TEGUCIGALPA, Honduras
Tras varios días de incertidumbre sobre el paradero del exjefe militar, Romeo Vásquez Velásquez, reveló que se encuentra refugiado en una montaña, aunque no especificó en qué lugar, tras ser declarado prófugo de la justicia.
Vásquez Velásquez, tras la decisión del juez de revocar el arresto domiciliario y emitir una orden de captura por su presunta culpabilidad en el asesinato del joven Isy Obed Murillo durante el golpe de Estado de 2009. Volvió a insistir que “estoy en una montaña”.
A través de una entrevista telefónica a la periodista hondureña Neida Sandoval, Vásquez Velásquez aseguró que no ha salido del país, pero teme por su vida, “sé que, si me atrapan, me matarán en prisión”.
Denunció que enfrenta “persecución política” y a su vez afirmó que su único delito fue decir la verdad, por lo que expresó su preocupación por la seguridad de su familia ya que denunció amenazas a muertes en contra de su hija, María Fernanda Vásquez por lo que está buscando apoyo internacional.
“Hemos presentado una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para exponer la situación”, señaló.
El general en condición de retiro explicó que no se presentó a la audiencia de cambio de medidas porque tenía información de un plan para asesinarlo.
Los generales en condición de retiro Venancio Cervantes y Carlos Roberto Puerto se presentaron voluntariamente ante las autoridades y fueron enviados a la cárcel de Támara, misma orden incluye a Vásquez
El proceso judicial contra los oficiales comenzó tras un requerimiento fiscal presentado por el Ministerio Público (MP), por los delitos de asesinato y asesinato en grado de ejecución relacionados con el asesinato de Murillo y lesiones graves sufridas por Alex Zavala durante las manifestaciones de 2009.
En un inicio el general en condición de retiro fue detenido y enviado a la cárcel de Támara, pero obtuvo arresto domiciliario con restricciones, sin embargo, tras la orden de captura emitida en su contra desapareció de su casa de habitación.
Vásquez Velásquez reiteró que su lucha no solo es para salvar a su persona y a su familia, sino que también para evitar que la democracia caiga en manos de una persona que se quiere quedar.
