TEGUCIGALPA, Honduras
(Por Óscar Esquivel). La agenda mediática busca ligar la acción del bicéfalo Murillo/Ortega con el gobierno de la presidenta Xiomara Castro De Zelaya. Ocultando la buena relación que tuvo el régimen de Nicaragua con el régimen de Juan Orlando Hernández, preso hoy por Narcotráfico en Estados Unidos de Norteamérica. Relación vigente ya que la dictadura de Ortega y la Chayo tiene asilados a los más cercanos colaboradores del antiguo régimen hondureño.
Lo que Ortega y su esposa hacen en Nicaragua no es de izquierda, mucho menos de socialismo. Lo que viven los nicaragüenses es una persecución a sangre y fuego contra todo aquel que piense diferente a ellos. Encarceló y exilió a los que podían competirle a la presidencia, exilió y persiguió a los pobres poetas y escritores que sólo tienen como arma: la palabra. ¡oh miserable! Ernesto Cardenal te observa desde el cielo o el infierno y aún le temes. El escritor Sergio Ramírez recién cumplió sus 80 años de vida, los cumplió en el exilio. Espero que su próximo año lo pueda cumplir en su tierra, con su gente, son nuestros mejores deseos.
Este, ya no es el tiempo de Ortega/Murillo, su tiempo huele a naftalina.
La desconexión de líderes políticos con los movimientos políticos y sociales son terribles para nuestros pueblos que son los que al final sufren las consecuencias del mal actuar de un ídolo de barrio. Se terminan erigiendo en caciques, creyéndose semidioses.
Serán los sandinistas, será el pueblo nicaragüense el encargado de poner el punto sobre la «í» al régimen que secuestró nobles ideales y que llena de vergüenza a la izquierda internacional. La derecha internacional es un enemigo real pero también es cierto que la izquierda pierde puntos por malas actuaciones como las del desgobierno de Nicaragua. Es cierto que Estados Unidos y la oligarquía nica están al acecho y a la espera de la caída de la Chayo para explotar los intereses de los nicaragüenses, pero culpa también es de los “mucos “por creer ciegamente en santos que orinan, culpa también es de los «sandinistas» por no tener cuadros que puedan remover al dios bicéfalo; “Nadie es eterno en el mundo, ni teniendo buen corazón», dice la canción. Sólo el poder a través de sus tentáculos le hace creer a pobres miserables que no serán polvo y nada más que polvo.
Entendemos el interés de la oligarquía hondureña e internacional a través de la agenda mediática de pretender ligar al gobierno de la primera mujer presidenta. Óigase bien, primera mujer presidenta y no primer caballero o asesor.
Entendemos que el hambre no espera, que la salud, la educación, la seguridad son temas de ayer y que requieren solución inmediata, que no admiten demora. Y es ahí donde la señora presidenta sabrá responder.
El gobierno hondureño no opina sobre el régimen Chayo /Ortega, suponemos y compartimos que se debe al marco del respeto a la autodeterminación de los pueblos. La presidenta responderá por sus acciones como gobierno y no por las acciones del régimen nicaragüense que llena de vergüenza a la izquierda internacional. Así como a la iglesia católica no se le pueden juzgar en su totalidad por «pedofilia» cometida por algunos de sus miembros, tampoco se puede juzgar en un todo al socialismo por algunos hongos que tenga en un dedo de sus pies.
Mi solidaridad con la iglesia católica, con los poetas y escritores, con los políticos y organizaciones civiles honestas, con el pueblo nicaragüense en general. Va por ustedes este garabato.
Aguanten que el tiempo se le acaba al régimen Murillo/Ortega, aquí vencimos a su par en noviembre del 2021. Salimos hasta de debajo de las piedras para elegir a la primera mujer presidenta, por supuesto después de haber resistido muchos años.
Ustedes vencieron a los Somoza ahora les toca vencer al bicéfalo.
