Según el abogado y experto en Derecho Internacional, Heriberto Baquedano, la vinculación del presidente Juan Orlado Hernández a cárteles del crimen organizado le afecta de forma personal pero no tanto al país como parte del sistema internacional.
“La crisis que tiene el presidente por el último escándalo no incide en las políticas internacionales, en lo que concierne a los sujetos de derecho eso no atrasa que pueda ser extraditado y procesado y el país continúa su rumbo”, explicó el abogado.
Considera que el respaldo que le dio la embajada norteamericana al publicar un tweet donde detallan que se reunieron con el presidente a pesar de las acusaciones en su contra, fue precipitado y más adelante podría tener consecuencias.
“La embajada tiene una injerencia muy directa, lo hizo antes con Heide Fulton y hoy lo hacen también dándole un espaldarazo, solo es el encargado de negocios y tiene limitadas sus funciones de expresarse, por lo tanto, fue muy adelantado al manifestarse de esta forma y debía esperar un poco ya que compromete la sede diplomática y la política externa”.
Considera que las acusaciones que ha vertido el presidente en contra de la oposición no son acertadas “ese tipo de acusaciones solo señalan situaciones que no tienen sentido, decir eso demuestra que está con temor, son manotadas de ahogado”.
Explica que la oposición no tiene influencia en la corte de EEU como en el Congreso o el Senado, esto es el Departamento de Justicia el que decidirá si debe ser procesado y que tiene que enfrentar la justicia norteamericana si tiene cuentas pendientes.
Agregó que hay un claro desprecio desde los Estados Unidos hacia Honduras porque no se toma en cuenta a los mandatarios del país para reuniones con los presidentes del país del norte “es denigrante que en diez años no se haya recibido a ningún presidente de Honduras, ni Pepe Lobo ni Juan Orlando Hernández en la Casa Blanca”.
Documentos de la Corte Penal del Distrito Sur de los Estados Unidos señalan que el presidente Juan Orlando Hernández habría recibido dinero de narcotraficantes para financiar su campaña política, e incluso habría trabajado con ellos para brindarles protección a cambio de dinero para aumentar su poder político.
El presidente Hernández ha negado rotundamente estas acusaciones y ha dicho que es una campaña nacional e internacional en su contra liderada por personas de la oposición coludidas con narcotráficantes y miembros de pandillas y crimen organizado.
