TEGUCIGALPA, Honduras
El nombramiento de una junta interventora, liderada por la subsecretaria de Seguridad Julissa Villanueva debe combatir la corrupción y crisis que atraviesa el sistema penitenciario, consideraron expertos.
El comisionado de la Policía Nacional en condición de retiro, José Alfredo Ponce, indicó que la problemática penitenciaria desde hace muchos años, al que no se le ha dado la importancia.
“Al nombrar una comisión interventora ayudará a visibilizar la realidad del sistema penitenciario”, acotó.
Además, se refirió a la designación de Villanueva en el cargo y expuso que cuenta con la experiencia en la investigación criminal, aunque su especialidad sea la patología y no como criminóloga.
“Hay que mejorar los sistemas y controles de ingreso de los centros penitenciarios y para eso no solo se ocupa personas honestas, sino también tecnología, además de mejorar la infraestructura que está muy obsoleta”, expresó.
Destacó que aunque en el pasado gobierno algunos centros penales fueron catalogados como de máxima seguridad, estos no reúnen las características reales para dicha categoría.
“Eso no es cierto, porque no reúnen las características y se demostró el fin de semana pasado. Tiene que mejorar la infraestructura para controlar la sobrepoblación y hacinamiento. El problema más grande es el autogobierno de los privados de libertad”, dijo.
Agregó que se debe apostar por crear una ley de carrera penitenciaria donde formen agentes penitenciarios.
ELIMINAR LA CORRUPCIÓN. Por su parte, el criminólogo Gonzalo Sánchez calificó de acertado el nombramiento de Villanueva, quien tiene un gran reto que afrontar, por tanto, es necesario el apoyo de la fuerza pública.
“El problema de los centros penales proviene de 25 a 40 años. Lo primero que debe hacer es tratar de combatir la corrupción que hay a lo interno de la institución, erradicar esto de los custodios y del personal administrativo”, declaró.
Preció que las estructuras criminales pagan grandes cantidades de dinero para introducir armas y drogas, es por eso, que si se frenan estas acciones los problemas podrían disminuirse.
“Cuando uno ve que hay escáneres, cordones de seguridad y luego se suscita eso, la pregunta es ¿Quién pudo ingresar esas armas, municiones y celulares? Ciertamente debe haber algún culpable”, enfatizó.
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