TEGUCIGALPA, Honduras
El Poder Legislativo comenzó con la socialización del proyecto Ley de Protección de Libertad Religiosa y de Culto para analizar si es necesaria su reforma apegada a los preceptos constitucionales.
El congresista Rumualdo Bueso indicó que se han reunido con la iglesia católica, evangélica y la sociedad civil para evaluar si la normativa es factible su aprobación.
“Tenemos que ver si en verdad vale la pena la reformarla, porque es un tema muy delicado… Debemos escuchar todos los argumentos y definir si es favorable o no porque la Constitución ya nos da los parámetros para este tema”, declaró.
Bueso consideró que el valor del temor a Dios no debe eliminarse sino seguir inculcándose en la ciudadanía.
Cabe destacar que el artículo 77 de la norma expresa que “se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones y cultos sin preeminencia alguna, siempre que no contravengan las leyes y el orden público”.
RESPETO ABSOLUTO. Por su parte el diputado Manuel Rodríguez, externó que en Honduras debe respetarse la libertad de culto ya que no es un elemento para encarcelar a una persona.
“Si alguien es evangélico, católico o laico que se le respete. Incluso hay religiones en el país que son raras como las que adoran a Satanás y no por eso se les debe estigmatizar, ¿por qué habría que meterlos presos?”, precisó.
Agregó que ninguna persona que esté en el poder debe imponer que religión o secta se debe seguir como ocurre en Nicaragua, donde hay persecución a la iglesia.
EVITAR PROBLEMAS. Asimismo, el titular del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (Codeh), Hugo Maldonado, enfatizó que en Hondura no hay problemas con la libertad de culto y no tendría que haberlas en un futuro.
También pidió a los legisladores preocuparse por otros problemas del país como seguridad, educación y salud.
“¿Cómo es posible de querer regular a toda la libertad de culto sin verla desde una perspectiva de DDHH? Quise informarme por la suspicacia de lo que ocurre en Nicaragua, ya que no quiero que eso se repita en mi país”, dijo.
Precisó que es imposible encerrar en solo decreto todo el pensamiento religioso y de creencias de todo una población.
