TEGUCIGALPA, Honduras
Entre fotografías, abrazos y hasta lágrimas se concluyó este jueves, durante una reunión semipresencial, la cuarta y última legislatura del Congreso Nacional del período 2018-2022.
En la jornada, cuyo inicio estaba pactado para las 10:00 de la mañana pero fue alrededor del mediodía, se discutieron -y aprobaron- los últimos dictámenes, se hicieron distinciones especiales y disertó el presidente saliente del Poder Legislativo, Mauricio Oliva.
MÁS REFORMAS Y CONTRATOS. Entre los primeros puntos de la ocasión estuvo la aprobación de varios contratos por servicios tecnológicos adquiridos por Servicio de Administración de Rentas (SAR) que, dado que su vigencia se extiende más allá del período de gobierno, debían ser evaluados por los congresistas.
Igualmente, se aprobó al Banco Central de Honduras (BCH) el traspaso definitivo -y de manera gratuita- al Ministerio Público del inmueble donde funcionaba anteriormente su edificio anexo.
Los diputados también accedieron a una nueva amnistía vehicular, un beneficio relacionado a los automotores cuya importación era prohibida e ingresarlos al país conllevaba un trámite oneroso.
Además, asintieron a una reforma a la Ley de Telecomunicaciones y una transferencia de un terreno del Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) a la Secretaría de Finanzas.
CONDECORACIONES. El presidente del Legislativo fue el encargado de entregar la distinción de Gran Cruz con Placa de Oro y su respectivo diploma a la diputada Martha Concepción Guevara -quien fue reelecta por novena ocasión- debido a su «gran trayectoria y representación a la mujer».
El mismo reconocimiento se le otorgó al experimentado congresista Oswaldo Ramos Soto «por su servicio a la patria». El jurista no fue favorecido para integrar la cámara legislativa nuevamente.
Por otra parte, se entregó una distinción de agradecimiento al saliente embajador de Chile en Honduras, Enrique Barriga Larraín.
DESPEDIDA. Durante su discurso de cierre tras dos períodos al hilo como presidente, Oliva expuso que el pleno de diputados construyó puentes de entendimiento y consensos que permitieron, entre otros aspectos destacados, unos comicios generales ejemplares.
«La historia con reposo y objetividad va a juzgar el accionar de este Congreso, pero yo rescato el hecho de que fuimos capaces de superar algunos ánimos de confrontación para construir cosas como una nueva Ley Electoral, algún día lo van a valorar en su verdadera dimensión», describió.
«Tal vez alguna legislación no fue perfecta pero fue una buena aproximación que nos permitió ir a un proceso electoral inédito, tranquilo, en calma y con resultados veraces, fue un enorme avance», agregó.
Aseguró que el gobierno saliente entrega un país en paz y que, en buena parte, esa es una ganancia propiciada por el poder estatal que lideró.
Destacó que a lo largo de la legislatura se respetó el derecho a la libertad de expresión, una cualidad que -puntualizó- se logra en las democracias y no en gobiernos de corte totalitario.
Finalmente, deseó la mejor de las suertes a la nueva administración y dijo que espera que la bancada del Partido Nacional -a la que calificó como «la mejor del mundo»- contribuya en la misma con su compromiso patriótico para hacer un mejor país.
La mayoría de los diputados que asistieron al evento fueron del oficialismo, pues la mayoría de los integrantes de las bancadas opositoras externó con antelación que no acudirían.
Varios de los presentes no ocuparán un curul en la próxima legislatura, por lo que manifestaron sentimientos de nostalgia y tomaron fotografías a las placas que tenían sus datos de identificación en el hemiciclo.
SIN JUGOSOS «DERECHOS» LABORALES. «Nos vamos satisfechos por la labor en el Congreso y siempre con la frente en alto. Cumplimos la voluntad del pueblo», expresó el diputado saliente Samir Molina.
Hizo un cuestionamiento sutil a los funcionarios que hicieron la gestión para cobrar jugosas prestaciones laborales al término del tercer gobierno nacionalista consecutivo.
«No tenemos derecho a prestaciones, estos puestos no son eternos, sino de representación del pueblo. Queremos participar siempre por los cambios para una Honduras mejor; desde cualquier trinchera voy a seguir sirviendo a mi país», aseveró.
PERÍODO INUSUAL. El periodista y congresista saliente por el Partido Nacional, Selvin Rueda, hizo hincapié en que fue un período atípico debido a que por casi dos años se hicieron sesiones solo digitales argumentando los peligros de la pandemia del coronavirus.
«La campaña para los diputados actuales fue bien activa. Estar de manera virtual no es lo mismo; incito al nuevo Congreso, para gestionar y hacer más proyección a los departamentos, que se hagan de forma presencial», comentó.
VOTO DE CASTIGO. Además, Rueda reconoció que hubo autoridades del actual gobierno que cometieron errores, pero libró de responsabilidad a los legisladores.
«Algunos funcionarios cometieron errores pero los diputados no teníamos culpa; nosotros aprobamos los presupuestos, pero otros los ejecutan», dijo, al tiempo que señaló que acepta el castigo del pueblo, mismo que derivó en que no fuese reelecto en Choluteca.
AMBIENTE DE PAZ. Por su parte, el liberal Víctor Barahona dijo que se presentó a la sesión para felicitar a los ganadores que seguirán en el engranaje gubernamental en el próximo período y para cumplir su deber como parlamentario hasta el último día.
Señaló que los cuatro años fueron complicados en el ámbito político y económico, pero externó su felicidad porque las elecciones generales se hayan desarrollado de forma pacífica y transparente.
«El pueblo hondureño habló en las urnas. Felicitamos a los amigos de Libertad y Refundación (Libre) y esperamos que ellos también sean protagónicos de ese cambio que se requiere enfrentando los grandes desafíos que tenemos los hondureños», sentenció.
