«ELLOS PENSARON QUE EL PODER CIUDADANO ERA SOLO UN CINTILLO DE CAMPAÑA», ENTREVISTA A CARLOS EDUARDO REINA

ALG10 junio, 2019

Carlos Eduardo Reina, hijo de Jorge Arturo Reina, viene de una de estirpe Liberal. Su tío, Carlos Roberto Reina fue presidente de Honduras (1994-1998). Estuvo casado con la Lizzie Flores, hija del también expresidente Carlos Flores Facusse (1998-2002). Desde muy joven se involucra en la vida política si bien nunca ha ocupado un puesto en el gobierno. Fue durante la campaña de la Cuarta Urna que comienza a aparecer cerca del presidente Zelaya. Actualmente es una de las figuras más fuertes dentro del Partido Libre.

Para la entrevista nos reunimos en el hotel Plaza Juan Carlos en Tegucigalpa. Ameno y expresivo, no duda en defender a Zelaya tanto en su administración como en el manejo de la crisis y ahora en el liderazgo del partido Libre.

«El gobierno de Manuel Zelaya no necesitaba ganar legitimidad en 2006, porque ya había sido electo. La legitimidad se la dio el pueblo. El que haya incorporado a todos los jefes de corrientes en su primer año de administración fue un gesto de reconocimiento y lealtad al partido y a las corrientes que le dieron vida en ese momento. En algunos casos no salió bien, en otros sí. Pero él le cumplió al partido para querer hacer un gobierno claramente identificado con el partido y evitar así tener desde lo interno del Partido Liberal, una trinchera abierta.

Sonó mucho en ese tiempo que el candidato de Carlos Flores era primero Gabriela, luego comenzaron a aparecer los sondeos de opinión que presentaban a Rafael Ferrari como un candidato invencible al interior del partido. Pero Mel derrotó eso con alianzas departamentales. Logró configurar una estructura interna del PL sin la cual ninguna opción popular podría tener éxito real, ya que la estructura es la que lleva  la gente a votar y te cuida los votos. Esa fue la ventaja de Mel, no fue las encuestas, sino el trabajo que hizo día a día.

Mel venía del rodismo, él no era extraño a esa estructura. El papá de Mel era muy amigo de Rodas Alvarado y si te fijas en la participación política de Mel, primero participó con Azcona, luego con Montoya y luego con Reina, después con Carlos Flores. El único de esos cuatro que no había sido rodista era Beto Reina, o sea que Mel conocía muy bien las estructuras del rodismo en el Partido Liberal. Mel mantuvo una relación buena con Carlos Flores hasta los albores del golpe de Estado.

Manuel Zelaya es un hombre que no se deja imponer yugos. Él logró navegar la política hondureña hasta alcanzar la presidencia entendiendo la realidad que había en el momento, pero no dispuesto a ser sometido por ella. Mel anunció el poder ciudadano mucho antes que llegara a ser presidente y es la misma línea que hoy tenemos en Libre, la participación de la gente, organizarla, que las decisiones se tomen con participación popular. Lo que pasa es que los líderes liberales de aquella época pensaron que era un cintillo más de campaña, que no valía nada y allí se equivocaron, Mel lo hizo valer y allí surgió la discusión ideológica sobre el tema. ¿Pero quién no recuerda la campaña de Mel, que era el Poder Ciudadano? Y así se le denominó a su gobierno cuando ganó las elecciones, el gobierno del poder ciudadano que no es otra cosa que la construcción del socialismo democrático.

Yo recuerdo a Mel al inicio de su carrera política como una esponja. Se iba a pasar horas a los laureles a hablar con mi papá y escuchar. Eso habrá sido en el 86, tenía 35 años, Mel. Había una buena relación familiar con mi padre producto del parentesco que había entre el papá de Mel y la mamá de mi Papá, la abuela Marina, quien venía siendo tía del papá de Mel. Con quién mejor tenía relación el papá de Mel era con mi tío Mario, eran de la misma edad, fueron socios, mi tío construyó la calle de Catacamas a Culmí y el papá de Mel era el encargado de la Obra.

Mel vino a Tegucigalpa a aprender.

Muchos dicen es que el FHIS le dio la presidencia a Mel. Yo contesto, en el FHIS pasaron varios ministros y ninguno fue presidente, solo Mel. Fue porque él supo hacer una gestión eficiente. Fue capaz de inaugurar dos obras al día durante fue ministro, escuelas y centro de salud. Escuelas que son ahora la base del sistema educativo de Honduras.

Detalles de su gestión de diputado no los conozco, pero sí recuerdo hechos específicos, por ejemplo, Mel fue el único diputado que se opuso y denunció la presencia de la Contra en el territorio nacional. Era el único que lo hacía. Antes que él habían hecho la misma denuncia los hermanos Reina. De allí nadie más.

Mel logró en su gobierno resolver la más grande crisis que era la de los maestros, que fue una bomba fiscal heredada desde el gobierno de Maduro. Dice Maduro que él dejó las cuentas bien, pero no pagó las cuentas. No pagó a los maestros su estatuto.

El día de la toma de posesión del presidente Zelaya, él anuncia que negociará con las petroleras una nueva fórmula de pago. Allí se inicia una guerra. Primero se hizo la licitación que ganó Conoco, cuando iba a iniciar se necesitaban los tanques, pero no se los quisieron alquilar. Hay un procedimiento mediante el cual el estado puede usarlo, pero fue boicoteado por la Corte Suprema; luego contrató a Meyerin para cambiar la fórmula y eso hizo que el pueblo ahorrara ocho lempiras por galón. Al mismo tiempo tanto Petrocaribe como Alba eran convenios que debían ser aprobados por el Congreso Nacional. La crisis del petróleo era tema incluso desde antes, en el gobierno de Maduro hubo un paro nacional por el alza de los combustibles y lo que propone Petrocaribe es una alternativa de negocios inmejorable.

Yo estaba allí cuando se formó Petrocaribe y don Jaime Rosenthal que estaba allí atrás de mi, dijo: «Si Mel no acepta esto, yo lo acepto, es un buen negocio». Porque era traer el petróleo, solo pagar el 50% de la factura y el restante pagarlo a 30 años. Eso permitía que esa gran cantidad de recursos que sale en divisas cada año para pagar petróleo, la mitad de eso se quedara en el territorio nacional dirigido a proyectos social. El Alba es parecido pero más dirigido al tema productivo y a hacer un mercado solidario entre los pueblos de América Latina en donde puedan circular los bienes y servicios sin el costo feroz del capitalismo salvaje y neoliberal que se termina robando la mayor parte de la riqueza producto de esa explotación.

La realidad continental en 2008 dirigía todos los cambios hacia la dirección de los países del socialismo del siglo XXI. Incluso ese giro, de Mel Zelaya, que le denominan, fue un tema de percepción de los grupos fácticos de Honduras que creyó que lo del poder ciudadano era una cuestión de título de campaña, como «El Cambio» de Callejas, o «Trabajo y Seguridad» de Pepe Lobo, que son cintillos que no llegan nunca a convertirse en proyectos o programas de gobierno. El poder ciudadano sí lo fue, y la Cuarta Urna es precisamente la expresión que llevó la línea de ese gobierno. Es por eso que la primera ley con que se estrenó el gobierno de Mel fue la ley de Participación Ciudadana, ley con la que se fundamentó la cuarta urna y que en consonancia con la mentalidad de los que hicieron el golpe, la derogaron luego de derrocar a Mel Zelaya.

Los golpista buscaban, al hacer el golpe de Estado, impedir que la situación cambiara en el país. Ellos temían que con la participación ciudadana la situación se revertiera.

Embajada de Brasil, septiembre 2009.

El tema de la reelección es el distractivo de fondo de lo que significa la constituyente. Toda la oligarquía con su conglomerado mediático impuso en el prejuicio de buena parte de los hondureños que la constituyente tenía que ver solamente con la reelección. Eso es falso, si así hubiera sido, la dejan pasar tranquilamente. A lo que realmente temen es a que el pueblo pueda opinar y decidir, quieren mantener una democracia con candados que si no armas un partido no puedes participar. Nosotros queremos construir una democracia abierta, en donde la participación política sea un derecho pleno y no una tarea cuesta arriba que solo los ricos pueden tener porque es demasiado compleja y cara. Eso nos define como una plutocracia.

Era absurdo, si Mel lo que quería era reelegirse, someter a consulta en Cuarta Urna, la cuarta en las elecciones de Presidente, Diputados y Alcaldes. Ese día que se iba a de si sí o no se iba a una constituyente, se iba a elegir nuevo presidente. Era absurdo que buscara mantenerse en el poder si los plazos no le daban. Si no hubiera sido por la torpeza de los que dieron el golpe de Estado, ese presidente habría sido Elvin Santos, del Partido Liberal.

¿Qué se quería cambiar en la constituyente? Ese es un tema de amplia discusión, que puedo responder simplemente diciendo que a la constituyente no se le puede poner agenda. Sin duda en una constituyente el tema de reelección se habla, pero es también el momento para hablar de los cambios en materia económica, política y social que permita mejores condiciones de vida para los hondureños. Que haya o no haya reelección no debería ser problema, lo que no puede es hacerse ilegalmente como ocurrió con Juan Orlando Hernández.

Como consecuencia del golpe de Estado, podemos afirmar que la primera fue hundir al país en una crisis económica terrible. La segunda fue montar al país en una dictadura que al día de hoy, 10 años después, seguido viviéndola. En Honduras hoy gobierna el golpe de Estado. Por eso no vale ley, no vale constitución. Como consecuencia en lo político, podemos decir que el golpe mató al Partido Liberal, un partido que fue tan grande que no muere en un año ni en cinco, sino que muere lentamente y de forma dolorosa.

La mayor víctima sin embargo no fue el Partido Liberal, sino el pueblo hondureño. Aumentamos la pobreza, del 57 puntos que dejó Mel (Maduro lo dejó en 61) a 68 hoy en día. Se habían bajado 11 puntos en los índices de pobreza. Cada punto representa más de 90,000 hondureños, casi un millón que en 10 años se han deslizado a la pobreza. Por eso ha crecido la violencia, por eso hay masivos éxodos de hondureños, porque el golpe de Estado destruyó al país y la economía.

Hasta diciembre de 2008 no había tensiones entre Micheletti y Mel. Ese mes Micheletti se fue de vacaciones a Miami, se despidió alegre con Mel, con una sonrisa y un abrazo y cuando volvió ya no le habló a Mel. Se reunión con alguien en Miami en donde le cambiaron el chip y a partir de ese momento comenzó la conjura del golpe de Estado.

Elvin Santos era el candidato del partido mas grande de Centro América en ese momento y tuvo el rol más triste que alguien pueda tener. Apoyó el golpe de Estado que le quitó las elecciones. Yo le dije, a semanas antes de las eleciones: «Elvín, todavía podes ganar si haces algo. Venite conmigo a la frontera y pedí que se deje entrar al legítimo presidente de Honduras, que a pesar de las diferencias que tienes con él, reconoces a Mel como el presidente legítimo de Honduras». Por qué no lo hizo si el golpe iba en contra de sus intereses, porque él era parte de la conjura. Él dice que es el más golpeado, pero se dio solo el golpe. Le habrán dicho que en dos días se terminaría la resistencia, que ganaría las elecciones igual, no pudo medir las consecuencias de sus acciones.

Ahora, la única forma que se podrá pasar la página, es que se permita que se le consulte al pueblo y que haya elecciones limpias, transparentes, en donde el pueblo pueda realmente votar y su voto se respete. Eso aún no ha habido en Honduras y es urgente».

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