TEGUCIGALPA, Honduras
En una entrevista que hará este miércoles con la presidenta electa, Xiomara Castro, se definirá si el exjefe de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, se convertirá en el titular de la Secretaría de Seguridad para el próximo gobierno.
«Lo que ella decida será mi aporte», dijo en una reunión que sostuvo con la comisión de transición la tarde del martes en un hotel capitalino, aunque ya se ha confirmado que ocupará un cargo importante en materia de seguridad para los siguientes cuatro años.
Mientras se hace público el rol que tomará, Sabillón hizo hincapié en que la búsqueda de salvaguardar la integridad física de los hondureños requiere de un cambio drástico, un golpe de timón.
Aseguró que no llega con instrucciones, pero apuntó que hay una serie de metas de país que es imperativo cumplir para garantizar el bienestar de las personas y una sociedad que viva en paz.
«Mi compromiso es trabajar al 100 por ciento y se van a diseñar los objetivos a todos los plazos», acotó.
NADIE ESTÁ EXENTO. Quien haya cometido delitos será sometido a los procesos de justicia establecidos en la ley, advirtió el general, señalando que no habrá distinción por ideología u otra naturaleza.
«Nadie que haya infringido una normativa, y mucho menos del crimen organizado -que es invasivo para una sociedad- debe escapar a la justicia», aseveró.
Asimismo, comentó que existe un compromiso para destinar los recursos necesarios a los procesos de investigación -mismos que serán con base en hechos- para descubrir a los autores de las fechorías.
Externó que el nuevo engranaje de seguridad también priorizará dar un acompañamiento a las víctimas de los hechos violentos, pues, tras cada crimen -mencionó- hay quienes quedan consternados por la defunción de su ser querido.
FALLAS EN LA POLICÍA. Sabillón aquejó que la Policía Nacional no tendría vehículos propios para sus labores de patrullaje, sino que la flota sería alquilada, pese a las grandes cantidades de dinero que el gobierno actual destina a la seguridad.
«Es una realidad que no hay patrullas, el problema es, ¿dónde está el presupuesto dedicado a eso?», aquejó.
En tal sentido, subrayó que la situación debe pasar por un proceso de transparencia para hacer un replanteamiento y tomar decisiones.
También, expresó que deberán trabajar mucho con la escala básica de la Policía ya que los agentes habrían sido despojados de las facultades que tenían alusivas a su labor.
«Han sido prácticamente invisibilizados en su dignidad humana y minimizados en su actuación policíaca. Casi les quitaron las normas de actuación que tenían; son parte de una Policía que figura, pero que no hace», cuestionó.
Sobre una posible extinción de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), indicó que es una decisión que se debe tomar al más alto nivel de las futuras autoridades después de un concurso de ideas.
DEPURADOS. «Lo que en derecho se hace, en derecho se quita o ratifica», dijo al ser cuestionado sobre qué pasará con los policías que fueron removidos de la institución por la comisión depuradora, incluyéndole a él.
Agregó que la justicia tiene que dar respuesta a los procesos que hayan sido iniciados al respecto, pero que él, como próximo funcionario, no acudirá a las instancias correspondientes porque considera que sería una falta de ética proceder contra el propio Estado, aunque tenga el derecho de hacerlo.
¿INJERENCIA DE EE. UU.? El integrante de la comisión de transición, Héctor Zelaya, descartó que la llegada de Sabillón responda a una petición o exigencia del gobierno de EE. UU.
«La decisión del general es una muy valiente. Para medidas valientes se necesitan acciones valientes como, en este caso, aceptar ser parte de un gobierno», declaró.
«Nosotros no obedecemos a instrucciones, nos debemos al pueblo y a nuestra patria», aseveró.
Además, ratificó que la futura gobernante, Xiomara Castro conversará con el ex jefe policial, escuchará sus ideas y luego tomará una determinación bajo su premisa de construir una Honduras segura, libre y democrática.
