TEGUCIGALPA, Honduras
Apenas unos minutos después de asumir como presidenta de Honduras, Xiomara Castro sacudió los mercados cuando le dijo a la multitud reunida en el Estadio Nacional que buscaría reestructurar la deuda del país.
No quedó claro de inmediato si Castro, una activista progresista con poca experiencia en finanzas, simplemente se equivocó o realmente planea dejar de pagar la deuda externa de 13 mil millones de dólares del gobierno, pero el anuncio sorprendió a los inversionistas.
Habían estado negociando los bonos de referencia del gobierno a la par, lo que señala poca preocupación por la posibilidad de incumplimiento e inmediatamente los empujaron a la baja más de tres centavos a un mínimo de 96,4 centavos por dólar.
“Es evidente que el Estado no tiene la capacidad para sostener la estruendosa y asfixiante deuda que estamos heredando”, expresó Castro.
“Es prácticamente imposible cumplir con los vencimientos de la deuda. La única vía es un proceso de reestructuración integral a través de un acuerdo con acreedores públicos y privados”, amplió.
Durante su discurso inaugural el jueves, Castro también indicó que buscaría renegociar un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Igualmente prometió el “socialismo democrático” durante su mandato de 4 años y dijo que aspirarán a renegociar el CAFTA-DR, el tratado de libre comercio de la nación con los Estados Unidos, para mejorar las condiciones de los agricultores.
Se comprometió a hacer que la electricidad sea gratuita para muchos pequeños consumidores y a crear un subsidio a la gasolina, pero también garantizó una “política monetaria y fiscal estricta”.
A la ceremonia de juramento de Castro asistieron la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, el vicepresidente de Taiwán, William Lai y la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. (Con información de Bloomberg).
