TEGUCIGALPA, Honduras
Han pasado seis días desde que Angie Samanta Peña, una joven emprendedora de 22 años, desapareció en medio de un viaje que hizo junto a su familia desde Tegucigalpa -de donde es originaria- a la isla de Roatán, causando conmoción.
La búsqueda se centró inicialmente por medios aéreos y marítimos -incluso con la participación de buzos- en las aguas caribeñas, pues fue vista por última vez cuando salió junto a su hermana, Lizzy Peña, para hacer actividades recreativas a bordo de motos acuáticas.
La posibilidad de que estuviera a la deriva en altamar se sustentó, además, porque un vaciado a las cámaras de seguridad en edificaciones aledañas confirmó que Angie se adentró en el mar cuando Lizzy regresó a dejar al guía que las había acompañado.
No obstante, después de un vasto registro por las aguas que se extendió incluso a las costas de Belice, no se encontró todavía ningún rastro de Angie, su ropa o la jet ski, lo cual, según expertos, es atípico si realmente sufrió un accidente.
Por tanto, su familia, que ha pedido una cadena de oración por su hija y también donaciones para costear la ardua labor de búsqueda, comenzó a barajear nuevamente la posibilidad de que haya sido víctima de la delincuencia organizada y esté privada de su libertad en tierra firme.
«No hay indicios de que se encuentre en altamar, no hay nada de sus prendas, el chaleco salvavidas, la jet ski o su cuerpo», dijo esta mañana el padre de la joven, Walter Peña.
«Se ha hecho un barrido de lo humanamente posible, más no se puede; se ha buscado a través de helicóptero, con embarcaciones privadas, la Fuerza Naval, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y otras autoridades», agregó.
Por tanto, hizo un llamado para que las autoridades continúen con las labores en tierra, pues estiman que podría haber sido objeto de un rapto o, específicamente, un caso de trata de personas.
«Primero le dimos prioridad a la vida de ella por si estaba en el mar, pero ahora estamos pasando a la instancia de que se haga una indagación más concentrada en la isla», aseveró.
VERSIÓN POLICIAL. Aunque es probable que la búsqueda se reoriente, el jefe de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Rommel Martínez, externó que sostienen la hipótesis principal de que se trató de una situación accidental en el agua.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de evaluar otros escenarios en los que podrían haber participado terceros.
«Estamos constatando otras circunstancias que podrían derivar responsabilidades de algunos actores, pero lo tenemos a nivel de conjetura», dijo.
LLAMADO A LA FUTURA PRESIDENTA. Michelle Melgares, la madre de Angie, clamó a la gobernante electa de la nación, Xiomara Castro, para que aporte a su desesperada misión de dar con su paradero.
«Por favor señora presidenta Xiomara Castro, ayúdenos a buscar a mi hija. Usted es madre y comprende mi dolor», expresó.
A través de sus redes sociales, Angie exteriorizó en su momento su apoyo a la coalición opositora y que ejerció su sufragio a favor de la ahora primera mandataria electa del país.
ESFUERZOS NO PARARÁN. Por su parte, Lizzy Peña se pronunció ayer, miércoles, mediante su cuenta de Twitter para agradecer el sustento – tanto espiritual como monetario- que han recibido en el propósito de rescatar a su hermana.
Además, enfatizó que ellos sostienen que Angie está viva y, por ello, no desistirán en su afán de encontrarla.
«Nadie conoce más a mi hermana y su corazón que su familia y sus seres queridos, es por eso que venimos con la noticia que no nos detendremos (…) pronto la tendremos en casa. Gracias por su apoyo», escribió.
«No perdamos la fe, que es lo único que nos mantiene de pie. Seguiremos haciendo todo lo humanamente posible. ¡Nuestro anhelo más grande es ver su sonrisa de nuevo!», sentenció.
Angie Peña recién se graduó en agosto de una universidad privada en la capital. Vende ropa colombiana en línea y es una joven que realiza con asiduidad actividades en favor de las personas más necesitadas.
