Las internas de Libre y sus riesgos

EGO29 octubre, 2016

Por René Alfaro.

Este 30 de octubre, el partido Libertad y Refundación tiene programado celebrar elecciones internas para escoger a las autoridades de nivel nacional, en este proceso se elegirán: 24 miembros de la coordinación nacional, sin contar el coordinador que por consenso ocupará nuevamente José Manuel Zelaya, 18 coordinaciones departamentales, 298 coordinaciones municipales, delegados a la asamblea nacional, departamental, municipal.

En total, en esta justa electoral se escogerán 6740 cargos, en 3570 urnas, distribuidas en  3073 centros electorales, que de voz del actual jerarca  y desde ya reelecto, se esperan  150 mil votantes.

En los últimos 36 años, la historia  registra un único proceso de elecciones internas partidarias, por separado de las primarias, tal situación ocurrió a mediados de la década de los 80’s del siglo pasado, cuando el Partido Liberal de Honduras, dispuso practicar la selección de sus autoridades por apartado del proceso de elección de sus representantes para el proceso general.

Por tal razón, la iniciativa del coordinador de libre de sumergirse a un proyecto de tal envergadura, el cual fue respaldado por la mayoría de los miembros de la coordinación nacional el pasado 28 de abril del corriente año, con excepción de tres votos en contra y una abstención,  conlleva altos riesgos dentro del novel instituto político.

El camino para llegar hasta el día “D” como se suele llamar a estos procesos, ha tenido un recorrido relativamente fácil, el notable tropiezo fue la polémica papeleta donde se pretendía consultar a los electores si habilitaban al “comandante vaquero” -como lo bautizara el extinto presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías- para enfrentarse a Juan Orlando Hernández Alvarado en caso que este último se inscribiera como candidato presidencial.

La empecinada decisión de introducir esa “cuarta urna” quinta en la práctica, encendió las alarmas de aquellos que se oponen a la reelección presidencial, propiciando que los señalamientos de uno y otro lado no se hicieran esperar, es así que un sector comenzó a marcar de “vendidos” y “traidores” a los opositores de la participación de Zelaya en la elecciones del último domingo de noviembre de 2017 y de la otra parte surgieron indicaciones de contubernios con  JOH.

Pero ese escollo se libró, cuando el expresidente decidió retirar la pregunta y la sustituyó por una que se convierte en irrelevante, ya que forma parte de la propuesta de la institución política que propone el socialismo democrático y la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente.

Pero, ¿Qué riesgos corre libre este 30 de octubre?, ¿Fortalecerá o debilitará la imagen y la institucionalidad interna este evento democrático?, esas y otras interrogantes pueden saltar en la mente de los lectores y de la militancia de la bandera roja con la estrella al centro. Señalaré algunos peligros  que representa la justa de este domingo

Nueve son los movimientos que se inscribieron en total, estos son: a) Fuerza de Refundación Popular (FRP), b) Somos más, c) Pueblo Libre, d) Pueblo Organizado en Resistencia (POR), e) Movimiento Patria Incluyente y Soberana (PAÍS) f) Movimiento M28, g) Avancemos, h) Movimiento 5 de julio e i) Fuerza y Esperanza (FE), este último sumido en una profunda división que lo tiene fraccionado en tres partes y donde se han presentado renuncias para la participación, como el caso de la Secretaría de la Juventud que encabezaba Miroslava Cerpas.

Al indagar sobre la cantidad de planillas municipales individuales que cada uno de los mencionados en el párrafo anterior presentaron, se encuentra que la mayoría de las corrientes no lograron aglutinar el mínimo exigido por La Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, que son 150 municipalidades y 10 departamentos, fue  mediante la flexibilidad y la figura de los consensos que posibilitó que aquellas agrupaciones políticas débiles y sin estructuras formaran parte de la “fiesta electoral”

Las  nueve tendencias políticas participantes, más el Movimiento de Renovación Partidaria (MRP) que decidió quedarse al margen, hasta el momento, trasmite una aparente señal de pujanza a lo íntimo de la principal agrupación de oposición al régimen.

Pero una vez que sean sometidas al examen del TSE para su inscripción en las elecciones primarias de marzo del año entrante, propiciará que un significativo número de estas no logren pasar el escrutinio del máximo tribunal  electoral, lo que será aprovechado por la maquinaria propagandística del oficialismo, para “vender” la idea de decadencia y debilidad en el llamado brazo político del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

Los grupos internos en este momento están concentrados en dos actividades paralelas, por un lado, buscan votos, capacitan gente para las mesas, preparan material de propaganda, organizan transporte y alimentación de los colaboradores del evento de este domingo y por el otro, recolectan firmas, buscan constancias de vecindad e intentan cumplir con el mayor número de planillas municipales y de diputados. Esto genera estrés, agotamiento y la posibilidad de quedarse en el camino y no cumplir los requerimientos mínimos de la norma electoral.

Al no existir un comparativo para medir el éxito o fracaso de un sufragio interno previo, como el que se llevará acabo, inevitablemente los “analistas” afines al “juanorlandismo” utilizarán como referencia las cifras de las primarias de 2012, el cual fue de: 594,531 votos o peor aún, las marcas conseguidas en el nivel presidencial de las votaciones generales de 2013, que llegó a 896,498 voluntades que apoyaban a Xiomara Castro; con lo que buscarán manipular a la ciudadanía para hacer creer que la segunda fuerza política del país sucumbe y ya no es opción de poder.

Por si fuera poco, sin abrirse ningún centro electoral, surgen denuncias de intentos de la utilización de prácticas fraudulentas fraudes, tales como: la compra o tráfico de credenciales, la arbitraria disminución de urnas en algunas ciudades, donde los movimientos endebles no pueden cubrir la totalidad asignada previamente; la visita a dirigentes de otros partidos pidiendo les “presten” el voto y así sacar alguna ventaja frente al resto de los contendores, lo que de materializarse profundizará heridas y conflictos internos.

Sumado a lo anterior, hay un desgaste económico extra, en vista que libre se someterá en un lapso de un año a tres votaciones, las internas, primarias y generales, mientras que los nacionalistas con unas robustas finanzas, el Partido Anticorrupción y los liberales solo enfrentaran dos.

Para sortear todos estos obstáculos y ante el vacío legal ocasionado por el cambio de fecha de las elecciones primarias, libre debió convocar a  los delegados a la  Asamblea Nacional para instaurar como  fecha de la toma de posesión de sus autoridades para el mes de marzo de cada cuatro años, prolongar de manera excepcional y  transitoria el mandato de cada uno de los cargos de dirección del partido y desarrollar las referendos internos y de elección popular de forma simultánea, tal como lo hacen los “cheles” y “cachuelos”.

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René Alfaro, Director del foro «OJO CRÍTICO».

 

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