…Por José Raúl Alemán
Después de mas de un mes de crisis no resuelta en la Universidad, llegamos al esbozo de un intento de diálogo a iniciativa del Movimiento Estudiantil Universitario, donde confluye toda la comunidad estudiantil de la UNAH.
Dos son sus demandas, el desistimiento de la persecución penal por parte de la rectoría a cargo de Julieta Castellanos y un llamado a elecciones estudiantiles.
Al momento de escribir estas lineas ya existe una negativa al desistimiento de la persecución penal y diría yo que en un gesto displicente y cargado de prepotencia, la rectora no se presentó al diálogo.
Los origenes de esta crisis son claros, pero la rectoría trata de oscurecerlos bajo los argumentos de que es culpa de los estudiantes que no tengan representación, ya que, según explican, no hay reglamento. Cabe recordar que bajo representantes elegidos por la rectoría en el concejo universitario se han aprobado los manejos financieros de la UNAH y las reglamentaciones que hoy son motivo de protestas.
¿Pero por qué el MEU ha sabido concertar el apoyo y simpatía incluso de sectores que le adversan o que son contrarios ideológicamente?
Para empezar, han dejado de lado el discurso o los vínculos partidarios con el afán de evitar las descalificaciones contra su causa, como lo ha intentado hacer la Rectora a través de medios de comunicación, primero vinculándolos con Libertad y Refundación y después con el Partido Nacional.
MEU ha sabido sortear las trampas que el gremio magisterial no pudo hacer con su «Repliegue Táctico» o la Resistencia con el «Acuerdo de Cartagena» y más recientemente, la llegada de la MACCIH en respuesta al pedido de la CICIH.
Encontramos que 75 estudiantes han sido acusados en los tribunales de justicia y su lucha más bien agarró impulso, concertando solidaridad de toda la sociedad. No han podido ser cooptados por la Rectoría como anteriormente se hizo con los frentes estudiantiles, han sabido ser consecuentes en sus demandas y objetivos, y sus esfuerzos están enfocados en torno a lograr el éxito de sus metas.
Para entender el MEU debemos remontarnos al 2010, cuando el Partido Nacional asume el gobierno y llama a muchos de sus cuadros dentro de la UNAH para laborar en la administración de Pepe Lobo. Allí se inician los primeros intentos de organizar las Asociaciones de Carreras y los Movimientos que rompen con los Frentes estudiantiles, que son clientes de partidos políticos.
Ante el vacío que dejó el Partido Nacional y la llegada a la Rectoría de ex izquierdistas y tecnócratas, los gérmenes del MEU iniciaron una lucha, que no logró sus objetivos pero ayudó a construir las estructuras y el discurso horizontal que tanto éxito le reporta al día de hoy.
Para nadie es un secreto que las asambleas por carrera y la asamblea general de la Universidad ha generado y construido consensos a los cuales la sociedad hondureña no ha podido llegar y ha metido en su dinámica a toda la hondureñidad, y suscitado apoyo ante un intento exitoso de la construcción de formas nuevas de lucha, dejando en segundo plano ha quedado el tema de la reelección, la depuración policial.
Es de advertir a las autoridades de la Universidad y a quienes gobiernan esta noble nación, que de persistir esta crisis en la UNAH, se corre la posibilidad de que arrastre en un efecto dominó al tema de la reelección y la gobernabilidad en el país.
