Jakelin Caal, siete años, Felipe Gómez Alonzo, ocho años, Juan de León Gutiérrez, 16 años, Wilmer Josué Ramírez, dos años, Carlos G. Hernández, 16 años, han muerto en los últimos cinco en custodia de autoridades de los Estados Unidos.
Todos ellos eran originarios de Guatemala, pero las autoridaades estadounidenses culpan a las condiciones del viaje para llegar hasta los Estados Unidos y no a un descuido o indiferencia en el cuidado de la salud mientras estuvieron custodiados.
Jakelin Caal murió el 8 de diciembre de 2018 a causa de deshidratación, choque séptico y fiebre, estaba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México.
Felipe Gómez Alonzo murió el 24 de diciembre de 2018, a causa de influenza, estaba bajo la custodia del Centro de Procesamiento de CBP en el Paso del Norte.
Juan de León Gutiérrez murió el 30 de abril de 2019 a causa de una infección severa en el lóbulo frontal, estaba bajo custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados, en Brownsville, Texas.
Wilmer Josué Ramírez, murió a causa de neumonía, en este caso había estado bajo la custodia de CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos), pero fue liberado junto a su madre el 8 de abril de 2019.
Carlos G. Hernández murió el 14 de mayo de 2019, no se conocen aún las causas, estaba bajo la custodia de la estación de Weslaco de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en Texas.
Todos menores de edad que murieron bajo la custodia de autoridades de los Estados Unidos, algunos fueron detenidos durante la aplicación de la política migratoria de Donald Trump, Cero Tolerancia, separados de su familia y puestos bajo custodia.
El último de ellos Carlos Gregorio Hernández Vásquez, cruzó a EE.UU. con un grupo de aproximadamente 70 personas y fue trasladado al Centro de Procesamiento Central en McAllen, Texas, para esperar la transferencia a la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, como es habitual para los menores no acompañados.
El 25 de noviembre de 2018 murió en custodio del ICE Roxana Hernández, una mujer trans hondureña que padecía VIH, Hernández -según el relato en un comunicado del ICE- fue admitida a un hospital local «con síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones asociadas con el VIH» el 17 de mayo.
Hernández murió en el Centro Médico Lovelace en Albuquerque, N.M. La carta señala que la causa inicial de la muerte fue catalogada como paro cardíaco.
