La violencia a nivel nacional para el sicólogo, Augusto Aguilar es un síntoma, una forma de como un grupo de personas se manifestó de forma primitiva y lo grave -considera el- es que es un indicador y esos “actos agresivos, hostiles y despiadados” se están dando continuamente y representa un cultura de la violencia que en los últimos años ha aumentado en el país.
La falta de valores contribuye a la agresividad que se refleja en la calle, en el tráfico, falta una cultura de respeto dice y asegura que estamos en una situación difícil.
Esto es un efecto, la causa es la crisis de valores, la pobreza, falta de oportunidades, desempleo, todo eso de alguna manera ha logrado cuajar en la cultura de la violencia, que no solo se refleja en el deporte, pero en este tipo de eventos se materializa por la rivalidad entre los grupos de barras que apoyan a los equipos. Considera Aguilar.
Para Aguilar parte de la solución sería combatir la corrupción y mejorar los sistema de selección de funcionarios y reforzar los sectores salud y educación.
Por otra parte, para el criminólogo, Carlos Padilla, la violencia generalizada, la falta de trabajo y seguridad social son “el caldo de cultivo” para generar violencia.
Padilla considera que estos actos no son justificables y dice que existe un error en el abordaje mediático en buscar la culpabilidad de la Policía Nacional por la falta anillos de seguridad, atribuye los hechos a un “comportamiento directamente personal de los ejecutores”, porque son personas alienadas mental y emocionalmente que llegan al Estadio Nacional con planes preconcebidos para generar violencia.
También la conducta respondería al uso de drogas y alcohol y agrega que hay una hipótesis de que las barras han sido infiltradas por las pandillas y eso, para Padilla es una responsabilidad compartida de la Liga Nacional como de los dueños de los equipos, los que tienen establecer medidas y políticas de control para crear el filtro de quien puede o no pertenecer a una barra.
Padilla considera que estos hechos no pueden hacer desatender la situación del país, como la corrupción y políticos vinculados al narcotráfico que están siendo juzgados en los Estados Unidos.
