El New York Times publicó esta semana un artículo titulado «President Steve Bannon?» que alerta del poder del estratega del presidente Donald Trump. Bannon, advierte el artículo, se está posicionando como el presidente de facto debido a la influencia que ejerce en el gobierno de Trump.
Steve Bannon un exoficial de la marina y exbanquero en Goldman Sachs que no oculta su xenofobia desde su cadena Breitbart News, ligada a la ultra derecha del Tea Party, ha sido un dolor de cabeza para los demócratas desde 2009, cuando le dieron visibilidad a los desafortunados tuits de Anthony Weiner, representante de Nueva York en el Congreso, y que le costó el puesto en 2011. Desde entonces, ha sido conocido por sus campañas difamatorias contra políticos demócratas de Estados Unidos y su racismo.
Bannon un político ultraderechista, entró como dirigente de campaña en sustitución del veterano Paul Manafort, conocido entre los republicados por ser un moderado que vigilaba los desmanes de Trump. Bannon un hombre sin experiencia previa en la dirección política en en gran medida el responsable de las disparatadas ideas políticas de Trump, que está causando un grave daño a la imagen de los Estados Unidos en el mundo.
Ha sido productor de la serie de documentales inspirados en el trabajo de Leni Riefenstahl, entre ellos Generation Zero, una celebración de todo lo logrado por el Tea Party, o The Undefeated, un análisis del origen de la crisis fiduciaria de 2008. En palabras de Joshua Green, son “unos videos de lo más chocantes, con música de Wagner y un apartado visual muy logrado. Sus películas están salpicadas con imágenes de leones atacando a impotentes gacelas y de flores que brotan majestuosamente de la tierra”.
El poder de Bannon fue multiplicado luego de que Trump tomara la decisión sin precedentes de nombrarlo al Consejo de Seguridad Nacional, junto con los secretarios de Estado y de Defensa y algunos otros altos funcionarios.
Asimismo, Trump designó a Bannon al Comité de directores del Consejo de Seguridad Nacional, que incluye a la mayoría de estos altos funcionarios militares y que se reúne con mucha más frecuencia.
«Los presidentes tienen todo el derecho de escoger a sus asesores. Pero los espasmos iniciales de Trump al hacer política han dejado bastante claro que necesita a asesores que piensen de manera estratégica y tomen en consideración las consecuencias más allá del efecto doméstico. Imagínense que mañana Trump está involucrado en una crisis en el mar de China meridional o con Rusia en Ucrania. ¿Volteará hacia su provocador político en jefe, Bannon, con todo y su tendencia a hacer estallar las cosas?», finaliza el artículo del New York Times.
