SAN PEDRO SULA, Honduras
El portavoz del Ministerio Público (MP), Yuri Mora, informó que hasta el momento se han asegurado un total de 233 millones de lempiras y 213 mil dólares en el caso de Koriun Inversiones tras los allanamientos realizados el pasado miércoles.
Esta empresa está acusada de operar sin autorización legal y cometer fraude financiero en perjuicio de miles de ciudadanos, “estos fondos ya están asegurados y serán devueltos a los contribuyentes o personas que decidieron invertir en esta empresa”, declaró Mora.
El decomiso se llevó a cabo por la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (Fescco), y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), durante allanamientos en varias sucursales ubicadas en Choloma, Juticalpa, Choluteca, Santa Bárbara y La Entrada, Copán.
Mora indicó que el dinero fue contabilizado en presencia de los administradores de cada sucursal, quienes firmaron actas que dan fe al monto decomisado por las autoridades.
Asimismo, indicó que se bloqueó más de 60 millones de lempiras en tres cuentas bancarias vinculas a la empresa, ya que las investigaciones indican que ofrecía alto rendimiento sin contar con autorización de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).
Mora explicó que esta empresa operaba bajo un esquema piramidal, el cual colapsó por su propio peso “usaban el dinero de inversionistas nuevos para pagar a los más antiguos”
“Lo que ocurrió en Choloma es un claro ejemplo de insostenibilidad del modelo, sin embargo, aun así, abrieron sucursales en otros departamentos y utilizaban el dinero de inversionistas nuevos en Juticalpa y Santa Bárbara para cubrir los intereses de los primeros inversionistas en Choloma”, externó.
También, las autoridades descubrieron que esta empresa almacenaba información de sus clientes en una nube, sin respaldo físico, ni acceso institucional, lo que según Mora demuestra una intención de evadir el control estatal y evadir información.
Además, la empresa no contaba con oficinas formales ni registros contables, el dinero estaba guardado en cajas de cartón y bolsas negras para basura, lo que evidencia la informalidad del negocio y el nivel de riesgo al que fueron expuestas las personas.