¿Qué ha pasado a un año de la circulación legal del bitcóin en El Salvador?

Redacción El Pulso7 septiembre, 2022

SAN SALVADOR, El Salvador

El Salvador amaneció hace un año con doble moneda, el dólar estadounidense adoptado a principios del año 2001 y el bitcóin, la criptomoneda a la que el presidente Nayib Bukele le adjudicaba el poder de aportar soluciones inmediatas a los problemas económicos de los salvadoreños.

Desde la aprobación de la Ley Bitcóin -el 5 de junio- surgieron las primeras críticas por una política pública que se había saltado –según los economistas- cualquier discusión técnica en la Asamblea Legislativa que es dominada por el oficialismo con el partido Nuevas Ideas.

Ya ha pasado un año, y el bitcóin continúa en su carrera de salto de obstáculos de acuerdo a expertos, y la apuesta del gobierno salvadoreño de convencer a sus connnacionales en Estados Unidos de volcar sus remesas por la plataforma creada por el Estado Chivo Wallet tampoco ha dado resultados.

“La apuesta ha sido fallida por ponerla en términos benevolentes (…) se la vea por donde se la vea es un rotundo fracaso”, dice a la Voz de América el analista Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) en El Salvador y ex economista del Banco Mundial, en Washington DC.

Informes del BCR del país centroamericano indican que menos de un 2 % de los inmigrantes salvadoreños en Estados Unidos hacen uso del criptoactivo para enviar dinero a sus familiares, un punto que los economistas evidencian como un “fracaso”.

“El presidente estableció que El Salvador se iba a ahorrar unos 600 millones en comisiones por el pago del envío de remesas. Si el propio BCR ha estado demostrando mes a mes que menos del 2 % de las remesas están entrando por billeteras digitales yo lo evaluaría como un fracaso”, comenta Acevedo.

Tampoco hay datos del otro objetivo planteado por el gobierno salvadoreño de que el bitcóin era la solución al problema de exclusión financiera de gran parte de la población salvadoreña excplica a VOA la economista Tatiana Marroquín.

De ahí los cuestionamientos para la puesta en marcha de una política pública ejecutada con recursos del estado, aunado a la falta de transparencia agregan más cuestionamientos, apunta Marroquín.

“Hasta el momento me parece que es un gran fracaso promover la inclusión financiera a través de bitcóin por distintos componentes, pero uno de los principales es que el obstáculo de la inclusión financiera que hay en El Salvador no es porque no habían aplicaciones sino por capacidad de ingresos y capacidad económica de la población”, explica Marroquín.

El economista estadounidense Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, enumeró en un artículo publicado el viernes reciente por National Review con el título “Veredicto para el experimento Bitcóin de El Salvador: fracaso”, donde este experto detalla uno a uno «los fracacos» del proceso de adopción de la criptomoneda en el país y analiza los aspectos de “tergiversación” que se dieron en la creación de la ley y su implementación.

Y ajusta su análisis con datos que fue ofreciendo durante el año en curso -en otros artículos- desde que el gobierno de El Salvador se decantó por el bitcóin.

Desde su pericia como profesor de ciencias económicas Hanke asegura que “el proyecto bitcóin de Bukele se basó en falsas promesas de principio a fin. Un fracaso total».

«La primera tergiversación, y quizás la más crucial fue la calificación de Bukele de que la ley bitcóin es una ley de ‘moneda de curso legal’. Pues la ley Bitcóin fue una ley de licitación forzada”, dice el economista, a partir de los mecanismos para forzar la economía salvadoreña a adoptar el bitcóin.

«La segunda tergiversación de Bukele fue que la ley Bitcóin, y la Chivo Wallet que la acompaña, darían como resultado una fuerte reducción en el costo de enviar remesas a los salvadoreños», dijo el experto argumentando que ya para ese momento estudios del Banco Mundial indicaban que el costo de enviar remesas a El Salvador es el más bajo en el continente y sexto en todo el mundo.

Para el economista Carlos Acevedo, de lo que si no queda duda es que la adopción del bitcóin como moneda de curso legal del país, más otras distorsiones propias del momento político de El Salvador como “los retrocesos en la institucionalidad democrática” van jugando en efecto contrario a lo que vaticinaba el gobierno.

La constante pérdida de confianza en la capacidad del pago del país, el no tener un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la deuda por pagar que se avecina en 2023 ponen en mayores dudas la estrategia económica del gobierno salvadoreño.

Si a eso se suma, según este experto, la opción anunciada en noviembre del año pasado por el presidente Bukele de crear un lote de bonos bitcóin de más de 1.000 millones de dólares para financiarse la construcción de Bitcóin City sin necesidad de contar con los organismos multilaterales del consenso internacional.

Al respecto el FMI ha sido claro en que será difícil desentrampar las negociaciones para un acuerdo con El Salvador bajo ese panorama y la estrategia del país en su apuesta por la criptomoneda.

“La adopción del bitcóin como moneda genera una serie de cuestiones macroeconómicas, financieras y legales que requieren un análisis muy cuidadoso”, ha dicho Gerry Rice, portavoz del FMI en Washington DC.

Además argumentó que “los criptoactivos acarrean riesgos significativos para la economía”, con lo que llamó al gobierno salvadoreño a una regulación estricta y sugirió derogar la ley.

El ministro de Hacienda del presidente Bukele ha dicho por su lado que “ningún organismo multilateral les va obligar a hacer nada, absolutamente”, con lo que dejó claro a principios de este año que el proyecto económico insigne de la administración Bukele seguiría su curso, y las compras sucesivas de más bitcoines en el segundo semestre de este año indican la decisión tomada.

La propuesta de la ciudad circular de tecnología digital la presentó el mandatario en un encuentro de evangelistas del bitcóin -como se llama a los seguidores de la criptomoneda- en una playa salvadoreña donde sigue circulando.

Acevedo opina que otro podría ser el escenario actual si en estas fechas el criptoactivo estuviera en el precio que especulaban sus seguidores, que al empezar el 2022 estaría por encima de los 100.000 dólares la unidad, pero el efecto ha sido el contrario, la divisa cayó y fluctúa en el entorno de los 20.000 dólares. (Con información de VOA). 

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