Coronavirus y la parálisis Estatal

EGO23 marzo, 2020

Por Gilberto Ríos Munguía (•)

La pandemia mundial del COVI-19 ha tenido un impacto mayor al que se podría haber esperado en la llamada era del desarrollo tecnológico y comunicacional; los pronósticos más ligeros proyectan una mortalidad que rondaría las 20,000 víctimas para el próximo fin de semana, los afectados directamente por el virus superan ya los 300,000. Si bien los controles se han extremado en varios países, el agresivo nivel de contagio de la enfermedad genera una propagación acelerada; con ella también el crecimiento del miedo y otros aspectos dignos de observar y estudiar sociológicamente.

Primero es necesario mencionar algunas teorías conspirativas que podrían tener sentido, tomando en cuenta la importancia económica de China en el plano global, especialmente en su disputa comercial, (que ya lleva varios años), contra Estado Unidos. Juntos han protagonizado una guerra arancelaria bastante prolongada, que pretendía evitar la superioridad del gigante asiático en el campo del comercio internacional sin que esto haya tenido un resultado definitivo. También el momento en el que surge la enfermedad es el año electoral de la potencia del norte; Trump se juega su reelección y sus adversarios demócratas -han logrado junto a él-, evitar a un candidato que representaba nuevas ideas: Bernie Sanders, un socialista democrático que había logrado captar importantes expectativas del electorado norteamericano, sobre todo en la juventud, abrió el debate sobre el sistema económico y político en Estados Unidos y también posicionó la discusión sobre el socialismo más allá de sus propias fronteras.

El virus apareció a mediados de febrero pasado en la ciudad de Wuhan, China, lugar que destaca por ser epicentro de comunicaciones terrestres con muchas ciudades, además de su alta densidad poblacional. Algunas teorías apuntan a la posibilidad de una guerra virológica que Estados Unidos estaría interesado en desarrollar para frenar el avance de la economía asiática, otras versiones científicas descartan la idea de un “virus de laboratorio” al ser demasiada compleja su creación y optan por la versión de la contaminación por el consumo de animales salvajes en los mercados populares de Wuhan, ya que por asuntos culturales pero también tratando de evitar las carnes de granjas tratadas con antibióticos y una infinidad de químicos nocivos para la salud, una parte de la población prefiere adquirir animales salvajes que han sido capturados en su vida silvestre.

Cualquiera que fuera el caso, a nivel mundial el COVID – 19 ha puesto al desnudo una realidad mundial, los sistemas nacionales de salud y el efecto de las políticas neoliberales privatizadoras. En España e Italia la crisis ha sido tan grave que los gobiernos han obligado a clínicas y hospitales privados a trabajar para contribuir con los efectos de la crisis sanitaria; incluso se ha estudiado la estatización de algunas empresas relacionas al rubro de salud y otras que se han visto afectadas por la pandemia y la cuarentena que se ha impuesto como medida de seguridad. Otros piensan que debería venir una etapa keynesiana en el modelo económico y hay quienes van más allá y plantean la oportunidad de debatir sobre caminos al socialismo.

En Honduras el coronavirus ha vuelto a demostrar la absoluta incompetencia del régimen de facto, la población se encuentra bajo cuarentena y sin mayores orientaciones; se han puesto a disposición algunos números de teléfonos y se ha puesto en acción una campaña que consiste en medidas generales de salud (No salir de casa, toser el en codo y lavarse las manos). La amenaza sanitaria se ha desarrollado en medio de una profunda crisis económica, agravada por racionamientos de agua en varias ciudades y en la propia Capital de la República, lo que contribuye a debilitar las capacidades de la población para mantenerse a salvo del virus.

La pregunta que surge es ¿Podrá el país afrontar de mejor manera la situación enfrentado contra los verdaderos intereses de la élite? Una avioneta ambulancia repleta de cocaína se ha estrellado en territorio nacional la semana recién pasada, el flujo de la droga hacia EEUU es continuo; la amenaza de la pandemia podrá amenazar todos los aspectos de la vida cotidiana de los /as hondureños, pero jamás al narcotráfico. Por su parte el Partido Libertad y Refundación ha publicado dos documentos en los que indica algunas medidas urgentes con las que se podría resolver los problemas inmediatos que tiene la población, a la vez señala caminos para prevenir la profundización de la crisis económica que indefectiblemente vendrá; para variar el régimen ha hecho de oídos sordos. ¿En manos de quién entonces, sino es del Pueblo podría estar la respuesta?

 (•)Dirigente del Partido Libertad y Refundación.

 

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