TEGUCIGALPA, Honduras
El economista Martín Barahona señaló que la caída de bonos soberanos se debe al conflicto político suscitado en la elección de la junta directiva provisional del pasado 21 de enero.
Indicó que esto no es nuevo, pues cada vez que haya un conflicto político los bonos o préstamos con acreedores internacionales se irán a la baja.
Agregó que las autoridades que estuvieron al frente del Banco Central de Honduras (BCH), «maquillaron las cifras y nos hicieron creer que los bonos hondureños estaban muy bien cotizados y con una de las tasas de interés más baja».
«El problema que se ha visto en la elección de la junta directiva y todo lo que ha pasado después ha hecho que los bonos soberanos presenten una especie de caída, entones esta situación se tiene que resolver rápido y procurar que no surjan nuevas crisis, si no que haya una cierta estabilidad en el nuevo gobierno», puntualizó.
Explicó que debido a que Honduras es calificado como un país de alto riesgo implica que al obtener créditos a través de los bonos soberanos, las entidades financieras cobrarán una tasa de interés relativamente alta.
Dijo que en Honduras se comenzó a utilizar la figura de bonos soberanos desde 2012 y la primera emisión fue de mil millones de dólares y que hasta el día de hoy suman tres mil 500 millones de dólares.
Afirmó, que este tipo de bonos no tiene nada de soberanos, porque lo único que hacen es «comprometer y poner en riesgos las finanzas públicas».
Precisó que en Honduras se esta pagando grandes cantidades de dinero para estos valores y no se le ha esta dando el uso más eficiente a estos bonos, para conseguir resultados positivos.
«Las finanzas públicas de Honduras se han visto muy sacrificadas, estamos pagando grandes cantidades de dinero y el uso que se les ha dado a estos recursos; valga decir a los bonos soberanos, no ha sido el más productivo y esto aumenta el endeudamiento que Honduras», arguyó.
Recomendó a la presidenta Xiomara Castro que se deje de usar los bonos soberanos y que lo mejor que se puede hacer es renegociar los plazos de pago con la banca privada de Nueva York que es donde se emiten estos valores.
