El lunes varios pobladores del sector de Hatillo se tomaron por varias horas la calle principal de la zona en defensa del parque nacional La Tigra por el proyecto habitacional Bosques de Santa María. Los pobladores exigían la presencia de la secretaría de Mi Ambiente y de la Alcaldía del Distrito Central para que dieran respuesta a la problemática de agua y deforestación en La Tigra.
La protesta termino casi al mediodía, de la misma forma en la que se terminan todas las protestas en Honduras: gas, caos y sin soluciones.
El proyecto Bosques de Santa María ha creado polémica porque se construye cerca de la zona de amortiguamiento de La Tigra y esto pondría en riesgo el flujo de agua en esas comunidades.
Hugo Maldonado, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), consultado por El Pulso considera que con el proyecto habitacional Bosques de Santa María, ubicado en las cercanías del parque nacional de La Tigra y del que aproximadamente un 20 por ciento está dentro de la zona de amortiguamiento del parque, está pasando lo mismo que con el cerro El Merendón en San Pedro Sula.
Maldonado hace un llamado a la reflexión tanto a los habitantes de San Pedro Sula y el Distrito Central porque está desapareciendo los dos pulmones de las ciudades y agrega que de La Tigra “no nos está quedando nada porque lo que tenemos son incendios” aunque pone en duda las causas de los incendios.
Asegura que no está en contra del desarrollo, pero si se deben cuidar los pocos bosques, porque a nivel de ciudad lo que urge son proyectos de agua y no tantos puentes aéreos, porque estas construcciones consumen mucha agua.
La visión del señor alcanzo de no es la mismo visión de los pobladores.
Considera que los permisos y documentación relacionada con el proyecto debe ser revisado para conocer si se han violentado derechos ambientales.
Maldonado no confía en el Ministerio Público y afirma “que debería desaparecer y crear una nueva institución de investigación y criminalización sobre la situación del accionar en el país porque eso no funciona”.
Por otro lado, el abogado Fernando González considera que La Tigra y el proyecto se debe de ponderar de la manera más sensata porque de La Tigra se abastece de agua un porcentaje de los habitantes de Tegucigalpa.
Recomienda que el proyecto debe deternerse por un tiempo, para encontrar peritos internacionales expertos en la materia ambiental y no sea una cuestión política y sean estas personas las que determinen si hay o no un peligro para la reserva.
Honduras se está quedando sin agua porque la voluntad política no ha querido hacer represas, asegura González y agrega que el agua producto de las lluvias se desperdicia por no tener una estrategia para poder reutilizarla.
