Crisis energética: hondureños cerraron 2021 con apagones en días festivos

TEGUCIGALPA, Honduras

Sometidos a una lamentable paradoja pasaron las fiestas de la época muchos hondureños, pues el distribuidor del servicio energético les deseó felicidad en Navidad, pero, en muchos casos, fue precisamente la carencia de energía eléctrica lo que truncó sus planes.

Una gran cantidad de usuarios reportó el 24 de diciembre, en las redes sociales de la Empresa Energía Honduras (EEH), la falta de electricidad, principalmente en Francisco Morazán.

Las denuncias indicaron que por varias horas no hubo servicio en comunidades de Valle de Ángeles y algunos vecindarios de la capital.

En Tegucigalpa y Comayagüela, se especificó que resultaron afectados los habitantes de las colonias Hato de Enmedio y Nueva Danlí, así como de las residenciales Honduras, Lomas del Dorado y El Tablón.

«Tanto mantenimiento supuestamente para ofrecer un mejor servicio y en pleno 24 de diciembre muchos están sin energía…» aquejó el usuario Anuar Benguché en Facebook.

«Ah sí, Feliz Navidad, nos quitaron la energía. ¡Bravo!», ironizó, por su parte, Raquel Funes.

«Y quitando la luz a cada rato el mero 24, ¿cómo vamos a tener bonitas fiestas?», expresó Dulce Hernández Morales.

Además, un empresario tuiteó que en su área -en Tegucigalpa- la normalidad del servicio se cortó tres veces en solo 15 minutos, lo que podría dañar sus electrodomésticos.

«¿Quién se hace responsable de los aparatos electrónicos de nuestros hogares?», cuestionó.

Sin embargo, la problemática no fue única de la celebración navideña, sino que también se hizo presente en los festejos de fin de año.

En los comentarios, decenas de personas aquejaban la ausencia del fluido eléctrico en La Lima, Cortés el 31 de diciembre.

Aunque no hubo una respuesta de EEH, otros usuarios advertían que el problema se debió a que un vehículo impactó contra un poste de tendido eléctrico. Sin embargo, pasaron las horas y la molestia por la situación persistió.

«Sean más serios. Todo un 31 sin luz, ¿no pudieron quitarla otro día?», criticó al respecto Paola Murillo.

Un escenario similar ocurrió este sábado, primer día de 2022, en el que al menos cuatro zonas del país reportaron la interrupción de la energía eléctrica.

Los usuarios hicieron su denuncia bajo un video que publicó el distribuidor deseando un feliz y próspero año nuevo; detallaron que partes de La Ceiba, Choluteca, Ocotepeque y Catacamas no gozaban de la luz artificial, lo que valoraron como un inicio con el pie izquierdo de 2022.

«Tiren la energía en Ocotepeque; increíble, solo horas del inicio del año y ya están jodiendo«, señaló Gustavo Adolfo Franco.

«Y sin luz aquí en Catacamas, ¿cuál feliz año nuevo?», cuestionó Keidy Jiménez.

PANORAMA CAÓTICO. Pese a los esfuerzos hechos por diferentes actores ligados al rubro energético, Honduras atraviesa una crisis energética, con una Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) que sostiene una deuda superior a los 80 mil millones de lempiras.

Asimismo, tiene cobranzas a los abonados por más de 13 mil millones, de los cuales al menos tres mil 400 son por el consumo de las instituciones públicas.

Otro de los problemas graves de la estatal es el oneroso adeudo a los generadores de energía que, de acuerdo a cálculos de la Asociación Hondureña de Productores de Energía Eléctrica (AHPEE), supera los 11 mil 500 millones de lempiras, equivalentes a siete facturas.

El exgerente de la ENEE, José Manuel Arriaga Yacamán, apuntó que podrían producirse apagones en el país a consecuencia de la vasta deuda con los generadores.

En 2015, durante el primer período de gobernanza del mandatario Juan Orlando Hernández, se concretó la llegada de la Empresa Energía Honduras (EEH), de capital colombiano, con el propósito de que esta se encargara de recuperar las pérdidas en el sistema de distribución.

El contrato suscrito establecía que las pérdidas debían de reducirse de un 31.95 por ciento a 14.95 en los siete años y medio de contrato, sin embargo, no cumplió con lo establecido y, más bien, el porcentaje aumentó.

Por tanto, Hernández amenazó desde 2018 con hacer una intervención al distribuidor, misma que se concretó el jueves 2 de septiembre de 2021, cuando varios funcionarios tomaron posesión de la oficina de EEH.

Se definió que la comisión interventora quedaría a cargo por 12 meses bajo la meta de alcanzar el objetivo original de reducir las pérdidas técnicas y no técnicas.

El gerente de distribución de la ENEE, Raúl Díaz Marcía, dijo a El Pulso que tras el primer de operación de la interventora se registró una disminución en las pérdidas de hasta un 1.5 por ciento.

Además, previó que al término del año al mando, podrían conseguir una merma de 4.5 a seis por ciento. Ese sería solo un buen primer paso para un sombrío camino que rodea a una estatal eléctrica prácticamente en quiebra.

En octubre de 2019, JOH inició un proceso de ordenamiento, automatización y modernización de las finanzas de la ENEE, pero no se han visto efectos significativos.

Los ojos están puestos ahora sobre la administración entrante, que será liderada por Xiomara Castro, la primera presidenta del país y en cuyo plan de gobierno se describen varias acciones con las que buscarán rescatar la institución.

PROPUESTA DE CAMBIO. En la hoja de ruta que estableció la presidenta electa se describe que se buscará rescatar, con su propia capacidad técnica, a la ENEE para ponerla al servicio del pueblo hondureño.

Para cumplir ese objetivo, propuso hacer una revisión y cancelación -previo pago- de los contratos leoninos de generación y comercialización, así como acabar con las pérdidas técnicas y no técnicas.

Planteó que para transparentar los procesos de contratación de generación eléctrica es imperativo cambiar los actuales acuerdos de compra de energía por un mecanismo de construcción, operación y transferencia.

Asimismo, sugirió la revisión de los contratos y concesiones actuales y un replanteamiento de nuevos modelos para financiar la estatal eléctrica.

Por otro lado, la futura gobernante estimó favorable diversificar las fuentes de energía, buscando que el Estado alcance un 60 por ciento de participación en la generación a fin de garantizar continuidad en el suministro y estabilidad en las tarifas.

Además, el plan contempla que el 70 por ciento de la matriz energética pase a ser renovable, procurando reducir la dependencia de la importación de combustible fósil.

Castro valoró que es necesario implementar una reforma de energía que sea ambiental y económicamente sostenible e incluya un plan de sostenibilidad financiera de la ENEE.

«Una vez saneada la empresa, se podrá invertir», acota el escrito.

También se comprometió a hacer una rebaja a los pliegues tarifarios de energía -convirtiéndola en una de las más baratas de Centroamérica- para beneficio del consumidor y que el empresario pueda competir.

Plasmó que los pobres tendrán energía gratis y se crearán subsidios para sectores de bajo ingreso, las personas temporalmente desempleadas y los discapacitados.

El cambio de gobierno abre la esperanza a solventar la decadencia histórica del rubro, mientras los hondureños esperan que se acaben los nocivos apagones.

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