Consummatum Est: Libre se rebela contra Libre por el control del Congreso

Redacción El Pulso21 enero, 2022

TEGUCIGALPA, Honduras 

«El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son», suele decir a menudo el expresidente uruguayo José Pepe Mujica, un exguerrillero que estuvo preso durante 12 años, en la época que las dictaduras militares del cono sur (desde el civilón de Bordaberry hasta el tirano Goyo Álvarez, pasando por Pinochet, Videla, Stroessner, hasta un descendiente de la aristócrata familia italiana Médici en Brasil) decidían quién vivía y quién moría, quién era útil a sus intereses y quién era arrojado desde helicópteros por no cambiarse el chip.

Quizá el llamado presidente más pobre del mundo tenga mucha razón, pues una cosa es estar afuera del poder y otra es gozar de sus mieles. A veces, la falta de una verdadera educación en el hogar, las frustraciones y limitaciones materiales y una clara ausencia de formación política e ideológica hacen que cualquier individuo haga a un lado cualquier promesa, incluyendo aquellos que suelen jactarse que no cederán ante la corrupción. Como bien diría un viejo periodista «con la boca y dedo se puede hacer un potrero».

En el caso de Pepe, él siempre estuvo claro que la política es el arte de servir. En cierta ocasión dijo que «aquel candidato que regala cosas para que lo sigan, no es un líder. Es un comerciante de la política».  Las palabras de Mujica, quien solo sirvió como gobernante por cinco años en uno de los países más estables y democráticos y con mayor esperanza de vida del mundo, cobran fuerza todos los días, a todas horas y en circunstancias excepcionales.

No es que aspiremos a derretirnos en este análisis en los dichos de un líder tupamaro campechano y dicharachero, que entró pobre al gobierno y se fue pobre rumbo a su chacra (casa modesta de campo),  a pasar sus días con una Cucarachita, su difunta perrita coja Manuela y su esposa Lucía Topolansky, sino que los políticos de oficio (todos somos políticos como lo planteó Aristóteles) deberían de comprender de una vez por todas que ese oficio es para progresar y no servirse de los demás.

Y es que con la elección cuestionada, controvertida y salvaje de Jorge Cálix como presidente del Congreso Nacional, demuestra que la izquierda hondureña sigue siendo infantil, sin consistencia ideológica, voluble emocionalmente, dependiente de una sola voz y tan decantada a «coexistir» con las fuerzas de extrema derecha, los grupos de poder y el capital transnacional que ha visto históricamente a Honduras como un botín de guerra. En esta ocasión, se debe exceptuar de culpa al votante que confió en quienes le traicionaron, el espectáculo vivido en el Parlamento solo es una muestra que la vieja y nueva clase política tienen algo en común: si no estás de acuerdo nos vamos a los golpes. Y así fue.

VIEJAS MAÑAS DEL BIPARTIDISMO. En el caso del partido Libertad y Refundación (Libre), se heredaron las zancadillas y triquiñuelas, los chanchullos y las negociaciones por debajo de la mesa, propias del Partido Liberal,  por lo que tampoco debería resultar hasta extraño que el grupo de 20 congresistas se fuero por su lado para llevar a Cálix a la presidencia del Legislativo, a Yahvé Sabillón como vicepresidente y Beatriz Valle -la intérprete de la canción revolucionaria hasta siempre comandante Che Guevara, de Carlos Puebla-, a cambio del amplísimo apoyo rojiblanco y los 44 nacionalistas.

Esta parte se asemeja a la afamada película Van Helsing, cuando su protagonista se empecinó en cazar hombres lobo y se terminó transformando en lo que juró combatir.

Eso mismo pasó con los 20 legisladores, incluyendo un galeno que se declaró en televisión abierta ser el «quinto hijo de Mel«, el virus del poder los convirtió en los hombres lobo de la política vernácula.

TRES VISIONES SOBRE LA NUEVA CRISIS POLÍTICA. Es necesario traer a la mente la advertencia que hizo en 2011 uno de los dirigentes de Libre, Ricardo Salgado y que no pierden vigencia: «La izquierda hondureña no debe jugar al infantilismo, y aprender a ser consecuentes con la lucha del pueblo, deduciendo que no estamos solos en el teatro de operaciones, que existe un adversario, al que tenemos acostumbrado a darle la espalda para que haga lo que le plazca, perdidos en un ir y venir permanente de quejas contra el sistema, sin opción de cambiarlo. Nuestra posición debe estar intrínsecamente ligada en avanzar en la búsqueda de resultados, Mientras llegan más informes, seamos sensatos, la discreción y agilidad de nuestros dirigentes es ahora más importante que nuestras disputas, está en juego un momento histórico definitorio para Honduras».

Desde una visión más pragmática, el analista Luis León valoró lo ocurrido en el hemiciclo: «Hubo tres errores: el calificativo de traidores, dicho por la presidenta, quiebra la relación y la base se crispa. Xiomara hubiese dicho que reflexionen; el segundo error es del secretario Gobernación (Leonel Ayala) y lo correcto era darle la palabra la bancada mayoritaria para que propusiera a Luis Redondo y se hubieran ido a votación y luego darle la palabra a Beatriz Valle para que propusiera su nómina y lleva al tercer error que se fueron encima de ellos mismos y manda mensaje que el partido está dividido y hay un problema partidario que se está llevando de frente al Congreso. Lo que le está pasando a libre es la novatez de gestionar un gobierno».

En una perspectiva estructural, el sociólogo Armando Orellana advirtió que «es una crisis que se produce en función de grupos fácticos y una cultura política de manejar el Congreso como un trampolín. Se deben cumplir los acuerdos suscritos que terminó refrendando la sociedad con Libre y el PSH. Con esta crisis hay intereses de grupos oligárquicos que quieren tener el control del país con negocios y esquemas de impunidad; no son conflictos de carácter personal, va mas allá de ellos, grupos de enormes intereses tanto internos como externos y se abre una nueva etapa en la que se redefinirá hacia dónde irá el país y es una oportunidad para ver si se sigue adelante o va hacia atrás».

«Se debe revertir esa matriz de vínculos con el crimen, el darwinismo neoliberal, las Zedes y la destrucción de la idea del Estado nación. Es lamentable que en el Congreso haya la primera gran batalla y esa jugada estuvo bien organizada en el silencio y puso en evidencia las prácticas de la política tradicional», afirmó Orellana a El Pulso.

QUO VADIS, LIBRE? Lo ocurrido el 21 de enero, marcará una ruta crítica que deberá aclarar la presidenta Castro. Si bien se debe respetar la independencia de poderes (o los pesos y contrapesos como lo planteó Montesquieu en el Espíritu de las leyes), pero en política, la palabra empeñada debería ser la norma y no la excepción.

Ya comenzaron los ataques de enardecidos activistas a quienes traicionaron el mandato de que Luis Redondo sería el presidente del Congreso, apenas unos cuantos están regresando al redil, Beatriz Valle se desahogó en la televisión abierta al culpar a Zelaya de no defenderla de los ataques que sufrió del periodista fallecido David Romero, la dirigencia nacional, regional y local está reafirmando su lealtad al coordinador general y a la presidenta, los opositores despotrican cuan críticos de cine para desdeñar el papelón de Libre que, como lo recalca León, está pagando la novatez de ser gobierno. ¿Será que se les olvidó la experiencia de cómo se organizó el Gobierno del Poder Ciudadano?

Pareciera que se reedita este primer gran escollo que debe afrontar Libre con el libro Quo Vadis? del escritor polaco Henryk Sienkiewicz, basada en el martirio de Pedro, el fundador de la iglesia Católica, cuando huía de la persecución del sanguinario emperador Nerón, halló en el camino a Jesús y le preguntó: quo vadis, domine? (¿Adónde vas, señor?) y su interlocutor le respondió: Romam vado iterum crucifigi (Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez porque mis propios discípulos me abandonan), por lo que Pedro, se vio obligado a volver para ser martirizado.

¿Será que los que traicionaron la línea de partido se volverán los nuevos Pedro y deberán ir al martirio como una forma de purificar su pecado original de no estar de acuerdo con la línea partidaria? ¿Quién está dispuesto del grupo de los rebeldes a pagar los pecados que cometieron de ir en contra de Manuel Zelaya y la presidenta Xiomara Castro?

Reiteramos, se debe excluir a la sociedad de esta premeditada acción (en política no hay inocencia, todo tiene un sentido y un propósito). Parece que los actores supieron actuar bien y tampoco caeremos en leyendas urbanas y teorías de conspiración en cuanto a lo ocurrido y lo que pasará durante los próximos cuatro años. Tememos que George Orwell se queda corto con su sátira Rebelión en la Granja de 1945. La política en Honduras da para reeditar cuanto libro fuese posible y cuanta película exista en la actualidad.

Todo parece indicar que Xiomara no tendrá el Congreso a su favor y deberá gobernar con una población movilizada; un Parlamento que bloqueará cuanta iniciativa envié la mandataria y, si los ánimos se caldean con el inestable Nasralla y el PSH, quedaría al filo del precipicio y su cabeza en guillotina si así lo quieren los que una vez le juraron lealtad y pactaron camionetas blindadas e impunidad. Restará ver qué pasos tomará Castro en su mandato y cómo logra mantener ese delicado equilibrio que le podría generar un contundente éxito en su gobierno o su caída como ocurrió con Zelaya en 2009. Consummatum Est. 

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

Derechos Reservados 2019-2021