El presidente Donald Trump anunció el martes que había elegido a la directora adjunta de la CIA, Gina Haspel, para dirigir la agencia, mientras que su jefe, Mike Pompeo, reemplazaría al secretario de Estado, Rex Tillerson.
El legado de Haspel está marcado por su tiempo a cargo de uno de los programas más controvertidos de la CIA: la tortura de sospechosos de terrorismo en la temprana lucha contra Al Qaeda durante el gobierno de George W. Bush.
Trabajando como oficial clandestino en Tailandia en 2002, Haspel habría participado en los interrogatorios de dos sospechosos, Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, según informaron varios medios el año pasado. Los métodos utilizados contra los hombres incluyeron el submarino, Abu Zubaydah fue interrogado 83 veces en un mes, hasta el punto en que los médicos tuvieron que revivirlo una vez. Según reportes, el detenido fue golpeando en su cabeza contra las paredes al punto que perdió la vista en un ojo.
Las sesiones de tortura fueron grabadas en video, y Haspel también supuestamente jugó un papel en la destrucción de las cintas en 2005. La CIA ha disputado esto, diciendo que la decisión recayó en el jefe de Haspel en ese momento, José Rodríguez.
Agentes de la CIA torturaron a sospechosos de terrorismo en sitios secretos de todo el mundo hasta que el ex presidente Barack Obama terminó la práctica mediante una orden ejecutiva en 2009.
«Los antecedentes de Haspel la hacen inadecuada para servir como directora de la CIA «, dijo el senador Ron Wyden (D-Ore.) En un comunicado el martes. «Su nominación debe incluir una transparencia total sobre este trasfondo, que pedí hace más de un año cuando fue nombrada vicedirectora. Si la Sra. Haspel busca servir en los más altos niveles de inteligencia de los EE. UU., El gobierno ya no puede encubrir hechos perturbadores de su pasado».
El senador John McCain (R-Ariz.) También expresó escepticismo sobre Haspel, dado su origen. «Sra. Haspel necesita explicar la naturaleza y el alcance de su participación en el programa de interrogatorios de la CIA durante el proceso de confirmación», dijo.
La senadora Dianne Feinstein (D-Calif.), quien bloqueó el ascenso de Haspel como directora interina del servicio clandestino de la agencia en 2013 por su participación en el programa de tortura, se rehusó a dejar clara su posición el martes.
«Bueno, he pasado tiempo con ella, hemos cenado juntos, hemos hablado … todo lo que sé es que ha sido una buena subdirectora de la CIA», dijo Feinstein. «Creo que con suerte toda la organización aprendió algo del llamado programa de interrogatorio mejorado. Creo que es algo que no puede ser olvidado. Y ciertamente nunca puedo olvidarlo. Y no dejaré que ningún director lo olvide».
Varios demócratas del Congreso también rechazaron la nominación de Haspel al subdirector el año pasado.
«Estoy especialmente preocupado por los informes de que este individuo participó en la destrucción no autorizada de cintas de interrogación de la CIA, que documentaron el uso de tortura de la CIA contra dos detenidos por la CIA», dijo el senador Sheldon Whitehouse (D-R.I.) en febrero pasado. «Mis colegas, los senadores Wyden y Heinrich han declarado que la información clasificada detalla por qué el subdirector recién nombrado es ‘inadecuado’ para el puesto y ha solicitado que esta información sea desclasificada. Me uno a su solicitud «.
Un portavoz de la CIA dijo que la historia estaba mal, pero no hizo más comentarios.
La probable promoción de Haspel refleja el enfoque permisivo de Pompeo y Trump hacia la tortura. Trump ha dicho que quiere reusar el waterboarding. Pompeo dijo que consideraría reinstalarlo, aunque no podía imaginar que Trump se lo pidiera.
Esta publicación se ha actualizado con declaraciones de Feinstein, McCain y Wyden, así como comentarios de la CIA.
Igor Bobic contribuyó con los informes. huffingtonpost.com
