Ramón Sabillón: el doble agente que quiere ser secretario de Seguridad

TEGUCIGALPA, Honduras 

Ramón Sabillón Pineda supo ganarse, mediante su personalidad y sus subterfugios, el carisma de una sociedad que se hartó de la corrupción dentro de la Policía Nacional y de la cuestionada administración nacionalista. Su fama se la forjó al hacer un operativo, a espaldas de Juan Orlando Hernández, que culminó con la caída de uno de los cárteles más despiadados que ha tenido Honduras: el de los hermanos Valle Valle.

Haber dicho ante las cámaras de televisión que tales narcos le dijeron del porqué «no perseguía al cártel cachureco» y refugiarse en EE.UU. luego que denunciara que le quitaron protección y mucho antes se atrincheró en su oficina cuando el mandatario mandó a removerlo del cargo para colocar a un oficial dócil a sus dictados, ya comienzan a arrojar frutos: su inminente nombramiento como secretario de Seguridad.

Hemos decidido en esta ocasión no hacer símiles, sino ir al grano para saber quién es Sabillón y cuál ha sido su papel en una de las épocas más oscuras de la historia de Honduras. ¿Qué tan comprometido está el general en retiro, de baja estatura y de aspecto bonachón en el combate a la delincuencia organizada? ¿Es un enviado de EE.UU. para ser un control del gobierno entrante de Xiomara Castro y su partido Libre para evitar coqueteos con la izquierda? ¿Es en realidad doble agente, al servicio de la DEA y de los narcos?

SABILLÓN Y EL SENTADO. Según el libro Tierra de Narcos del escritor Óscar Estrada que en sus investigaciones, una de sus fuentes le confió algunos secretos que envuelven al general en retiro que es visto como la esperanza de adecentar la seguridad pública:

—¿Cuál era la relación de Sabillón con los Valle Valle?
Todo mundo trabajaba con los Valle. El Sentado (nota de redacción: Amílcar Leva Cabrera es hermano de Wilfredo Leva Cabrera, un reconocido robacarros) trabajaba con ellos, les llevaba producto. Si vos tenías un poquito de poder buscabas a los elementos más eficaces, que en ese momento eran generales. Vos tenías en tu cartera la libretita con los nombres de ellos. Todos ellos figuraban. Panchamé estaba más que contado y te podría decir cuarenta nombres de altos oficiales quienes, a la hora de tener un problema, tenías que llamar.
Antes de que actuara Sabillón para hacer los operativos contra los Valle, ninguno de los generales lo hizo porque estaban pagados. De hecho, una vez agarraron a Luis Valle en Copán. Había llegado el presidente a la ciudad y Luis Valle venía en su carro, la guardia de honor le hizo parada y él no paró. Entonces lo siguieron. Él se fue a esconder a un hospital que era de ellos y allí lo capturaron. En el carro encontraron 2.000.000 de dólares, pero a los tres días ya nadie sabía nada. Eso quedó documentado en La Prensa.

—¿Y Sabillón era traqueto?

Sabillón trabajaba con los traquetos y con la DEA. Era uno de sus brazos más cercanos, les colaboraba. Pero la DEA no sabía que el brother jugaba con las dos piernas, que tiraba zurdazos. De ahí le vinieron los problemas a Sabillón, porque ha querido buscar negociaciones con ellos, pero a ellos no les sirve lo que él pueda decir.

—¿Ya no necesitan la información de Sabillón?
Él se ofreció, pero ya no le paran bola. Él supo cuando pasó lo de El Sentado y de dónde venía el vergueo, porque él había estado ese día en la finca de Tony Hernández con El Sentado. ¿Haciendo qué? Solo
ellos saben. Tal vez estaban hablando de fútbol, porque El Sentado patrocinaba a los equipos de fútbol de Yojoa. Se dice que cuando El Sentado ya venía de vuelta para su propiedad, hubo un operativo de la policía cerca de la entrada. Bajaron a la seguridad, al chofer y a la escolta, pero al carro de atrás lo dejaron solo para que lo mataran. Ya estaba la seguridad hablada.

Desde luego que esa revelación dista mucho del discurso del comisionado que podría liderar la política de seguridad en una de las naciones más violentas del mundo, donde el narcotráfico se enquistó desde la cúpula hasta la base. O como bien le diría el capo Ismael Mayo Zambada al fallecido periodista mexicano Julio Scherer que «el narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción».

SERVIR A DOS SEÑORES. Hasta el evangelista Mateo dejó plasmado en la Biblia que «nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas». No obstante, en la vida cotidiana, quedar bien con dos dioses ya es una costumbre.

Si no cree, le refrescaremos la mente: Dijo a periodistas tras su salida de la fuerza que “soy el único funcionario que sabia a nivel del Estado de esas operaciones, quiero dejarlo claro y subrayado ante la población hondureña, esa razón fue la que influyó para que diera mi destitución; eso era una orden de captura yo no necesito autorización porque esa era mi función como director (sic.)”.

En otra intervención dada al extinto canal de televisión Globo Tv, sobre la captura de los hermanos Valle Valle que Tv que uno de ellos lo increpó y le consultó del porqué «no hacen nada con el otro cartel del Partido Nacional».

– General, ¿esto es político?

-Bueno, le digo yo, para mí es una orden de captura y la cumplo a secas.

-No, me dice, yo aporto al Partido Liberal y me persiguen porque soy liberal.

-Y ¿qué aporta usted? Le digo.

– Bueno, eso lo dejo, me dice.

– ¿Aporta en camisetas, financia campañas?

– Sí, me dice, financio campañas políticas.

– Y me increpa él, y por qué no hacen nada con el otro cartel del Partido Nacional o el cartel cachureco.

– Ah, ¿sí?, bueno dígame un nombre porque no los conozco.

– No, el alcalde de El Paraíso.

– ¿Y cómo se llama el exalcalde de El Paraíso?

– Chande, Alexander Ardón, me dice.

– Ah, está bien, no lo pierdo de vista.

-Y el hermano no trabaja con él, me dice.

– ¿Y el hermano de quién?, le digo.

– No, usted ya sabe, me dice, del hombre.

– ¿Y quién es el hombre?

– Ah, usted ya sabe.

– Bueno, le digo yo, si usted paga ¿por qué ahora le libraron la orden de captura? Y no tuve otra alternativa que capturarlo a usted.

– Mire, general, ya no aguanto a esos políticos hijos de puta extorsionándome.

– ¿Por qué lo extorsionan?, le digo yo.

– Mire, es que ya no me da para pagar tanto.

– ¿Qué pagan ustedes?

– Pago cuotas, pago por la bajada de la avioneta, pago por el radar, pago porque no se levanten los aviones para que nos intercepten, pago boletos, mando cariñitos, entiéndase cariñitos un maletín lleno de dinero que va para altos funcionarios del Estado: defensa, seguridad, los altos titulares de los poderes del Estado y otros, por ejemplo: Soptravi (la extinta Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda).

– Deme nombres y yo con todo gusto inicio los procedimientos.

– No, general, lo que le digo se lo digo porque creo que usted tiene la buena intención y es un hombre correcto, pero el resto de los nombres yo los llevo para hacer negociaciones en EE.UU. y allá vamos a decir lo pertinente.

En una intervención en Frente a Frente, según el libro de Estrada,  «Jamás me voy a dejar ‘jetiar (humillar)’ por un narcotraficante, ni por ningún cabecilla de red criminal, mejor me voy hasta las últimas
consecuencias contra él».

REPROCHAN SILENCIO DE COMISIONADO. En las antípodas, el también comisionado y purgado de la Policía, Henry Osorto, cargó contra Sabillón al exteriorizar que se necesitan personas honradas al frente de la Secretaría de Seguridad y a «las personas se conocen no por un hecho, sino por una carrera policial de 20 o 30 años, (Ramón) estuviste en puestos claves donde se manejaba el trasiego de la droga y nunca hablaste”.

Resulta curioso que el virtual secretario de la Seguridad del gobierno entrante haya tenido tan estrecho apoyo de EE.UU. durante su mandato como director de la Policía. En la rueda de prensa de esta semana, donde participó con los cuadros clave de la transición, le preguntaron si había tenido protección de Washington y si colaboró con las agencias de protección de la ley. El silencio y cambio de tema fueron la respuestas que dio este personaje.

Todo apunta -cabe también el error- que Ramón Sabillón sea el doble agente que pueda convertirse en un potencial peligro para la administración entrante. Solo será cosa de tiempo.

Pensábamos en estas Mieles del poder hacer un símil entre el exoficial y una de las sagas de la Guerra de las Galaxias el retorno del Jedi o basarnos en la parábola del hijo pródigo. A veces, es necesario valorar de manera fría los hechos. Al fin y al cabo, entre cielo y tierra no hay nada oculto y el tiempo dará la razón a quien la tenga. Es cosa de tener paciencia y esperar.

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