Opositores piden pruebas antidoping y que dejen misoginia en el Legislativo

TEGUCIGALPA, Honduras 

La sesión del 6 de abril en el Congreso Nacional fue suspendida por un intercambio de palabras entre el diputado oficialista Sergio Castellanos y la opositora, Johanna Bermúdez y lo mismo volvió a ocurrir este jueves.

La disputa inició cuando se discutía una moción exhortativa relacionada a los empleados que han estado en primera línea.

Castellanos arremetió contra Bermúdez  llamándola  «ladrona» y «corrupta». Al tiempo dijo que «es importante distinguir al nacionalista que llega al Hemiciclo por primera vez y el cachurecón que solo fue observador de los actos de corrupción cometidos en el gobierno pasado».

Expresó: «si señalé a la doctora Johanna Bermúdez de corrupta es porque tengo las pruebas. Es más, sumo en esta lista a Tomás Zambrano».

PRUEBAS ANTIDOPING. Tras la discusión el parlamentario nacionalista Jack Uriarte sugirió a Castellanos hacerse una prueba antidoping o de alcoholemia.

En horas de la mañana Uriarte, se realizó la prueba toxicológica, misma que salió negativa y siguió retando a su colega -Sergio Castellanos- para que haga lo mismo.

Al respecto el diputado Erasmo Portillo externo que «cuando un empleado de una empresa llega a gritar, insultar y patalear, se aplica el reglamento y se despide».

Añadió que «no es normal el circo que se da en el Congreso Nacional».

«Por lo sucedido en el Poder Legislativo eso solicito que se apliquen pruebas aleatorias de dopaje y alcoholemia a los diputados. ¡Respeto a nuestra gente!», arguyó.

MISOGINIA. Por su lado, el jefe de la bancada opositora Tomás Zambrano condenó las acciones violentas contra las mujeres en el Congreso  Nacional.

Agregó que «se les está volviendo costumbre a los diputados del partido Libertad y Refundación (Libre) la violencia de género. Hoy le toco a la diputada, Johana Bermúdez ser víctima de un misógino que la discrimina cada vez que puede».

En ese sentido, la congresista Ariana Banegas expresó que «es increíble, no es posible que ese sea el precio para una mujer que lo único que hace es pedir la palabra para defender al personal de salud».

«Es su derecho, ojalá tome acciones legales y si a ese ‘diputado’ no le enseñaron en su casa a respetar las mujeres, pues que le enseñe el juez», externó.

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