EL GOLPE DE LA INFAMIA

ALG28 junio, 2016

Supe que algo iba a pasar en Honduras cuando en agosto del 2008 fui al evento organizado por Casa Presidencial, a razón de la firma del tratado del ALBA. En el estrado construido sobre el parqueo de Presidencial estaban Chávez, Ortega y Morales junto a la plana mayor de Zelaya. «Honduras y el pueblo hondureño no tienen que pedirle permiso a ningún imperialismo para suscribir el ALBA», proclamó el Presidente Zelaya, gritando luego un «¡Viva el Socialismo!» que me hizo sospechar, por un momento, que me había equivocado de dimensión.

–¿Alguien ha gritado vivas al socialismo frente a Casa Presidencial y no ha sido arrestado? –me pregunté, sorprendido.

Acababa de pasar la huelga de hambre de los Fiscales del Ministerio Público que había iniciado una crisis en las altas estructuras del poder y ese giro de Zelaya al Socialismo me parecía explosivo. Desde entonces comencé a poner especial atención a los movimientos políticos del país.

La idea de la reelección presidencial ha sido constante en todas las administraciones de Honduras. Desde Suazo Córdova, en 1984, y en todas las administraciones (con la excepción quizá de Carlos Roberto Reina) se coqueteó con la idea de reformar los artículos petreos que impiden la reelección y establecen el tiempo de gobierno a 4 años; pero esta vez era diferente, Mel Zelaya había anunciado el inicio del proceso de transformación nacional, con una política socialista cercana a los países del Alba y para poder lograrlo necesitaba cierta estabilidad en el gobierno que no se puede lograr con las administraciones fugases del país. A lo menos esa era la tesis principal.

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Luego vino la contienda electoral primaria de los principales partidos políticos, en donde tanto Micheletti como Santos estaban inhabilitados por ley para participar, el primero por ser Presidente del congreso Nacional y el segundo por ser Vicepresidente de la República y para lograrlo, Micheletti tuvo que maniobrar desde la Corte Suprema de Justicia para derogar el numeral 1 del artículo 240 reformado de la Constitución

y Santos renunció a la Vicepresidencia del país dejando el cargo vacío el 18 de noviembre del 2008.

El 24 de Marzo del 2009 el gobierno anunció la famosa consulta popular para el 28 de junio. Dos días después, el 26 de Marzo, la Fiscalía inicia acciones para frenarla y con ellos se agrupan todos los actores sociales con poder en el país.

Conforme el 28 de Junio se acercaba, la lucha entre los poderes del estado pasaba de la retórica a las acciones. El 12 de Junio del 2009 el Presidente Zelaya, circulando por el anillo periférico de la ciudad, sufrió un atentado con francotiradores (del cual salió ileso) y el mismo fue desvalorado por la prensa local que apenas lo cubrió. El 25 de Junio, Zelaya destituye del cargo de Comandante de la Fuerzas Armadas, General Romeo Vázquez Velazquez y horas después, la Corte Suprema de Justicia anuló la destitución devolviendo al General a su cargo. El 26 de Junio, apenas dos días antes de la Consulta Popular el Presidente, acompañado por varios cientos de seguidores, ingresó a las instalaciones de la Fuerza Aérea para recuperar las urnas que por orden de la fiscalía habían sido confiscadas para impedir la consulta del domingo 28 de Junio.

Ese día, 26 de Junio, lo recuerdo bajo la lluvia, las caras sorprendidas de los militares que hicieron un cordón para impedir el acceso a las áreas claves de la base aérea y las sonrisas de los manifestantes que sacaban las urnas de cartón de las bodegas y las metían a los camiones civiles.

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–¿Por cuántos años soñamos con hacer algo así? –me dijo un manifestante.

Yo miré la expresión del General Prince luego que habló con Zelaya permitiendo el acceso a las instalaciones. Estaba a unos metros de los manifestantes, tras la línea de soldados que marcaban la frontera de los impenetrable, de vez en cuando recibía llamadas en su celular, pero nunca apartaba la vista de Zelaya que hablaba a los manifestantes anunciando que la consulta popular va, «contra viento y marea».

Luego vino el silencio. El sábado 27 de Junio la ciudad estaba desierta, no habían soldados ni policías en las calles y los negocios estaban cerrados. Todos esperábamos algo, pero nadie sabía qué. El Presidente Zelaya había repartido las urnas entre las organizaciones populares que se habían agrupado en torno suyo y las envió a los distintos puntos del país que servirían de centro de votación.

Cuando en la madrugada del 28 de junio me llamaron para informarme del Golpe de Estado que estaba en ejecución, no lo podía creer. Yo, como todos en el país, pensaba que los golpes de estados eran acciones desesperadas del pasado, creía que había un mínimo de interés en los grupos de poder de fortalecer y preservar la institucionalidad por la que la sociedad había trabajado más de 30 años.

–Frente a la presidencial se está agrupando la gente –me dijeron–, este golpe lo vamos a revertir.

Tomé mi cámara de vídeo y me fui a la Presidencial, para tomar notas, para vivir ese acontecimiento inédito en nuestra historia.

Honduras ha tenido muchos golpes de estado. En el pasado formaban parte de la forma cotidiana de hacer política. Pero nunca había habido uno al cual la población civil se resistiera.

29 DE JUNIO

Qué puedo decir de lo que han sido estas últimas 30 horas en Honduras, con la tensión de la toma de las calles aledañas a la Casa Presidencial, las barricadas anarquistas (espontáneamente anarquistas) que se formaron por todo el perímetro y la constante amenaza de desalojo violento que nos mantuvo en vela permanente; han sido las 30 horas más importantes para la historia reciente de este país o la lo menos, las que yo recuerdo.

La izquierda hondureña siempre se caracterizó por ser una izquierda sumamente fragmentada, sectaria, desconfiada de sí misma; pero con esta avanzada del fascismo, nos hemos visto obligados a unirnos y hacernos un solo nudo, porque sabemos que la suerte de uno, es la suerte de todos.

A la mañana llegó el sol y con él la esperanza de que todo terminaría. Pero no fue así. Al mediodía la represión llegó y fue fuerte. Dieron con todo lo que tenían: tolete, lacrimógena, tanquetas de agua, bala viva, desapariciones, arrestos, y todo lo que puede venir de asesores de la talla de Billy Joya y demás asesinos de la doctrina de seguridad nacional que ha sido reimpuesta en Honduras.

Sin embargo tienen todo perdido. Yo jamás había visto a la gente resistir con tanta rabia. Ponían sus cuerpos para detener las tanquetas, tragaban lacrimógeno como quien respira perfume y lanzaban piedras cual homenaje a la resistencia Palestina. Las noticias muestran la imagen de un joven que sacrificó su vida en esta lucha al tratar de detener un camión militar con su cuerpo, lo que lo convierte en el primer mártir de esta lucha que tiene a Mel como fin, pero a la desigualdad (social) como causa.

Replegaron a la gente, sí, ellos siempre están mejor preparados y no podríamos –ni buscamos– ganarles midiendo fuerza. La lluvia fue también un importante factor que por el momento nos sigue en contra, pero no nos vence. Si hay algo que tenía la gente en mente al volver a sus casas, golpeados e indignados, era la convicción, de que mañana, al levantarse el toque de queda, nuevamente medirán fuerzas con un ejército que les supera en armamento, pero no en moral y convicción.

El plan es simple: queremos hacer caer al gobierno de Micheletti desde adentro. Romper una economía que tomó partido al tratar de legitimar un golpe de estado contra el sistema democrático que ellos mismo decían defender. Y lo lograremos. Porque no hay ejército que pueda sacar al pueblo de las calles, porque las calles son del pueblo.

Supporters of Honduras' President Manuel Zelaya clash with police near the presidential residence in Tegucigalpa June 29, 2009. Honduras came under pressure on Monday to reinstate ousted Zelaya as many Latin American leaders agreed to withdraw envoys, Washington said the ouster was illegal and protesters took to the streets. REUTERS/Edgard Garrido (HONDURAS POLITICS CONFLICT IMAGES OF THE DAY)
REUTERS/Edgard Garrido

30 DE JUNIO

Al tiempo que el Gobierno de facto de Micheletti se prepara para lo que llaman una «Avanzada Diplomática», buscando sacar de su«error» a los 200 países del mundo, que según él se han equivocado al creer que lo que pasa en Honduras es un golpe (de Estado) nosotros nos preparamos para tomarnos las calles una vez más. Nuevas organizaciones se han declarado en resistencia a lo largo y ancho del país. Actualmente hay más gente resistiendo el golpe, que todos los votos juntos que Mel Zelaya obtuvo en las pasadas elecciones. Eso demuestra, que más que el retorno de esta trágica administración (de Manuel Zelaya), queremos una verdadera democracia, porque las cosas no pueden seguir como están.

Los medios no informan sobre lo que pasó ayer en las calles. No dicen que las carreteras están tomadas, que hay pueblos sublevados y batallones levantados en armas

contra el poder de facto. Los medios dicen que somos unos pocos, pagados con dinero del chavismo. Que no podremos durar mucho tiempo en esta actitud y que hoy no habrá manifestación porque (dicen) apoyamos a Micheletti. Los medios dicen muchas cosas y no dicen nada.

Hoy, más gente que ayer saldrá a confrontar al ejército. Habrá mas violencia en las calles. Habrá más heridos, porque ya no les creemos a los medios. Porque ya no controlan a un pueblo alzado en resistencia. Seguimos llamando a las demostraciones pacíficas, deseamos de corazón que no se derrame sangre, pero conocemos la naturaleza sanguinaria de nuestro ejército y su doctrina de seguridad nacional del siglo XXI. Vamos adelante, porque creemos firmemente que la historia nos llama.

Hondura's President Manuel Zelaya, left, speaks as Costa Rica's President Oscar Arias looks on during a press conference at the Juan Santamaria International airport in San Jose, Sunday, June 28, 2009. Soldiers seized Honduras' national palace and sent Zelaya into exile in Costa Rica on Sunday, hours before a disputed constitutional referendum. Zelaya, a leftist ally of Venezuelan President Hugo Chavez, said he was victim of a coup. (AP Photo/Kent Gilbert)
AP Photo/Kent Gilbert

Lo que pude ver el día de hoy es la falta de organización y cabeza evidente del movimiento de resistencia. Algunos compañeros dicen que «nado como pez en agua», pues el anarquismo está en todos lados. Lo cierto es, que a falta de organización, muchas veces, alguien sube y da cualquier idea descabellada que termina creando un caos aún mayor en el grupo.

La marcha en Tegucigalpa comenzó como a las 12 del medio día. Unas cinco mil personas se dieron cita en el lugar, e igual número en el centro de la ciudad, frente a la catedral. Uno protestando contra el golpe, otro en apoyo a la «sucesión presidencial», dando vivas a las fuerzas armadas. La diferencia de clases era evidente. Por el lado del golpe, niños y niñas de las escuelas bilingües, con carteles en inglés y camisas blancas remarcando la “pureza” de sus intenciones. Por el lado de la resistencia, el pueblo pobre, hombres y mujeres trabajadoras, con rostro cansado y el cabello gris del hambre. La prensa es tan buena en remarcar esa diferencia, que quien no tiene una idea aún de lo que pasa, querría estar con los que más se parecen al ideal de imagen que la televisión nos ha metido por Televicentro.

Luego, nuevamente la lluvia. Nos cayó con tanta fuerza que me hizo pensar, que si Dios existiera, sería obviamente reaccionario.

La reunión de la derecha fue en la mañana y a alguien se le ocurrió que la nuestra, para evitar enfrentamiento, debía ser por la tarde. Sin pensar que es en la tarde que comienza siempre a llover. Ya nos vamos acostumbrando a vivir con la ropa mojada.

En el resto del país la cosa está distinta. En SPS la manifestación de «la democracia» de la derecha se confrontó con la manifestación de la «la democracia» de la izquierda. Y a diferencia de la de Tegucigalpa, en donde se evitó la confrontación (aparte de los miles de policías que cuidaban a los demócratas del golpe) en San Pedro Sula hubo enfrentamiento entre los bandos dejando un saldo de varios heridos.

Varias ciudades del país se han sublevado: Santa Bárbara, Catacamas, Lempira, La Esperanza, La Paz, Tocoa, El Progreso, La Ceiba entre otras. Bloqueando carreteras, puentes y edificios. Varias de estas manifestaciones han terminado en violencia y algunas fuentes mencionan las primeras muertes.

La televisión muestra las imágenes de la marcha de la derecha con una linda edición sonorizada con el himno de la alegría de Beethoven. Para ellos, todos estamos felices en Honduras. El Gobierno de facto presentó a sus ministros, quienes aseguran poder demostrar que el golpe de estado no es ningún golpe y no mencionan la violencia que crece sin precedente en estas Honduras…

Fragmento del libro Honduras, crónicas de un pueblo golpeado (Casasola Editores, 2013).

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***

Cuando comencé a tomar estas notas, no tenía idea que terminaría escribiendo un libro. Yo, como todos en el país, pensaba que la crisis terminaría en una semana y la institucionalidad se reestableciera al punto previo del 28 de Junio. Pero los días fueron corriendo y los acontecimientos se precipitaron hasta dejarnos el país que hoy tenemos.

Originalmente estas notas fueron publicadas por los canales electrónicos, Facebook, hablahonduras.com, redes de correo electrónico y reproducidas en Ingles en Quotha.net y otros blogs. La idea era romper el cerco mediático que desde los medios hondureños se había impuesto e informar al mundo de lo que en Honduras estaba pasando.  Son notas escritas, en su mayoría, desde la calle y al calor de los acontecimientos.

El libro Honduras, crónicas de un pueblo golpeado, puede ser adquirido a través de los portales electrónicos de venta o en librerías locales en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

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