LA POLÍTICA HONDUREÑA, EL ANALFABETISMO DIGITAL Y LAS NOTICIAS FALSAS

«En el nuevo orden social y cultural, la distribución justa y equilibrada de la información y de los recursos comunicativos permitiría alcanzar el ideal del respeto a los valores de la democracia.»
–José Manuel Pérez Tornero (UAB)

Desde el advenimiento del internet y el desarrollo de las redes sociales, el individuo ha pasado de desenvolverse en un mundo estrictamente material a convertirse en un habitante de lo digital, consumiendo, compartiendo y en algunos casos creando contenidos a través de las tecnologías de información y comunicación. Es en ese contexto donde entra la alfabetización digital, que la UNESCO define como “la adquisición de una serie de destrezas básicas de manejo de equipos y programas, (cumpliendo con) los (siguientes) objetivos: Proporcionar conocimiento de los lenguajes que conforman los documentos multimedia interactivos y el modo en que se integran, proporcionar el conocimiento y uso de los dispositivos y técnicas más frecuentes de procesamiento de la información, proporcionar el conocimiento y propiciar la valoración de las implicaciones sociales y culturales de las nuevas tecnologías multimedia y favorecer la actitud de receptores críticos y emisores responsables en contextos de comunicación democrática.” En suma, la alfabetización digital es tener el conocimiento que nos ayude a navegar en el mundo digital con las tecnologías de información, a nivel básico, pero a un nivel superior, de alfabetización digital crítica, supone un tratamiento ético de las informaciones consumidas, compartidas y creadas en los espacios digitales.

Honduras, lamentablemente, se encuentra terriblemente atrasada en este aspecto. Para poner esta situación en contexto, la Unión Europea comenzó una legislación al respecto de la alfabetización mediática alrededor de los años 90, según el experto en Comunicaciones José Jorge Matute, y desde entonces se diseñan materiales de alfabetización digital que serían implementados en las escuelas y colegios europeos. En 2004, a raíz de un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona llamado “Promoting Digital Literacy” que fue presentado ante el parlamento de la Unión Europea, este material educativo incluyó un contexto sociocultural sobre las tecnologías de información, para permitir un análisis crítico de los contenidos y sentar las bases de una cultura digital responsable y segura y asimismo entrar al concepto de ciudadano digital, que Matute define como “un ciudadano que participa activamente con el internet, que crea contenidos y que utiliza el internet y su vasto abanico de opciones para lograr sus propósitos”. En comparación con la situación hondureña, Matute expresa, “básicamente en la Unión Europea le están enseñando a los niños lo que las universidades aquí le están enseñando a los licenciados en Comunicación y Publicidad y a los periodistas, (que) es (generalmente) opcional, (solamente) para la gente a la que le interesa.”

La primera promoción de la única opción de formación en Alfabetización Digital, ofrecida por INFOP a padres de escasos recursos en paquetes de procesamiento de palabras, apertura de cuentas de correo, etc.
La primera promoción de la única opción de formación en Alfabetización Digital, ofrecida por INFOP a padres de escasos recursos en paquetes de procesamiento de palabras, apertura de cuentas de correo, etc.

La única iniciativa de legislación en el país al respecto de la alfabetización digital está contemplada en el Decreto 96-2013, contentivo de la Ley de Alfabetización en Tecnologías de Información y Comunicación (o TICs). Esta ley fue ratificada en Junio del 2013. Sin embargo, la finalidad de la ley, que se establece como “la creación de programas de alfabetización en TICs, para favorecer la inclusión de personas con necesidades especiales, la capacitación de docentes del nivel de educación pre-básica, básica y media, los procesos de formación de los educandos y/o la actualización técnica y profesional de personas jóvenes y adultas, para que las mismas puedan incorporarse adecuadamente en el mundo del trabajo y que participen activamente en la vida social,” se queda a un nivel básico y utilitario, eliminando por completo el trasfondo sociocultural en la interacción de la persona con las tecnologías de información y comunicación. De hecho, el único proyecto de alfabetización digital que existe en el país, impartido por INFOP y auspiciado por CONATEL y la Secretaría de Educación, consiste en brindar una formación básica en computación a padres de familia para que puedan ayudar a sus hijos en el cumplimiento de las tareas escolares. El proyecto tiene un alcance de aproximadamente 300 personas, lo que no logra arrojar un impacto tangible en la población hondureña en general.

Al reconocer las graves carencias no solamente en el tema específico de la alfabetización digital, si no en el sistema educativo nacional, tenemos ante nosotros una población que se encuentra indefensa en la época de la post-verdad, a merced de la desinformación, la información manipulada y de las noticias falsas.

LA POLÍTICA Y EL TRATAMIENTO ÉTICO DE LA INFORMACIÓN
Por sobre la alfabetización digital básica, que básicamente sirve para hacer funcional al individuo con las tecnologías de información y comunicación, tenemos la alfabetización digital crítica, que Matute define como “el empoderamiento del individuo con el conocimiento de las TICs para alcanzar objetivos personales y sociales que desarrollen su autorrealización individual y colectiva, llevando a la ciudadanía digital”. Esta promueve una participación creativa e interacción entre ciudadanos digitales y abre nuevos espacios de comunicación que podrían haber sido minimizados u omitidos por los medios de comunicación tradicionales.

Diario La Prensa retocó una imagen que muestra el disparo a Isis Obed Murillo. Las redes sociales y medios digitales sirvieron para denunciar esta manipulación.
Diario La Prensa retocó una imagen que muestra el disparo a Isis Obed Murillo. Las redes sociales y medios digitales sirvieron para denunciar esta manipulación.

Un ejemplo en la historia hondureña de tal participación fue durante el golpe de estado en 2009, cuando los medios de comunicación tradicionales efectuaron un bloqueo respecto a los acontecimientos que estaban teniendo lugar y se organizaron movimientos en las redes que más predominaban en el país para comunicar precisamente ese tipo de contenidos que no encontraban eco en el flujo mediático corporativo del país. Grupos de usuarios se organizaron digitalmente para discutir el acontecer de entonces, crear contenidos y compartirlos en lo que se podría pensar como el primer gran auge de las TICs en el país.

La alfabetización digital crítica, sin embargo, también establece un tratamiento ético para todos esos contenidos que se crean y se comparten en las TICs, puesto que esta información tiene una repercusión directa sobre la sociedad e incluso en el tema legal. Existen responsabilidades a la hora de crear o compartir un contenido.

El presidente Juan Orlando Hernández publicó contenido falso en su cuenta de Twitter sobre el rescate de los mineros atrapados en El Corpus, Choluteca.
El presidente Juan Orlando Hernández publicó contenido falso en su cuenta de Twitter sobre el rescate de los mineros atrapados en El Corpus, Choluteca.

“Es a nivel mundial que existe una epidemia, que es la saturación de información,” dice Matute. “Esa es la belleza del internet: el intercambio libre de ideas. La alfabetización digital crítica lo que promueve es que haya contenido con valor, que ayude a la sociedad a progresar a un objetivo.”

En muchas ocasiones, hemos visto que personajes públicos e incluso medios de comunicación han sido incapaces de ejercer el mínimo discernimiento a la hora de publicar y compartir contenidos en redes sociales, sin desarrollar un proceso que permita verificar la veracidad y validez de la información. “Una persona que (ejerce) la alfabetización digital crítica no se queda con la primera fuente,” apunta Matute. “Esa persona investiga, ve una segunda fuente, desmiente, pide datos, pide hechos y no se deja llevar por la primera. Lastimosamente en Honduras, nosotros tenemos una cultura digital no educada. ”

La diputada por LIBRE, Elvia Valle, comparte una cadena falsa en su muro de Facebook. En semanas anteriores, la diputada había compartido noticias del sitio de parodia periodística Kronos Times como si fueran reales.
La diputada por LIBRE, Elvia Valle, comparte una cadena falsa en su muro de Facebook. En semanas anteriores, la diputada había compartido noticias del sitio de parodia periodística Kronos Times como si fueran reales.

“Para mí, los políticos necesitan una capacitación urgente en este tema. Estas son las personas que son representantes del pueblo y toman las decisiones del pueblo, y si son tan irresponsables con contenidos de esta índole, qué sabemos nosotros cómo serán con otro tipo de informaciones,” expresa Matute. La responsabilidad que representa el ser una figura pública o una autoridad electa involucra desarrollar un análisis sobre los contenidos que se transmiten a la gente, tomando en cuenta que la mayoría de la población carece de elementos que le permitan percibir las intenciones de dichas informaciones.

Muchas de estas personalidades, sin embargo, concientes de esa situación, aprovechan para transmitir contenidos sesgados o incluso completamente falsos, persiguiendo inescrupulosamente despertar reacciones en la población que sirvan a sus propios beneficios. Los medios de comunicación, que también representan intereses y poderes fácticos dentro de la sociedad, también han caído en la práctica de manipular informaciones, o de plano publicar información falsa y luego atribuirla a otros medios de comunicación para evitar consecuencias legales. Esto genera una pérdida de la credibilidad tanto en el medio que genera el contenido falso como en el espectro general de los medios de comunicación digitales.

Capturas de la diputada Beatriz Valle y el precandidato a diputado Miguel Briceño compartiendo una noticia del periódico digital Criterio. Criterio luego desmintió la noticia, aseveró que era falsa, pidió disculpas al presidente y depositó la responsabilidad sobre el diario Libertad Digital.
Capturas de la diputada Beatriz Valle y el precandidato a diputado Miguel Briceño compartiendo una noticia del periódico digital Criterio. Criterio luego desmintió la noticia, aseveró que era falsa, pidió disculpas al presidente y depositó la responsabilidad sobre el diario Libertad Digital.

 

Capturas de video anónimo que circula por las redes sociales, en el que equipara a los presidentes de los partidos que integran la Alianza de Oposición a cabecillas de maras.
Capturas de video anónimo que circula por las redes sociales, en el que equipara a los presidentes de los partidos que integran la Alianza de Oposición a cabecillas de maras.

La red de ética de la Fundación Nuevo Periodismo Internacional (http://eticasegura.fnpi.org) propone ocho consejos del periodista boliviano Juan Quiroga para ayudarnos a determinar la credibilidad de un contenido digital:

1) Acudir a las cuentas institucionales. Un indicador que puede conducir a dar autenticidad de un perfil en redes sociales es identificar las cuentas corporativas donde tiene la relación laboral o de otro tipo la fuente informativa.

2) Número de seguidores. Otro indicador que puede dar la pista es la cantidad de seguidores, que los famosos como los futbolistas tienen, generalmente, miles.

3) La antigüedad de la cuenta. Cuanto más antigua sea la cuenta habrá mayor posibilidad de verificar, en cambio, menor posibilidad si la cuenta es reciente.

4) Los mensajes publicados. Fijarse el tipo de mensajes (contenido de texto, foto [montaje]) que publica la cuenta en la red social, si son actuales o de fechas anteriores, si son copias de otra cuenta oficial para dar la sensación de lo verdadero. La escritura es un aspecto a tomar en cuenta, detenerse en la ortografía puede delatar la autenticidad del perfil social.

5) Blog o la web y otro perfil en diferente red social. Asimismo, revisar, si existe, el blog o la página web personal o institucional.

6) La consulta directa a fuente. Entre otras opciones, si se tiene la posibilidad, consultarle directamente a la fuente ya sea a través de la red social u otra vía, en caso de lograrse, esta es la forma más segura de dar fe a la autenticidad.

7) La propia red social. El más fácil es cuando la cuenta en cuestión está verificada por la red social con la insignia, en Twitter se verá  Verificado al lado del nombre.

8) Bio. Analizar cómo se describe, la fotografía, si tiene enlace a otras cuentas.

A pesar de que las tecnologías de información y comunicación han cobrado auge hasta en años recientes en nuestro país, el uso adecuado de las mismas provee herramientas y canales que pueden ayudar a construir una democracia incluyente e informada. Sin embargo, para ello es necesario desarrollar un proceso de análisis que nos permita identificar informaciones falsas o sesgadas de aquellas informaciones veraces, de manera que podamos participar contundentemente en nuestro entorno.

Acerca de El Pulso

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