El titular del Legislativo, Mauricio Oliva, atribuyó a los diputados de oposición aprobar la nueva Ley Electoral posterior a la realización de las elecciones primarias del próximo 14 de marzo.
Sin embargo, el coordinador general de Libre, Manuel Zelaya y el jefe de bancada liberal Mario Segura, responsabilizaron a los diputados afines al precandidato nacionalista Nasry Asfura de no querer aprobar la normativa.
Oliva aseveró que mantienen negociaciones con las fuerzas mayoritarias de la oposición, por lo que dieron la venia para que normativa sea aprobada después de los comicios.
“He tenido un par de reuniones con grupos mayoritarios del Congreso, los amigos de la oposición, ellos consideran que es prudente aprobar la ley después del 14 de marzo porque para entonces van a estar claramente definidos los liderazgos de los partidos”, dijo.
Aseguró que habrá elecciones primarias sin interrupción alguna con la actual ley mientras se logra obtener consensos sobre la conformación de las mesas receptoras de los votos y el financiamiento de las campañas.
“Me parece prudente que una vez la voluntad del pueblo nacionalista y de los demás partidos se exprese en las urnas y se defina con claridad los liderazgos que conducirán las instituciones políticas, será más fácil llegar a conclusiones”, añadió.
Al mismo tiempo, Oliva afirmó tener la esperanza que la nueva Ley Electoral será aprobada con la mayoría de votos de los parlamentarios pese a que los partidos denominados minoritarios rechazan su aprobación por la reforma del valor a pagar por deuda política.
En tanto, Zelaya reaccionó y aseguró que desde 2020 está listo el dictamen, al tiempo que responsabilizó a los diputados de la corriente de Asfura.
“La verdad el dictamen consensuado de la nueva Ley Electoral está listo desde 2020 y el movimiento sin cabeza que controla Juan Orlando Hernández no apoya este dictamen simplemente porque sus aliados no son directivos en la mesa electoral por esta razón no se aprueba la ley”, protestó.
Al igual que Zelaya, el jefe de la bancada liberal, Mario Segura, culpó a los diputados afines a Asfura de querer entorpecer el proceso de aprobación al cambiar lo negociado sobre la deuda política y las mesas electorales.
“La dificultad que hemos tenido por parte del Partido Nacional, por parte de la corriente de Tito Asfura, es que aceptan los cinco miembros pero ellos quieren que los cinco representantes se dividan la presidencia, secretario y escrutador entre las 14 fuerzas políticas por lo que podrían quedar fuera los representantes de los partidos mayoritarios además no tenemos un acuerdo porque la deuda política quieren pasarla de un 15 a 10 por ciento y no por voto ganado”, concluyó.
