El sector maquilero avanza, pero sus condiciones laborales no

EGO12 julio, 2017

El sector maquilero es uno de los rubros que más crece en Honduras, a pesar que la etapa pos-golpe de Estado puso en jaque la inversión en el país, y a pesar de las amenazas de algunos maquileros de abandonar el país por el paquete fiscal aprobado en el presente gobierno. Casi 200 mil hondureños, la mayoría mujeres,  laboran en maquilas.

Esta semana, el Presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores, Mario Canahuati, informó que al cierre del presente año el sector maquilero proyecta una inversión de hasta 300 millones de dólares, que al cambio actual significarían unos 7,050 millones de lempiras que servirán para bien de la economía nacional.

Canahuati expresó que «el sector maquilero es el que más aporta a la industria hondureña», y que el total de la inversión está dividida entre nacionales y extranjeros. Reveló que del total de la inversión proyectada para el presente año, el 58% es inversión extranjera y el restante 42% es inversión nacional.

Destacó que desde 2014 el crecimiento de la inversión ha sido constante, con un flujo que ha rondado entre los 215 y los 300 millones dólares cada año. La mayoría de esas inversiones ha llegado desde Estados Unidos y Canadá.

El rubro maquilero es uno de los que más crea oportunidades de empleo para la clase obrera del país, sobre todo para las mujeres. Honduras cuenta con al menos 303 maquilas registradas en unos nueve sectores diferentes. La mayoría de ellas está divididas en: confección, manufactura, comercio, textiles y parques industriales. El norte de Honduras es la región con más maquiladoras.

En 2016 los maquiladores dieron a conocer que el total de su inversión rondaría también los 300 millones de lempiras, y que se crearían un total de 30,000 nuevos puesto de trabajo, para llegar así a los 173,000 puestos de trabajo en el sector a finales de ese año.

Según cifras de la Asociación Hondureña de Maquiladores, las exportaciones de la industria maquilera dejan alrededor de 4,000 millones de dólares al año. El principal mercado es el estadounidense, cuya mayor demanda lo textil. Hasta diciembre del 2015, Honduras estaba ubicada como uno de los mayores exportadores de textil y ropa (en millones de dólares) hacia los Estados Unidos, ocupando la posición número ocho. Encabezan la lista China, Vietnam, India y Bangladesh.

El estudio preliminar sobre La maquila textil en Honduras, escrito por Lawrence Pratt y José Manuel Pérez, considera que «el fortalecimiento y expansión de la maquila textil (confección de prendas de vestir) podría contribuir significativamente a la reactivación de la economía hondureña; considerando no sólo su capacidad para generar empleo  y divisas, también por el tiempo que tomará la recuperación de la base productiva del sector agropecuario, y en particular de las actividades generadoras de empleo que fueron las más dañadas (banano, café, caña de azúcar, camarones, melones, palma africana y la ganadería de carne y leche). «El crecimiento de la maquila ha propiciado en Honduras un aumento sostenido en el empleo manufacturero y constituye actualmente la principal fuente de nuevos puestos industriales remunerados.

El sector maquilero es un motor innegable de la economía nacional, y vive uno de sus mejores momentos en productividad; lo que se ve reflejado en la creación de empleo, en la inversión constante de su industria y la creación de divisas para el país.

Se ha consolidado en la última década como uno de los rubros productivos más importantes del país. Ya sea por su contribución a la balanza de pagos, a la producción total del país, y sus aportes a la vida nacional son trascendentes en lo económico y lo comercial.

«En algunos momentos tuvo indicadores de crecimiento prácticamente exponenciales: De 9,000 plazas de trabajo generadas en 1990, subió a 55,000 en 1995, llegando a alcanzar 106,000 en el 2000. En el 2003, según datos oficiales, llegó a las 115,000 plazas. No obstante, la crisis que vivió el sector en el 2001 y que llevó al cierre de varias empresas y a una reducción dramática de puestos de trabajo —al menos 25,000 según cálculos de la Asociación Hondureña de Maquiladores— mostró su vulnerabilidad y la precariedad de la que pueden ser objeto las personas que en ella laboran».

La industria maquilera de hoy es una industria solvente, y genera cerca de 200 empleos, beneficiando a cientos de miles de hondureños.

Pero no todo es acierto. La opinión pública crítica el hecho de que la mayoría de hondureños pobres estén obligados a pagar todos los impuestos dictados por el Estado, las maquilas no: le molesta que las maquilas no paguen impuesto.

Medios como la revista Vida Laboral han denunciado los miles de millones de lempiras que los gobiernos nacionales perdonan al sector maquilero en concepto de impuestos, bajo la excusa que «producen empleo y desarrollo, y que la exención de impuesto es un aliciente para que se queden en el país».

Lo otro es la condición de las trabajadoras (la mayoría mujeres) y los bajos salarios. En ellas muchos de los derechos humanos y laborales de los trabajadores y trabajadoras son vulnerados. La desigualdad laboral con respecto a la mujer es amplia, como en todos los sectores de la sociedad hondureña.

En cuanto a salarios, se informa que «en 2016 hubo aumentos a los salarios de maquila en 3 de los 4 países maquiladores de la región. En Guatemala el aumento de un 3,5% para los salarios de actividades económicas de exportación y maquila; en Nicaragua y Honduras los aumentos están programados con base en acuerdos bipartitos o tripartitos y se incrementó el salario en un 8% en Nicaragua y un 6,75% en Honduras. En El Salvador el aumento salarial para 2016-2019 está en discusión en el seno de la Comisión Nacional del Salario Mínimo y posiblemente se decidirá hasta junio de este año».

Honduras tiene los segundos salarios mínimos de maquila más altos de la región llegando a $272,48 mensuales en 2016; sin embargo, de las 12 categorías salariales del país, el salario mínimo de las maquilas es el más bajo.

 

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