones de lempiras en ingresos no justificados.
«Se desconoce el origen de las transacciones en el sistema financiero y las inversiones en la adquisición de activos fijos y sociedades mercantiles», explicó el ente acusador.
Además, la investigación señala que la actividad mercantil realizada y registrada en los entes de administración de rentas no tiene coherencia con lo declarado.
En base con lo descrito, la suegra de Orellana también fue arrestada este jueves, en el occidente hondureño.
ASOMBRADOS. El representante legal de los detenidos, Salomón Amador, dijo que la defensa está sorprendida con lo ocurrido, pues ellos se habían puesto voluntariamente a las órdenes de las autoridades.
Acotó que no hubo una respuesta favorable a que los encausados estaban anuentes al proceso y más bien hubo tácticas dilatorias y posteriormente las capturas.
Precisó que Orellana y su cónyuge no tenían pensado salir del país y venían de una gira política.
Además, indicó que el cuerpo defensor ya está preparándose para la audiencia de declaración de imputado y pedirán que puedan defenderse fuera de la cárcel.
En 2016 la Embajada de EE. UU. anunció que sostenía una indagación similar al excapitán debido a supuestos vínculos con actividades de narcotráfico y corrupción.
«Los Estados Unidos no será refugio para aquellos que recurren a actividades criminales. La Embajada ha hablado de estas investigaciones con algunas personas quienes han proporcionado información importante para una investigación en proceso», manifestó la representación en un comunicado.
El excapitán ya había sido detenido el 19 de octubre de 2020 al salir de un templo religioso en el Distrito Central, pero fue rápidamente puesto en libertad.
Desde hace varios años, Orellana ha denunciado el involucramiento de militares e incluso políticos en el tráfico de drogas, quienes se aprovecharían de sus posiciones de poder para gozar de inmunidad.
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