Guadalupe Ruelas, director de Casa Alianza Honduras, manifestó en entrevista a este medio que el gobierno ha perdido la capacidad de hacer cambios en su agenda, la del gobierno y la de los políticos está reducida a lo electoral, no a la política pública.
Según Ruela, como resultado después de 8 años del gobierno del Partido Nacional Honduras tiene un montón de niñas y niños enterrados, un montón niñas y niños huyendo de la violencia, alrededor de 15 mil niños y niñas viviendo en la calle, más de un millón de niños fuera de la escuela, es cierto que estas condiciones vienen desde hace mucho tiempo, pero cada gobierno está obligado a resolverlo y ningún otro gobierno ha tenido tanto recurso financiero para luchar contra la violencia. No se ha hecho lo necesario, se ha gastado en contratos de tecnología, de propaganda, de militarización, pero no se ha hecho nada por la prevención, rehabilitación, reconstrucción del tejido social, por eso seguimos sufriendo las consecuencias de la violencia.
Los temas más dolorosos para mi, afirma Ruela, son que los niños se ilusionan cuando van a la escuela porque les compran la mochila, el cuaderno, el uniforme, los zapatos. Pensar que hay un millón de niños que no pueden cumplir con esa ilusión, me desgarra el alma y es una cosa que yo la sufro en el corazón, sobre todo porque se tienen los recursos para darles educación, ver niños que reciben clases sentados en bloques de concreto, mientras los funcionarios están con aire acondicionado y carros blindados.
Para Ruelas, hemos perdido la prioridad en el país, compara la realidad nacional con la de un padre que se da la gran vida y a sus hijos los tiene en la miseria. Pero es el gobierno que tenemos que se da la gran vida y los niños pobres están buscando comida entre la basura, dice, recordando como el otro día se encontró con un niño que buscaba un jarabe entre la basura, cuando debía estar en la escuela.
Niños campesinos que en vez de estar en la escuela están trabajando, manejando agroquímicos. Qué hace falta para voltear a ver la niñez invertir los recursos y abrir más escuelas, darles cuadernos, qué falta? Solo la voluntad porque se tienen los recursos.
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La militarización de los centros educativos es como pensar que una peluca va evitar la caída del cabello, afirma el director de Casa Alianza, los militares pueden disuadir, pero no pueden prevenir y disuadir significa que si el criminal ve un militar en ese momento no va cometer el delito, pero no significa que después no lo vaya hacer, por eso “necesitamos hacer prevención, necesitamos hacer rehabilitación de la violencia, reconstruir el tejido social, recuperar el espacio público, mediante el arte, la cultura, el deporte, se gastaría menos dinero en perseguir delincuentes, porque la gente va estar integrada en actividades productivas y positivas.
En Honduras se requiere de terapia grupal, que movilice toda la dinámica de la escuela: se va jugar fútbol, se tiene que ver como un equipo coopera, cómo se compite sanamente, qué valores sostienen este deporte, si van hacer exámenes, ver cómo se trabaja en grupo para conocimiento general, se tienen que cambiar las metodologías para generar capacidades y herramientas para la cooperación, la solidaridad y la paz.
En este momento las actividades escolares promueven el individualismo, competencia insana, los alumnos no se conocen eso genera entre ellos desconfianza, es necesario un cambio en el sistema educativo.
La situación es grave, el mismo gobierno informa que 21 colegios, solo en la capital y 42 a nivel nacional están controlados por maras y pandillas y públicamente se conoce que colegios privados han tenido que cerrar porque no resisten la extorsión de las pandillas.
Tenemos información de colegios privados donde su transporte está siendo extorsionado, no les permiten a los conductores expresarlo por temor a perder clientes, se ha orientado a estas personas para que lo denuncien, creo que lo han hecho. La violencia ha llegado hasta los colegios porque se ha dejado llegar hasta ahí, no hemos hecho lo suficiente, es fácil echarle la culpa a los criminales, pero antes que los criminales empezaran a actuar y tener poder, nosotros no hicimos la tarea de prevención en barrios y colonias, preferimos como Estado gastar en militares, en propaganda con falsas estadísticas en vez de atacar el problema real.
¿Se le está dándo al problema de las maras y pandillas la dimensión mediática falsa?
Es un manejo electoral del tema, pero quien ha fracasado en materia de seguridad es el gobierno, a pocos meses de las elecciones el gobierno lo que anda buscando son culpables, chivos expiatorios, no se debe dudar que las maras o pandillas son ejecutoras de violencia, pero no lo serían si tuviéramos un gobierno eficiente para prevenir y reprimir el delito.
