TEGUCIGALPA, Honduras
La directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, aseguró que la figura de magistrados suplentes evidencia la falta de independencia y criterio de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Además, calificó como una arbitrariedad derivada del consenso de quienes comprometieron la justicia por medio de un pacto político.
«En la madrugada del viernes 17 de febrero después de que el Congreso Nacional eligiera a los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia para el período 2023-2030, las recién nombradas autoridades llevaron a cabo su primera sesión dentro del mismo edificio Legislativo acompañada de una sorpresa para el pueblo, la inclusión de al menos seis magistrados integrantes», relató.
Castellanos señaló que aunque son llamados magistrados integrantes para todos es conocido como la misma figura de los magistrados suplentes.
Indicó que en el artículo 315 de la Constituciónexhorta a los magistrados y magistradas electas que en un plazo de 24 horas deben sostener la primera reunión como pleno, sin embargo, la nueva Corte elegida decidió permanecer en el Congreso Nacional «ante la mirada incisiva de quienes comprometieron la justicia por medio de un pacto político».
En ese sentido, cuestionó que las autoridades actuales continúen practicando los vicios del pasado y cumpliendo con la agenda impuesta por quienes los juramentaron los magistrados demostraron una insólita urgencia para aprobar una reforma al reglamento interno de la Corte Suprema de Justicia y revivir la figura de magistrados suplentes o integrantes.
«Nos genera cierta duda que una de las acciones inmediatas fue cumplir la línea del tripartidismo al repartirse dos suplentes cada uno, decisión que vulnera la independencia de poderes», aseveró.
Puntualizó que entre las reformas al reglamento interior destaca que los magistrados integrantes o suplentes entrarán en función cuando un propietario no pueda participar en el pleno según los motivos estipulados, figura que suple la incorporación de los magistrados de la Corte de Apelaciones, costumbre heredada de las administraciones anteriores.
