Venezuela: La utopía emancipadora a derrotar

EGO23 mayo, 2016

…Por Gilberto Ríos Munguía

El llamado fin de la historia de los teóricos del capitalismo se anunció al comienzo de la década de los noventas, cuando se adjudicaron el derrumbe del campo socialista, convocaron a las corporaciones a la repartición del mundo y continuaron con invasiones militares a todas la naciones huérfanas en el nuevo mundo unipolar.

Cuba –ejemplo de la dignidad de los pueblos– tenía una visión distinta de los fenómenos que aquejaban a la humanidad con el advenimiento del Neoliberalismo y el totalitarismo de Mercado, manteniendo oposición heroica al Pensamiento Único, a la propaganda imperialista y a sus agresiones. Apuntaba a la necesidad de replantear la lucha y de hacer frente al avasallamiento de los pueblos.

En el marco de una situación absolutamente desfavorable surgieron expresiones armadas de oposición en el continente en esa década; inmediatamente se vienen tres a la memoria: El intento de Golpe de Estado al régimen Neoliberal de Carlos Andrés Pérez que dirigió el Comandante Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992; el Alzamiento Zapatista del 1 de enero de 1994 contra la imposición del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y la toma militar de la embajada de Japón en Perú el 17 de diciembre de 1996 contra el régimen fascista de Alberto Fujimori.

Los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Yoel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas, Líderes del intento de golpe de Estado de 1992.
Los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Yoel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas, Líderes del intento de golpe de Estado de 1992.

No obstante los respectivos fracasos -o relativos fracasos- de estas acciones militares, en Venezuela germinó con esa acción un movimiento político de profundas raíces que rápidamente tomó simpatía y arraigo en las mayorías explotadas, marginadas y desfavorecidas del sistema de privilegios que en la patria de Bolívar habían llegado a extremos escandalosos.

El liderazgo de Hugo Chávez demostró no solamente encarnar el clamor de las mayorías venezolanas por los cambios estructurales, en pocos años se convirtió en una esperanza que cruzaba las fronteras continentales. El chavismo –ya como una nueva corriente revolucionaria– innovó un discurso y una práctica socialista latinoamericana, emancipadora, transcendental y por supuesto anti imperialista.

Ante la necesidad de garantizar los recursos para sostener la opulenta vida de los habitantes del norte, la República Bolivariana de Venezuela era en sí misma un obstáculo importante para los intereses gringos, pero además ocupaba ya desde sus inicios un mensaje de esperanza para todos los pueblos de la región; con méritos propios pero también inspirados en el triunfo y avance revolucionario en Venezuela, poco a poco en más de una década sobrevinieron la victorias populares en las urnas en muchos países del continente: Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y El Salvador.

Obama
Manifestaciones en Venezuela en contra de la intervención norteamericana.

Peor aún para el imperio y su lógica de dominación y miseria, en la medida que los procesos de independencia nacional –más que de Socialismo, propiamente hablando– y de integración regional fueron consolidándose, llegó la prosperidad económica, el desarrollo cultural, científico y el acceso generalizado a la educación y la salud.

La democracia de las minorías fue rápidamente sustituida por la democracia por las mayorías; la participación del Pueblo en los gobiernos llegó haciendo uso casi irrestricto a la norma de las instituciones y entonces las instituciones y los Estados soberanos se convirtieron inequívocamente en la principal amenaza de los intereses norteamericanos y las oligarquías lacayas.

La guerra contra Venezuela es contra su ejemplo de lucha y dignidad; es la batalla Contra Utópica como en otros tiempos lo hiciera la Colonia en contra de las rebeliones indígenas y esclavas. Es la versión moderna del desmembramiento de Tupac Amaru, del fusilamiento de la Morazán el mismo día de la independencia de Centro América, es la desaparición sistemática de jóvenes en Argentina durante la dictadura militar, es el genocidio de poblaciones indígenas en Guatemala, es el asesinato de miles de dirigentes obreros, hombres y mujeres sindicales en Colombia; es la acción ejemplificante del imperialismo a los que osan en rebelarse.

No obstante sus campañas de odio, sus tretas propagandísticas, su basura ideológica y sus métodos de cooptación, los Pueblos debaten su futuro, organizan su resistencia y se convierten en los sepultureros del viejo modelo. La historia no son ciclos pendulares de la izquierda a la derecha, son ciclos populares de abajo para arriba, en donde la razón deberá prevalecer con la fuerza de las mayorías organizadas. Hoy por hoy la República Bolivariana de Venezuela Resiste.

__________________________

11741233_756021004507984_3635416876146438531_o

Gilberto Ríos. Coordinador de relaciones internacionales en el Frente Nacional de Resistencia Popular. Secretario de la Organización Política Los Necios. Miembro activo del partido Libertad y Refundación. 

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

Derechos Reservados 2019-2021