En deterioro salud mental que no es abordado por el Estado durante confinamiento

ABarahona18 mayo, 2020

No ha sido el mismo confinamiento para todos los hondureños, que viven bajo distintas realidades y con necesidades que no siempre los cubre el Estado.

Parte de la ansiedad que viven los hondureños por la pandemia es el miedo a los desconocido, sin embargo, no se ha logrado dar respuesta a la salud mental y emocional de la población.

«El Estado no ha logrado reunir profesionales que realmente den respuesta a todos los ejes sobre los cuales se mueve la pandemia, esta pandemia no solo nos habla que estamos en confinamiento, su confinamiento no es el mismo que el mío», expresó Vanessa Maradiaga, psicológa.

Maradiaga dijo para el programa Cuarto Poder, que es importante reconocer nuestras emociones como primer paso y «racionalizar» el miedo, porque es algo normal que podemos sentir en estos tiempos.

«Tenemos que racionalizar el miedo, conocer qué tipo de personas somos, si necesitamos estar inmersos en la información o conocimiento, o si somos las personas que mas nos damos cuenta de estadísticas, reales o no, proyecciones verídicas o fuera de la lógica nos causará ansiedad», señaló.

Para las personas que pasan por una situación económica los sentimientos de preocupación y ansiedad incrementan. Maradiaga dice que no podemos desprendernos de nuestras afecciones emocionales de nuestra realidad psicosocial.

Al no tener un trabajo, no poder llevar comida a la casa y una rutina de normalidad, esto puede afectar a los hondureños a nivel emocional. No es lo mismo para las personas que están encerradas con una canasta básica, a aquellas que tienen que salir día a día para vender.

«Puede generar resentimiento o ira, nos lleva a un punto de quiebre. La perdida de sentido de vida, nos puede llevar a emociones desagradables muy fuertes, ira, ansiedad e impotencia», agregó Maradiaga.

El Estado no ha conformado mesas de trabajo para tratar el tema de salud mental, además no cuentan con profesionales y Maradiaga resalta que las cadenas no son acertadas.

«Las cadenas diarias deben de dar respuesta en educar a la población, no dice sobre qué realidad nos vamos a mover. El estigma se mueve sobre el oscurantismo, sobre el miedo, tenemos que ver cómo abordar, en informar a nuestra población».

Otro aspecto que tomar en cuenta es volver a una rutina que puede ayudarnos a tener una sensación de control.

«Si usted en casa está sin nada que hacer, hay que encontrar nuevas rutinas para reorganizar nuestra vida nos devuelve esa sensación de familiaridad y de entender nuestras relaciones».

 

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