PARTIDO LIBERAL, ¿EL GIGANTE QUE RENACE?

EGO9 octubre, 2016

 El Partido Liberal de Honduras, la más antigua institución política de la nación, se enfrenta a un nuevo proceso electoral lleno de particularidades. Quienes suponen que la institución está políticamente vencida, olvidan que la gran historia de los partidos políticos del país —la formación del Partido Nacional, por ejemplo—, se ha construido sobre la división y crisis que el Partido Liberal ha experimentado desde su fundación.

El Partido Liberal sufrió tres grandes crisis (1903, 1963 y 2009). De las primeras dos salió avante, de la última, ocurrida en 2009, no acaba de recuperarse todavía, aunque ya da serios visos de recuperación.

Como es sabido, este contexto de particularidades en la escena política nacional fue provocado por la ruptura de las estructuras internas de la institución durante el gobierno de José Manuel Rosales, por las confrontaciones entre éste y el entonces Presidente del Congreso Nacional de República, el también liberal Roberto Micheletti Baín.

Dichas pugnas, propiciadas por las desavenencias ideológicas y políticas entre las bases del partido (totalmente conservadoras) y el proyecto continuista del gobierno del Poder Ciudadano liderado por Zelaya y Patricia Rodas, concluyeron en un hito histórico perturbador: el Golpe de Estado del 2009.

96995-050-ad5a52d2Manuel Zelaya, en la toma de posesión de su gobierno.

En realidad, como ya hemos expuesto en nuestro artículo Imponer democracia, el gran perdedor del Golpe de Estado de 2009 no fue ni siquiera el ex-Presidente Zelaya —a quien sólo restaban seis meses de gobierno—, sino el joven candidato presidencial de los liberales, Elvin Santos, quien se proyectaba con un amplio margen de popularidad y posibilidad para alcanzar la Presidencia de la nación, frente al candidato nacionalista Porfirio Lobo.

El Partido Liberal quedó profundamente dividido y debilitado desde entonces, pasando de ser una de las dos fuerzas políticas más pujantes e históricamente protagonistas —de hecho era el partido con mayor número de militantes —, a un partido tambaleante, vetusto, sin proyección ganadora y relegado a la tercera posición en la lucha política nacional.

El 22 de agosto de este año, en un conversatorio realizado entre los simpatizantes del Partido LIBRE y su líder Manuel Zelaya, desarrollado en el Pedregal y cubierto por El Pulso, Zelaya manifestó:

«Sé que hay medios de comunicación, particularmente un periódico digital, que está haciendo una campaña en contra del gobierno del Poder Ciudadano, de la Cuarta Urna y del Partido LIBRE. Pero les digo que el proyecto de la Cuarta Urna era un proyecto totalmente legítimo que buscaba darle a los hondureños una Constitución que se correspondiera con su situación y necesidades actuales. También dicen que LIBRE es un partido nacido de la Resistencia, pero no es así; LIBRE es un proyecto surgido de la lucha emprendida desde antes del Golpe de Estado».

libertad-y-refundacionConcentración del Partido LIBRE.

En una cosa no se equivocó Zelaya: LIBRE no nació de la Resistencia (el FNRP), sino de la nueva división del Partido Liberal. ¿Por qué decimos nueva división?, lo explicamos a continuación.

BREVE EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN HONDURAS.

Desde la Independencia del territorio hondureño del Imperio español, dos fuerzas políticas se enfrentaron por el poder del Estado. Por un lado estaban los conservadores que buscaban continuar con el statu quo y el modelo administrativo establecido por la Corona durante el periodo colonial; por otra parte, estaban los conservadores liberales influenciados por las ideas de la Ilustración encarnadas en el General Francisco Morazán. Ambas partes sostuvieron una prolongada pugna por el poder que se tradujo en la imposición del Caudillismo implantado en toda América Latina (Reiko Tateiwa. El caudillismo y sus interpretaciones: un análisis sobre un fenómeno común de la historia de América Latina en el siglo XX).

No podemos afirmar ligeramente que durante el siglo XIX —cuando menos hasta la llegada del Estado capitalista liberal en 1876—, existiera una corriente política abiertamente liberal. De hecho, lo que existió antes del gobierno de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, incluso durante la época de Morazán, no fue una clase política liberal (mucho menos un Estado Liberal), sino justamente el intento por establecer en el país las ideas liberales que desde siglo XVIII habían cambiado los modelos políticos y económicos de los europeos.

urlImagen de un altorrelieve que representa la Batalla de La Trinidad.

Aun cuando los gobiernos de Morazán nos legaron importantísimas conquistas, como la separación de la Iglesia y el Estado, el Estado laico, la libertad de culto, la supresión del diezmo, el matrimonio civil, la educación popular, etc., la mayoría de esas conquistas no permaneció en la estructura administrativa del Estado ni tomó arraigo en los imaginarios sociales, pues las mismas fueron derogadas con el restablecimiento de las leyes coloniales, parcialmente impuestas en el gobierno de Francisco Ferrera (1841-1845), después de la muerte de Morazán (Porfirio Pérez (2001). Estructura económica de Honduras: gobierno del general Francisco Ferrera (1840-1841).

La división de la Iglesia y el Estado, una máxima del Estado Liberal, sólo se logró en Honduras con el gobierno reformista de Soto. No obstante, en pleno siglo XXI, el Estado laico, así como el Estado civil, siguen siendo cuestiones solamente teóricas, pues Honduras sigue siendo un Estado profundamente religioso y militarizado.

El Partido Liberal de Honduras nació como tal el 5 de febrero de 1891 —aunque ya había sido proclamado en 1874 con Céleo Arias—, y fue organizado por el líder progresista Policarpo Bonilla, quien, una vez culminado el gobierno de Luis Bográn, encausó una serie de batallas por el poder de la República, en contra del gobierno de Domingo Vázquez.

policarpo-bonillaPolicarpo Bonilla, en su juventud.

El Partido Liberal de Honduras se formó al amparo de la oligarquía cafetalera y hacendada que se había impuesto a la vieja élite de corte colonial (Torres Rivas, 2011), y al amparo del periodo de las Reformas Liberales que se habían producido en muchos de los países hispanohablantes, principalmente de la Reforma Liberal liderada por Benito Juárez en México entre 1855 y 1863, y la “Revolución Liberal” impulsada en Guatemala por Justo Rufino Barrios y Miguel García Granados en 1871 (Molina Chocano, Guillermo. Estado Liberal y desarrollo capitalista en Honduras, 1985).

A comienzos del siglo XX, casi a partir del gobierno de Terencio Sierra (1899-1903), el liberalismo se había impuesto en Honduras como la ruta a seguir para el progreso y desarrollo el Estado.

Si bien es cierto, con ese modelo liberal de gobierno Honduras se abrió un espacio en el mercado internacional, también comenzó la época del entreguismo nacional, la cual consistió en concesionar los recursos naturales y mal vender la fuerza laboral del territorio. Así sucedió en los gobiernos de Manuel Bonilla, Miguel R. Dávila y Francisco Bertrand principalmente, quienes otorgaron sendas concesiones a los inversionistas estadounidenses de las minerías y las plantaciones bananeras.

No quiere decir sin embargo que esto no se había dado con anterioridad, pues desde el gobierno de la Reforma, las concesiones mineras ya habían comenzado en la Yuscaran Mining Company y la Rosario Mining Company.

DIVISIONES Y CRISIS DEL PARTIDO LIBERAL EN EL SIGLO XX.

20141215092948-76a547e4-meManuel Bonilla, fundador del Partido Nacional de Honduras.

Desde su fundación en 1891, el Partido Liberal no sólo ha tenido diversas crisis y divisiones internas, también, de muchas formas, es un partido que ha vivido en “crisis”.

En 1903, la guerra entre Manuel Bonilla y Juan Ángel Arias (ambos liberales) por el control del gobierno, desencadenó en su primera gran ruptura. Manuel Bonilla había desertado en 1895 de la institución fundada por Policarpo Bonilla, pero permaneció de cierta forma en el ambiente liberal, fundando el Partido La Democracia (1901-1903).

En 1902 decretó la fundación del Partido Nacional de Honduras, a pesar que éste sólo se institucionalizó oficialmente en 1922 con Alberto Membreño y Tiburcio Carías principalmente (William Stokes. Lecturas para la historia de Honduras, “Evolución de los partidos políticos en Honduras”).

Cuando decimos que el Partido Liberal es un Partido en permanente crisis, nos referimos al hecho concreto de que, desde la fundación del Partido Nacional, con disidencia de los liberales, éstos quedaron prácticamente relegados a la oposición.

Desde 1903 hasta la llegada de la Época Democrática en 1982, el Partido Nacional se mantuvo en el poder casi ininterrumpidamente. Durante todo ese tiempo, los liberales contaron solamente con cuatro gobiernos, que en realidad diferían muy poco de los gobiernos nacionalistas, con excepción del gobierno de Ramón Villeda: Miguel R. Dávila (1907-1911), Rafael López Gutiérrez (1920-1924), Vicente Mejía Colindres (1929-1933), y Ramón Villeda Morales (1957-1963).

A finales de la administración de Villeda Morales, se dio la segunda gran crisis del liberalismo.

tunel-5-770x470Oswaldo López Arellano, Modesto Rodas Alvarado y Ramón Villeda Morales.

En 1957 el gobierno liberal de Villeda Morales y Rodas Alvarado otorgó la autonomía a la Fuerzas Armadas. Esto provocó severas lesiones al orden civil. Como respuesta, el gobierno procedió a la creación de una Guardia Civil. En la entrevista concedida a El Pulso, en historiador Omar Talavera consideró:

«Dadas las circunstancias del momento, la posibilidad de un golpe de Estado y el intento del mismo en 1959 por Velásquez Cerrato, conllevó a la creación de la Guardia Civil como instrumento al servicio del Ejecutivo, lo que significó una “puñalada” para las Fuerzas Armadas. Esto produjo el distanciamiento entre número uno de la institución castrense, Oswaldo López Arellano, y el Presidente del Congreso Nacional Modesto Rodas Alvarado. Allí comenzó a fraguarse el golpe de Estado consumado en 1963».

Esta segunda crisis del Partido Liberal lo distanció nuevamente del poder desde 1963 hasta 1982, cuando se inauguró el gobierno de Roberto Suazo Córdova. En ese momento, la institución experimentó un cambio positivo, pues se puso a la cabeza de las contiendas electorales.

Desde el inicio de la Época Democrática hasta el gobierno de Manuel Zelaya, cinco de los siete gobiernos transcurridos hasta ese momento fueron liberales, tendencia que cambió con el Golpe de Estado (su tercera gran crisis).

Hoy día, en la democracia novísima iniciada en 2010, el Partido Nacional ha gobernado dos periodos consecutivos (Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández), y basados en los actuales acontecimientos —el control de los tres Poderes del Estado y los poderes fácticos—, todo parece indicar que se reelegirá.

EL PARTIDO LIBERAL FRENTE A LAS ELECCIONES DE NOVIEMBRE DEL 2017.

gabriela-nunez-770x469Gabriela Núñez puede presentarse como la candidata presidencial del Partido Liberal para la comicios del 2017.

Al inicio de la presente legislatura, la división de las bancadas en el Congreso Nacional se distribuían de la siguiente manera: el Partido Nacional tenía 48 Diputados; el Partido LIBRE 37; el Partido Liberal 27; la Democracia Cristiana 1; el Partido Innovación y Unidad 1; y Unificación Democrática 1.

A poco de cumplirse los tres años de legislatura, la movilidad de las estructuras partidarias en notable. El Partido Nacional cuenta con 49 Diputados; el Partido Liberal con 30, el Partido LIBRE con 29; la Democracia Cristiana no cuenta con ninguno; el PINU con 1; y Unificación Democrática con uno (El Heraldo, 3/10/2016).

Como puede observarse, el gran perdedor del ruedo político en los últimos tres años es el Partido Libre, que ha perdido 8 Diputados. El Partido Liberal se repone favorablemente al posicionarse nuevamente como segunda fuerza política con 30 Diputados.

Parece que el gran ganador de todos es el Diputado Augusto Cruz Asencio, quien llegó al Congreso Nacional como único representante de la Democracia Cristiana —fundada también con disidencia del PL y el PN—, y quien no sólo ha dado el “tiro de gracia” a esa institución política, también está terminando el 2016 con su propia institución, el Partido Vamos, que sin acudir todavía a una elección, cuenta ya con 4 Diputados, producto de la disidencia de otros.

partido-vamosAugusto Cruz Asencio (centro), fundador del Partido Vamos.

Los partidos Unificación Democrática, Democracia Cristiana (ya fenecida) y PINU, tenderán a la desaparición.

El Partido Liberal de Honduras vuelve a la carga como segunda fuerza política, y demuestra de nueva cuenta que es una institución para tener en cuenta, y que por tanto no se la puede dar por terminada. Queda claro que para esta contienda, el liberalismo no busca la Presidencia del país, lo que explica la declinación de Elvin Santos para aceptar su nominación como presidenciable del partido.

El Partido Liberal tiene en su agenda inmediata dos cuestiones puntuales: la reestructuración interna del Partido y el debilitamiento de LIBRE. Por ahora, ambas cosas parecen funcionar puntualmente.

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