TEGUCIGALPA, Honduras
El dirigente nacionalista, Kilvett Bertrand, opinó que el presidente del Congreso Nacional, Jorge Cálix, está recibiendo el repudio de una parte de la población como consecuencia de los sentimientos que exteriorizó previamente, pero reconoció que se ganó la dirección de ese poder del Estado.
Expuso que actuaciones previas que efectuó como político se están reversando contra él, por lo que Libertad y Refundación (Libre) y otra parte de la ciudadanía no lo aceptan.
«Creo que el rechazo que recibe hoy Jorge Cálix de un porcentaje de la población y particularmente de su partido político es simple y sencillamente el resultado del odio que él ha generado durante toda su carrera política en contra de otras personas», expresó.
«Hoy simplemente se le dio vuelta a él», enfatizó, al tiempo que indicó que su punto de vista es en su condición de ciudadano y no por algún tipo de interés en quién es o no el titular del Poder Legislativo.
Sin embargo, subrayó que ese pensamiento no le hace dejar de ver que Cálix tiene los votos necesarios para presidir el hemiciclo.
Describió que tiene el respaldo en su totalidad del Partido Nacional, una parte de la Bancada Liberal y «una gran porción» de la bancada de Libre.
ACCIONES DE «DICTADURA». Empero, aseguró que la crisis suscitada en los últimos días, que mantiene en zozobra a Honduras, tiene un marcado trasfondo ligado a la nueva administración.
«Esa lucha de poder no me hace dejar de ver el gran contexto, el grave rompimiento del orden constitucional que en este momento se está dando en el país, cuando vemos la enorme injerencia del Poder Ejecutivo sobre el Legislativo», dijo.
Criticó que se hayan vertido presuntas amenazas contra diputados disidentes -incluso al punto de poner la vida en peligro de alguien- porque no votaron como otros querían.
Asimismo, reprochó que se les haya mandado mensajes con insultos y hasta se hayan hecho protestas frente a sus hogares que incluyeron quema de llantas y vandalismo.
Por el mismo lado, mostró su desagrado porque ciudadanos se hayan adentrado en las instalaciones del Congreso Nacional y se mantienen allí en vigilia, lo que calificó como una «toma a la fuerza».
«¿Qué es eso eso de tomarse las instalaciones de la Empresa Nacional de Artes Gráficas para que no se imprima La Gaceta? ¿Qué significa todo eso, sino las las señales más claras de la instauración de una dictadura en el país?», cuestionó.
Señaló que los actores involucrados «esconden» esas situaciones debido a que tienen el respaldo de las últimas elecciones y «creen que pueden hacer lo que quieran e inferir en otro poder del Estado, que claramente la Constitución dice que no se puede».
Dejó entrever que las nuevas autoridades estarían efectuando acciones relacionadas a una dictadura, pese a que, cuando eran oposición, señalaban que era entonces que había un régimen totalitario.
«Ni siquiera han tomado juramente de ley y ya empiezan a aplastar a todos aquellos que no piensan como ellos», acotó.
Mencionó también que se estaría promoviendo una asamblea nacional constituyente pese a que muchas personas no están al tanto de lo que eso conllevaría.
«Muchas veces no saben las implicaciones que esto tiene cuando personas de este corte están al frente de un país y lo que intentan es quedarse en el poder para siempre, como hemos visto ya en tantos países que no vale la pena mencionar», aseveró.
«Los mismos actores del 2009 nos están llevando a una crisis política que lo que hace es afectar a todos los hondureños», sentenció.
