PULITZER AL #METOO

EGO17 abril, 2018

Harvey Weinstein vuelve a estar en boca de todos, esta vez porque la investigación periodística que sacó a la luz el escándalo sexual en que estuvo envuelto fue merecedora del Premio Pulitzer. Tal como sucedió en octubre, cuando fue tendencia en redes sociales desatando el movimiento #MeToo, el reconocido productor de cine vuelve a ubicarse en lo más alto de los intereses de búsqueda en Internet. Sus conductas, abusos y chantajes sexuales a varias estrellas de Hollywood no se olvidan.

Este lunes se entregaron los Pulitzer, y como ganadores de la categoría al Servicio Público, donde se destacan las investigaciones que logran un gran impacto social, se encuentran los diarios The New York Times y The New Yorker por revelar uno de los escándalos más impactantes de los últimos tiempos: Weinstein, el aclamado y querido productor, uno de los hombres más poderosos en Hollywood, acosó sexualmente de varias figuras importantes, y otras desconocidas, del mundo del cine, a cambio de papeles en sus películas. Entre los nombres que figuraron como sus víctimas se encuentran Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Rose McGowan, entre otras de la misma talla.

Jodi Kantor y Megan Twohey  del New York Times y Ronan Farrow del New Yorker fueron los periodistas que recibieron el galardón “por un periodismo explosivo e impactante que expuso depredadores sexuales poderosos y adinerados, incluidas acusaciones contra uno de los productores más influyentes de Hollywood”.

El pasado mes de octubre, Kantor y Twohey revelaron el caso, mientras que ese mismo mes Farrow publicó los detalles de cómo Weinstein logró que durante décadas todo se mantuviera a la sombra.

El reconocimiento es de gran valor, en especial para Ronan Farrow, quien cuenta con razones de peso para seguir de cerca la lucha contra el acoso sexual en Hollywood: es hijo de Mia Farrow y Woody Allen. En su familia hubo varios escándalos de esta índole, como cuando Allen dejó a Mia Farrow porque estaba enamorado de Soon-Yi Previn, hija adoptiva de su entonces esposa.

“Él es mi padre casado con mi hermana. Eso me convierte en su hijo y su cuñado. Esa es una transgresión moral”, aseguró el periodista años después. Pero el evento que más marcó su vida y lo motivó a realizar esta investigación fue que Allen resultara acusado de abusar de Dilan, otra de las 10 hijas adoptivas de Farrow, cuando tenía apenas 8 años.

Las revelaciones de los periodistas alcanzaron niveles no sospechados. La actriz Alyssa Milano, conmovida por las revelaciones, fue la encargada de volver viral el lema “Me Too” o “#MeToo” (Yo también), al compartir un trino en el que escribió: “Si todas las mujeres que han sido acosadas o agredidas sexualmente hicieran un tuit con las palabras ‘Me too’ podríamos mostrar a la gente la magnitud del problema”.

Acto seguido respondió a su trino diciendo “MeToo”.

De inmediato cientos de miles de personas se expresaron en sus redes confesando que ellos también vivieron en carne propia ese monstruo, y otros simplemente solidarizándose con las víctimas. Figuras como Ellen DeGeneres, Rosario Dawson, Reese Witherspoon, Monica Lewinsky, Lady Gaga, America Ferrera y Terry Crews fueron solo unas pocas de las destacadas figuras que se pronunciaron.

Después vinieron las confesiones de Salma Hayek en su columna “Mi monstruo, Harvey Weinstein”. También lo hizo Uma Thurman, así como las senadoras de Estados Unidos Heidi Heitkamp, Mazie Hirono, Claire McCaskill y Elizabeth Warren.

#MeToo fue tendencia mundial por varios meses y tuvo sus versiones en árabe, francés, catalán, español, mandarín, coreano, finlandés, italiano, hebreo, japonés, noruego, ruso y vasco. En todos estos idiomas también fue tendencia.

La labor periodística que desató polémica reveló un escándalo y puso en la palestra pública un tema del que poco se había hablado hasta entonces. La investigación de Kantor, Twohey y Farrow permitió que hombres y mujeres alrededor del mundo se atrevieran a confesar que fueron víctimas de abuso sexual, un acto de violencia que a menudo es escondido por la vergüenza de sus víctimas.

Ante esta noticia el término Pulitzer se volvió tendencia a nivel mundial. Muchos internautas aplaudieron la decisión, mientras que otros cuestionaron la misma al considerar que lo que se destapó fue un secreto a voces, algo que se sabía desde hace décadas, restando méritos a la investigación. Otros, en cambio aplaudieron a los galardonados.

Fuente: KienyKe.com

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