TEGUCIGALPA, Honduras
Analistas políticos cuestionaron que la propuesta del titular del Legislativo, Luis Redondo, que hondureños notables acompañen la junta nominadora de magistrados, no está apegada a la Constitución.
El abogado, Raúl Pineda Alvarado expuso que la iniciativa no está apegada al verdadero procedimiento de la elección del Poder Judicial como se establece en la norma suprema.
“Si en algo estamos claros después de haber escuchado esa bien intencionada propuesta del presidente del Congreso, es que no sabe cómo se debe elegir una Corte Suprema de Justicia”, dijo.
Indicó que el objetivo es que desde la Junta Nominadora se selecciones los mejores postulantes para integrar el pleno.
“Si a mí me preguntaran a quién me gustaría integrar en la Junta Nominadora, diría que al papa Francisco o la excanciller de Alemania, Angela Merkel, pero eso es llevar las cosas al extremo y eso refleja una actitud desarraigada de la realidad y casi propia de un iluso”, ironizó.
Aseveró que hay muchos ciudadanos profesionales para participar en la selección de candidatos, pero el problema radica en que la clase política o la delincuencia organizada, que son quienes dominan el proceso, quieran hacerse a un lado.
EN DESACUERDO. Por su parte el presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Rafael Canales, aseguró que “la propuesta de Redondo no está enmarcada en la Constitución”.
Canales conoció la propuesta durante la reunión que sostuvo, el pasado lunes 11 de julio, con el jefe del hemiciclo la cual consideró que debe ser estudiada a profundidad.
“Requiere un análisis legal, la palabra notables debe ser utilizada porque no estamos en una monarquía… Si vamos a poner un representante que sea mediante una asamblea y por la junta directiva del gremio. Es una buena iniciativa pero, hay que verle todos los extremos y que no sea contraria a la Constitución», enfatizó.
Agregó que “hay una tendencia a estigmatizar a quienes pueden ser postulados a la junta nominadora de los candidatos a magistrados».
Precisó que se debe trabajar en un proceso que genere confianza en la población que tanto los miembros de la junta nominadora como los postulados sean los mejores ciudadanos, pero que no sean satanizados.
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