Al menos cinco protestas se han registrado en las últimas 24 horas debido a la falta de agua y a la construcción de un proyecto habitacional que pondría en riesgo una de las fuentes de agua que abastecen al Distrito Central.
El pasado domingo vecinos del Barrio El Chile se tomaron la calle que conduce desde el centro hacia Cerro Grande por al menos dos horas, esto debido a que desde hace más de diez días no reciben agua.
“No puede ser que nos tengan así, nos toca estar comprando agua y ahora un balde cuesta el doble, les exigimos a las autoridades que nos manden el agua o haremos la toma de las calles de forma permanente”, expresó una mujer de unos 45 años que se mantenía en la toma de la calle.
De la misma forma el domingo en la noche un grupo de unos 20 habitantes del Barrio Casamata cerraron la única calle que da acceso a El Hatillo por un lapso de unos cuarenta minutos, esto en protesta igual por la falta de abastecimiento del vital líquido.
El lunes se intensificaron las protestas en al menos tres puntos de la capital, desde las seis de la mañana fueron tomadas por pobladores las carreteras a Olancho, El Hatillo y Santa Lucía.
En el kilómetro 14 en la carretera que conduce de la capital hacia Olancho desde antes de las seis de la mañana se produjo una toma, protestando por la falta de agua y la construcción de un proyecto de viviendas.
“Se están afectando las cuencas de agua por las construcciones que el Gobierno autoriza, lo que está pasando en La Tigra no lo podemos permitir, los ríos los están secando, nos viene cada diez días un poquito de agua, acá estamos protestando residentes de Los Plancitos, Casa Quemada y Carpintero”, expresó uno de los protestantes.
Una mujer de unos 30 años explicó que “es difícil, pero es una lucha con mucha voluntad, hoy tenemos un problema porque se vende a 70 el barril, el alcalde ha hecho una violación (al permitir el proyecto), porque ahí no se puede construir, esto empieza en las calles a nivel nacional”.
Lesly Xiomara Soto, Comité Pro Defensa de las Comunidades de La Tigra dijo “no podemos olvidar a Bertha Cáceres que en este país la mataron por defender el agua, bajo un tema de regularización disfrazado nos quieren afectar a todos, cuando sabemos que los que se lucran son ellos, deforestando las montañas, hemos decidido intervenir La Tigra porque es nuestra, lo vamos a hacer todos y cueste lo que cueste”.
En Santa Lucía, desde las seis de la mañana se ha mantenido tomada la carretera, en el punto donde se construye la Residencial Santa María, un complejo habitacional que según denuncias de pobladores y ambientalistas, se construye en una de las zonas de amortiguamiento del Parque Nacional La Tigra, de la cual se abastece de agua al 30 por ciento de los hogares de la capital.
“No se pueden construir residenciales en las zonas protegidas, vamos a luchar hasta que esto se pare, porque el agua es salud y el agua no es un bien, no se vende, vamos a luchar hasta que se detengan esos proyectos”, expresó uno de los protestantes.
En los tres puntos se han dado agresiones de la policía hacia los protestantes cuando les lanzan bombas lacrimógenas para esparcirlos, a lo que los protestantes contestan con piedras.
La circulación de vehículos se ha visto casi paralizada por las protestas, excepto por los pocos minutos en que la policía logra habilitar el paso hasta que de nuevo los pobladores se toman la carretera.
