Editorial: No hay condiciones para instalar una Asamblea Constituyente

Redacción El Pulso31 octubre, 2022

Desde la oposición nacionalista se nos quiere hacer ver que el gobierno cuenta con suficiente dinero para instalar una Asamblea Nacional Constituyente, aún cuando el mismo oficialismo, quien ha tenido como bandera de lucha la redacción de una nueva norma suprema, se dejó claro que no hay condiciones para ello.

¿Por qué no existen las condiciones para elaborar el texto constitucional? Primero: hay fuertes resistencias en actores conservadores y de ultraderecha que tienen mucha influencia en una sociedad empobrecida, enferma, triste y ultra aferrada a tradiciones religiosas, que vive en constante alienación por los medios que defienden intereses hegemónicos y cuyas voces siguen siendo influyentes.

Esas mismas voces reaparecieron en los últimos meses; insisten con necedad que el gobierno actual pretende quedarse por más tiempo con la instalación de una asamblea que redacte el texto constitucional. Se alega el cuestionamiento de la legalidad de la junta directiva del Parlamento que dirige Luis Redondo, más una eventual crisis en la elección de la nueva Corte (que deberá ser en enero próximo) sería el caldo de cultivo para romper el orden constitucional -de por sí roto por la asonada militar de hace 13 años- y que los altos dirigentes se enquisten en Casa Presidencial.

Hay que recordarle a esas voces agoreras que no pasó nada cuando la corte de Rivera Avilés finalizó mandato el 25 de enero de 2016 cuando el Congreso se enzarzó en la elección del actual pleno de magistrados  que finalizó en febrero de ese mismo año. No hubo protestas; los analistas insistieron que no pasaba nada con el cuestionado proceso hasta que se lograron colocar a los cuadros que quería Juan Orlando Hernández para su proyecto que le permitió no ser perseguido por su ilegal reelección que ocurrió en 2017 y los nexos con narcos.

En esa ocasión, no sería raro que los 128 diputados se enquisten por colocar a sus cuadros en el Poder Judicial y que la corte de Argueta esté aguardando los asientos de sus sustitutos. Al fin y al cabo, se normalizó el espectáculo y los análisis sin sentido serán durante este tiempo el pan de cada día en estas Honduras.

Segundo: Perviven las heridas provocadas por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, pues se promovió desde el discurso de derecha que la fallida Cuarta Urna, promovida por el expresidente y ahora asesor del Ejecutivo Manuel Zelaya, nos iba a llevar a «ser como Cuba y Venezuela», que terminó en la expulsión violenta de Mel y una cruenta represión de la cual los autores materiales e intelectuales permanecen impunes.

Haciendo un breve recuento, no se ha judicializado ni perseguido a los que ordenaron sacar a punta de culatazos al exgobernante, que se inventaron una carta apócrifa justificando su renuncia, que mataron a bala viva, al menos, a unas 200 personas cuyas causas duermen en los oxidados archivos de la fiscalía de DDHH del Ministerio Público. Esos mismos que exigieron y celebraron la expulsión del exmandatario y que callaron la violencia brutal del régimen dictatorial de Micheletti, desfilan sin vergüenza por las pasarelas de los medios pidiendo otro golpe.

Gente de personalidad gris, torcida y perversa, conservadores sin causa y reaccionarios por mera conveniencia, están creando frentes para volver a emular lo ocurrido antes, durante y después del golpe. ¿No tienen asesores políticos que les digan que no hay condiciones para ello y que nadie se atrevería a acompañarlos en semejante locura? Van a un callejón sin salida. Ni los empresarios, que en su mayoría financiaron la asonada, ni la embajada de EE.UU. que legitimó a Micheletti y JOH, ni la comunidad internacional y ni los cooperantes estarían dispuestos a ello.

Tercero: El propio Zelaya, quien es el abanderado por excelencia de la Constituyente, dejó claro que no hay ambiente, ni las condiciones objetivas ni subjetivas para instalar la Constituyente. Citaremos lo que dijo en una comparecencia hace varios meses desde Casa de Gobierno y que fueron reproducidos por La Tribuna. 

“… Pienso que la Constituyente, no hay un ambiente como para que sea una prioridad del gobierno, ni siquiera un plan para instalar la Constituyente, no hay ambiente, no hay condiciones, no tiene el suficiente consenso. Hay de los sectores fuertes de la opinión del país, económicos, opiniones más bien encontradas, en ese sentido”.

“… En este momento, hablar de Constituyente es decir que se va a iniciar otro golpe, porque la Constituyente es un proyecto de Libre, es la razón de la existencia de Libre. Acuérdese que el mito de origen de Libre es la Cuarta Urna y la Cuarta Urna es una pregunta al pueblo que si quería una Constituyente, entonces, esa pregunta y la cuarta urna la destruyó el golpe de Estado, es la razón de la existencia de Libre. Es un proyecto que está en nuestros estatutos”.

“… En este momento, el ingenuo que esté diciendo que en este momento es una prioridad una Constituyente, lo que quiere es que boten al gobierno de Xiomara, lo que quieren es una guerra civil, lo que quieren es que confronten a la sociedad. No, no somos ingenuos, somos políticos y sabemos interpretar la sociedad en que vivimos; sabemos que es una sociedad compleja, una sociedad capitalista, llena de privilegios, llena de grupos de poderes fácticos. Son temas difíciles”.

“… No es prioridad para el gobierno una Asamblea Nacional Constituyente y que los interesados en promover una constituyente son los golpistas para desestabilizar el gobierno de Xiomara”.

“… Es un rumor esparcido en forma imprudente, en forma maliciosa, hay mucha perversidad en la dispersión de ese rumor, ¿sabe por qué?, porque la Asamblea Nacional Constituyente para Libre es la razón de su existencia”.

“… Este argumento se utilizó hace casi 13 años, entonces me parece que traerlo a colación ahora, cuando hemos repetido infinidad de veces, que no hay ninguna condición y una asamblea nacional constituyente es un pacto nacional, es un pacto donde todos participan en un partido político”.

Lo que nos gustaría saber es de dónde se saca el jefe de bancada nacionalista Tomás Zambrano que el gobierno ya tiene 30 mil millones de lempiras para montar la Constituyente. ¿Lo hace por ganar más seguidores en sus redes sociales o es que sí tiene la información de que Libre busca las condiciones para instalar tal asamblea? ¡No da información clara!

Es comprensible que la oposición cuestione al gobierno (es su derecho y su deber) en las decisiones que beneficia o afecta a la colectividad, pero insistir a estas alturas que la Constituyente se va a instalar cuando no hay ambiente es ver hacia otro lado los problemas que ellos mismos dejaron en los 12 años que señorearon este país a sus anchas.

No tenemos una oposición constructiva, propositiva, que ayude a generar soluciones a los problemas que se viven en la actualidad y se decanten con guerras de baja intensidad en las redes sociales para atraer más electores. Tememos que el Partido Nacional aún no reflexiona sobre los errores que cometieron en tres periodos de gobierno consecutivos que los orilló a abandonar la administración del Estado.

Ya es hora de dejar de hablar de la Constituyente ni de propagar noticias infundadas y descontextualizadas respecto al tema. No hay condiciones, no hay voluntad, la sociedad está preocupada por resolver los problemas cotidianos y que demanda del gobierno de soluciones inmediatas. Por ahora, olvidémonos de ese relajo y dediquemos fuerzas en otros asuntos que sí deben ser prioridad.

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