TEGUCIGALPA, Honduras
El diputado Samuel Madrid presentó ante el Congreso Nacional un proyecto de ley de veda forestal con el propósito de detener la deforestación de los bosques hondureños.
La iniciativa consiste en establecer una prohibición por un periodo de siete años, el cual puede ser renovable, para el corte, aprovechamiento y comercialización de árboles como el pino, mangle, caoba, cedro, laurel y ceibo en todo el país.
En el caso de las áreas protegidas de Honduras, la veda sería permanente y por tiempo indefinido aplicable a todas las especies forestales, exceptuando el uso doméstico de leña.
“Es obligación del Estado la preservación y el rescate del medio ambiente. Aunque existe una norma forestal y de vida silvestre, han continuado con una alarmante explotación irracional de los recursos, aumentando la deforestación de los bosques hondureños”, denunció.
Indicó que los factores que afectan a la naturaleza es la tala de árboles que repercuten en la caficultura y la palma africana, incendios forestales, el corte y tráfico ilegal de madera.
Explicó que la veda no aplicaría a la madera proveniente de plantaciones certificadas por el Instituto de Conservación Forestal (ICF).
DIAGNÓSTICO NECESARIO. Por su parte, el vicepresidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Honduras, René Soto, indicó que el proyecto de ley debe someter a un diagnóstico profesional y certificado.
“No nos oponemos, pero debe haber una evaluación de cuencas, subcuencas y microcuencas y con base a ese informe si determina que están deterioradas o degradadas un indicativo es la falta de ríos y quebradas”, dijo.
Detalló que el bosque es el principal suministro energético para la población del área rural y si existe una veda en un lugar determinado afectarían a las personas que residen en sus cercanías.
Agregó que el periodo de la veda puede variar según se pueda restablecer el recurso.
Por último, comentó que ya existe una ley que determina las sanciones contra delitos forestales y les corresponde a las autoridades ejecutar acciones.
“Si el bosque está en su momento de aprovechamiento se debe seguir el plan de manejo, el problema es que no hay un seguimiento de las autoridades, entonces sucede la agricultura migratoria y el suelo cambia de uso forestal a agrícola”, concluyó.
