CIUDAD DE MÉXICO, México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró las medidas anunciadas por EEUU la noche del 16 de mayo pasado para restablecer la política migratoria de reunificación de familias cubanas, aumentar los servicios consulares y el procesamiento de visas en la isla caribeña.
«Celebramos que se avance en ese sentido, es un paso, aunque yo quisiera que no hubiera bloqueo [económico], porque es violatorio de los derechos humanos, es una política medieval; no tiene nada que ver con la hermandad que debe haber entre nuestros pueblos y con la fraternidad universal. Hay este avance, aunque sea limitado», dijo el jefe de Estado en conferencia de prensa.
El gobernante mexicano dijo que la política migratoria anunciada por el Departamento de Estado, que encabeza Antony Blinken, no resuelve otro aspecto, el embargo que prohíbe las relaciones económicas con Cuba.
«Son dos cosas distintas: una es esta apertura que debe darse (…), que no exista una política de bloqueo [económico], porque se perjudica a mucha gente, (…), que no se puedan comprar alimentos y que la gente no pueda adquirir lo básico, porque la empresa que venda es sancionada», prosiguió el gobernante.
López Obrador calificó ese aislamiento como «una política genocida».
El otro asunto pendiente es la convocatoria a la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (sureste) del 6 al 10 de junio próximos, a la que México plantea que no sean excluidos países como Cuba, Nicaragua o Venezuela.
«Espero que estos días se logre un acuerdo y que se invite a todos [a la Cumbre], y el que no quiera ir que no vaya», reafirmó.
El jefe del Ejecutivo dijo que esa postura se fundamenta en «el derecho soberano de los pueblos a tener su forma de Gobierno y que ninguna nación, por poderosa que sea, intervenga en asuntos internos».
López Obrador reafirmó la buena relación que tiene con su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Relató la visita que hizo el pasado 5 de mayo su esposa, Beatriz Gutiérez Muller, a la conmemoración anual que la Casa Blanca hace de la Batalla de Puebla de 1862, que libraron tropas mexicanas contra una invasión francesa, fecha que en EEUU es dedicada a la comunidad hispana.
«Hay una buena relación con EEUU, en lo económico, lo comercial, lo migratorio y en la seguridad. Estamos trabajando de manera coordinada; por eso no se debe pensar que, si en este caso de la Cumbre no coincidimos, se va a producir una ruptura, de ninguna manera», puntualizó.
La postura de México es respaldada por Argentina, Bolivia, Chile y Honduras. (Con información de Sputnik).
