Prestigiosa revista The Economist vuelve a califica a Honduras como un «régimen híbrido»

Redacción El Pulso15 febrero, 2022

TEGUCIGALPA, Honduras

La Unidad de Inteligencia de la revista The Economist en su Índice de Democracia 2021 calificó a Honduras bajo como un régimen híbrido (democrático autoritario).

Según el informe, la democracia hondureña ha tenido un deterioro luego del golpe de Estado en 2009 al exmandatario, Manuel Zelaya.

El jurista Rafael Jerez indicó que en el caso de Honduras, la elección del 28 de noviembre en la que ganó la presidenta Xiomara Castro, «puede ser un terreno fértil para que mejore el posicionamiento del país para el próximo año».

«Honduras, en 2006 era todavía una democracia débil que en realidad era una buena clasificación pero después del golpe de Estado bajó a la categoría de régimen híbrido y desde ese entonces no hemos salido de esta categoría», acotó.

Explicó que este índice de democracia califica cinco subcategorías y de ellas Honduras solo subió su porcentaje durante el proceso electoral y «esa alza se debió a la rotunda victoria de Xiomara Castro en las elecciones y la forma en que se produce después de la controversia que han generado los procesos electorales anteriores».

Señaló que las subcategorías en las que hubo un descenso son funcionamiento del gobierno y cultura política, «quizá el aprendizaje más valioso que nos deja este índice es que la democracia no termina con las elecciones».

Puntualizó que las características de un régimen híbrido son los países en que los procesos electorales usualmente no son libres ni justos.

También prima la corrupción y la ausencia de la independencia de poderes, tampoco tienen un sistema de justicia independiente, y donde el partido que está en el gobierno utiliza ese poder para perseguir opositores.

Otro aspecto que toma en cuenta el Índice de Democracia, es la libertad de prensa.

En ese sentido el representante legal de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Kenneth Madrid, dijo que la participación masiva de los hondureños en las urnas el pasado 28 de noviembre «no garantiza que seamos un país democrático».

Aseveró que las democracias solo se fortalecen cuando “hay un respeto efectivo a las instituciones democráticas y a la institucionalidad pública».

Destacó que a Honduras le queda un enorme camino por recorrer para alcanzar la posición -democracia débil- que tenía antes del golpe de Estado.

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