TEGUCIGALPA, Honduras
Varios partidos minoritarios estarían desapareciendo debido a su mal desempeño en las elecciones generales, el cual que les impediría cumplir con los requisitos mínimos establecidos por la ley.
Un total de seis agrupaciones emergentes están en riesgo de no volver a participar en un proceso electoral en Honduras ya que no suman un dos por ciento del total de votos válidos u obtienen al menos un diputado o alcalde.
Entre los partidos sentenciados estaría el novel Nueva Ruta que lidera el periodista y empresario Esdras Amado López, quien aseguró en muchas ocasiones que la entidad daría la sorpresa en los comicios.
Igualmente desaparecería la Alianza Patriótica Hondureña dirigida por el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez.
Aunque en 2017 la agrupación sumó cuatro diputados, en 2013, su primera contienda, no satisfizo ninguno de los aspectos contemplados por la ley por lo que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) le canceló su personería jurídica, pero siguió existiendo por un fallo del Poder Judicial.
El partido Libertad Democrática de Honduras (Lidehr) está también en una situación complicada, pero continúa luchando por sumar una alcaldía en Intibucá, misma que le permitiría seguir con vida.
Hasta el último cómputo del Consejo Nacional Electoral (CNE) la noche del miércoles, el candidato a edil de Concepción por Lidehr, Pablo Laínez Laínez, aventaja al nacionalista Wilmer Santos por tan solo tres votos tras la contabilización de más del 65 por ciento de las actas.
Otra formación que busca sujetarse de una alcaldía para sobrevivir es Vamos, cuyo infructífero proceso electoral podría salvarse si Elmer Isaías González triunfa en San Isidro, en el occidental departamento de Intibucá.
Sin embargo, la última actualización del órgano electoral lo deja rezagado en el segundo lugar con 326 votos ante los 549 del cachureco Francisco Martínez. Ya se contaron la mitad de las actas en ese municipio.
Los partidos que completarían la nómina de los seis extintos que dejaría esta justa electoral son el Frente Amplio y la histórica Unificación Democrática (UD).
El candidato presidencial de la UD, Alfonso Díaz Narváez, brindó una conferencia de prensa este miércoles confirmando que el escenario es tan real como próximo y su equipo de trabajo asume la responsabilidad.
«Hasta el día de hoy, el partido pierde la membresía y hacemos frente a esta realidad, respetando la voluntad del pueblo y la ley. Hoy deja de existir la membresía del partido», lamentó, con perceptible consternación.
«Esta junta directiva quiso salir con responsabilidad y ser diferentes, transparentes y aceptar los aciertos y desaciertos. Hoy no cumplimos con un objetivo electoral; tenemos que respetar la ley y nos enmarcamos en eso», profundizó.
Sin embargo, apuntó que son varias las entidades políticas que afrontan la misma problemática e indicó que tienen la posibilidad de acudir a la institucionalidad que imparte justicia para reclamar sus derechos, al estilo de la Alianza Patriótica hace un par de comicios.
Externó que tienen varias ideas bajo análisis, pero enfatizó que son conscientes de que no cumplieron la meta y respetarán las normativas.
Entre tanto, dijo que para los próximos días nada más aguardan la declaratoria final del proceso por parte de las autoridades electorales y aprovecharán para reunirse con la militancia en diferentes departamentos. Además generarán informes y liquidarán los gastos de campaña.
«Hemos querido ser responsables, salir y dar la cara. Aceptamos los resultados», insistió, al tiempo que aseveró que asumen los compromisos sin esconderse.
Asimismo, garantizó que la UD no es un partido de maletín o que existe por negocio, sino uno de mucha historia y que cuenta con una estructura.
Lamentó que pese a lo que representa la agrupación para la política hondureña, en esta ocasión el panorama fue diferente. Señaló que se trató de una de las campañas más fuertes que han hecho e incluso él hizo el cierre en seis departamentos, cosa que no habían hecho antes, pero tal presencia resultó inútil.
El experto en materia electoral, Dennis Gómez, aseguró que si la ley se aplica estos partidos no existirían más.
No obstante, subrayó que los representantes podrán recurrir a la instancia administrativa, después al Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y finalmente presentar un amparo ante la Sala Constitucional, mediante el cual ya se revocó en dos ocasiones la anulación de dos agrupaciones políticas.
La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, opinó que la derrota del Partido Nacional en los diferentes niveles electivos «arrastró» a los partidos minoritarios.
Apuntó que hay entidades que se aliaron al oficialismo -como ocurrió precisamente con la UD, que se unió a David Chávez en la capital- pero no les resultó.
El sociólogo Eugenio Sosa se mostró crítico del papel de estas entidades, señalando que «de acuerdo a las ciencias políticas y la sociología política estos no son partidos políticos estos son lo que se llaman listados electorales».
Explicó que estos listados son personas que logran obtener 50 mil firmas pero les favorecen unos mil, dos mil o un máximo de tres mil votantes.
Dijo que ese rol contrasta con el de un partido, mismo que en la práctica representa una porción de la sociedad y logra arraigarse con estructuras políticas y sociales y, posteriormente, tiene la capacidad de disputar el poder.
