(Por: Óscar Esquivel) La palabra agridulce en sí representa contradicción, perteneciente a la figura literaria llamada oxímoron. Para el país propiamente dicho con la extradición del ex presidente Juan Orlando Hernández el día 21 de abril es agridulce.
Con paso firme, mirada serena, compostura segura, sobria, confiado, en avión con número N430JT perteneciente a la DEA y a las 2 y 26 de la tarde fue llevado hacia EE.UU. el exmandatario Hernández.
Continuando con imágenes, circula en la web, una vaca subida en un techo. Y salta la pregunta: ¿Cómo llegó esa vaca ahí? No pretendemos ser groseros con la comparación entre la vaca y el caso que pretendemos abordar, pero resulta necesaria para una mayor ilustración, pues debemos de preguntarnos: ¿Cómo llegó Don Juan Orlando Hernández a la primera magistratura del país? ¿Cómo se sostuvo hasta el final de su carrera política (53 AÑOS)?
Pese a las manifestaciones de inconformidad por la población, Juan Orlando Hernández terminó su mandato de ocho años (2014-2022) como presidente de la república y cuatro como presidente del Congreso Nacional (2010-2014), ¡cuántos males nos hubiéramos evitado!
Don JOH fue extraditado por denuncias en el tráfico de drogas y armas, será juzgado por una nación extranjera que lo sostuvo hasta el final de su mandato. ¿Y los actos de corrupción de los que ha sido señalado en el país? Evidentemente no los pagará por el secuestro de las instituciones operadoras de justicia. Pero acaso ¿sé está haciendo lo necesario por crear una nueva institucionalidad? Para que los hechos no se repitan, como decía aquel informe sobre el golpe de Estado de 2009.
¿Con la extradición del exmandatario se acaban los carteles de la droga en el país? ¡Al rey muerto, rey puesto! ¿Qué de ese negocio redondo que le llaman lavado de activos? Mientras se continúe con la hipocresía por parte de las naciones poderosas en el combate de las drogas, los países pequeños seguiremos con nuestras miserias. Mientras no exista institucional, seguiremos siendo colonia imperial.
Haber tenido un presidente extraditado por narcotráfico es motivo de vergüenza para el país, donde hay muchos responsables en la hechura de su figura. Por supuesto que la marca país está dañada y habrá que reconstruirla con los mejores hombres y mujeres del país.
¿Las nuevas autoridades gubernamentales están caminando para que el país siga su propia agenda y no la de potencias extranjeras? Muchos celebran con la extradición de JOH, es comprensible, pues se llevaron al verdugo ¿Y los que lo alimentaron? ¿Qué de aquellos que sabían en lo que andaba y lo dejaron actuar? ¿Qué de aquellos que establecieron alianzas de diferente tipo en contra de los sagrados intereses de este pueblo?
Que la extradición del azote del pueblo hondureño, sea el punto de partida hacia el desarrollo del país y dejemos de caminar en el mismo círculo.
