TEGUCIGALPA, Honduras
A pocos días de cumplirse 5 meses (27 de junio) de la toma de posesión de la primer mujer presidente en el país, poco a poco se ha ido enrumbado en su gestión gubernamental después de una realidad económica y social bastante empantanada, dejada a su paso por 12 años de administración del Estado por el Partido Nacional y por el quebrantamiento del orden constitucional del país, aquel 28 de junio de 2009.
El gobierno encontró que las entradas y salidas de dinero del Estado no se manejaban a través de la tesorería, sino que a través de “FIDECOMISOS” manejados por la banca privada; es decir que las Secretarías de Estado que deberían encargarse del tema, solo eran oficinas de trámite. Continuando con temas económicos, la inversión extranjera aún es un tema pendiente y de mediano plazo, ya que la marca “NARCO ESTADO” no es una figura atrayente, sin embargo, de a poco se va desmontando esas estructuras en las que descansa lo viejo y que se niega a morir.
La generación de empleo es una tarea que ocupa celeridad y confiamos en que se están sentando las bases para reducir la migración como muestra del alto desempleo imperante; otro tema importante es el pago de la deuda externa e interna, siendo que es bastante alto el pago en capital e interés, reduciéndose la ya débil liquidez y que se serviría para invertir en los sectores postergados; al respecto se podría nombrar una comisión de hondureños honestos y capaces que puedan reunirse con los organismos financieros nacionales e internacionales para revisar mucho préstamo que pueda ser ilegitimo, ya que hay proyectos que fueron financiados y no se concluyeron, sin embargo, se están pagando, el TRANS 450, por ejemplo.
Los recursos del país son limitados, pero con una administración eficiente se pueden obtener buenos resultados. En la administración de Hernández Alvarado la matriz presupuestaria fue contraria a los intereses de la población; priorizaron material bélico, relegando la educación y salud. En el gobierno de Xiomara Castro, la población espera que suceda lo normal en un gobierno de corte social: medicamentos en los centros de salud y hospitales, equipo y personal médico y por supuesto la ampliación del servicio hospitalario a nivel nacional, en educación no se espera, menos.
El gabinete de gobierno que acompaña a la presidente es bastante joven e inexperto en algunas áreas, sin embargo, entendemos que se apela a que no estén comprometidos con los grupos de poder, que han tenido secuestrado el país.
En política exterior se dan algunos pasos hacia una verdadera independencia sin embargo la realidad económica y política no permite por los momentos ir más allá; por ejemplo, una apertura con China sin que se moleste el gobierno de Estados Unidos del Norte.
La austeridad económica sólo se ha dado en algunos renglones; los altos salarios siguen imperando pese al ejemplo que dio doña Rebeca Santos rebajando su sueldo. El avión presidencial sigue sin venderse y ahora repatria cadáveres de compatriotas; el Centro Cívico Gubernamental cuestionado en campaña por falta de transparencia, se está utilizando y no hay señales que se aclaré lo que se cuestionó en el cercano pasado; la tasa de seguridad se sigue aplicando y se informa que está comprometida hasta el 2029. Aplaudimos los esfuerzos por recuperar la Empresa de Energía Eléctrica y los subsidios que se aplican tanto en el recibo de la luz como en el consumo de combustible, aunque creemos que se pueden adoptar otras medidas de ahorro; por otra parte hay mucho “pose” de funcionarios que creen que aún sigue en campaña electoral y que aún no se dan cuenta que ahora corresponde cumplir, le sumamos problemas de comunicación que presenta el actual gobierno que pese a contar con un respaldo popular, este puede disminuir sino se le informa con transparencia a tiempo.
Se está llegando a los 5 meses de gobierno, dentro de unos meses más, se eligen a magistrados a la Corte Suprema de Justicia y se vislumbra una pequeña crisis sí se surfea bien y dentro de 2 años ya estaremos en un nuevo proceso electoral, por lo que es preciso afinar bien la brújula para llegar muy bien al norte.
