TEGUCIGALPA, Honduras
La contundente derrota de Partido Nacional en las elecciones generales incluye los factores del mal manejo de la administración del Estado y una subestimación de la dirigencia política con soberbia ante el pueblo, aseguraron analistas.
El dirigente nacionalista, Roberto Ramón Castillo hizo una critica a su institución política por desconocer muchas circunstancias de cara al proceso electoral.
“El problema de nuestro instituto político y del gobierno, es que no se dieron cuenta que había una juventud que no iba a votar por nosotros y eso no se reflejaba en las encuestas”, indicó.
Asimismo, Castillo enfatizó que la población, en especial la juventud hondureña se cansó de tres periodos de gobierno con grandes problemas que incurrió en una votación masiva para castigar al oficialismo.
“Algo raro pasó, los votos de las elecciones internas no se reflejan ahora. La situación no era construir puentes, sino resolver los problemas de la población que está en extrema pobreza. Era tiempo que entregáramos el poder”, detalló.
Precisó que, ante tantos problemas gubernamentales, el actual mandatario Juan Orlando Hernández y su dirigencia debieron de alejarse de la candidatura de Nasry Asfura porque el pueblo se había cansado de tanto continuismo.
“No veo porque no volver a intentar con Nasry Asfura en las siguientes elecciones, él es un gran trabajador. Si llegamos a más de 900 mil votos podemos ser una opción a futuro, pero se debe hacer una transformación del partido, de su estructura en todos los niveles electivos”, aseguró.
EL PUEBLO DESPERTÓ Para el sociólogo Eugenio Sosa, la votación masiva demostró el rechazo total al nacionalismo ya que analizaron que su continuidad era garantía para destrozar al país.
“El pueblo expresó hemos estado muy mal, el país va por un mal rumbo y este grupo no es garantía que hará un mínimo cambio, tenemos que sacarlo. La ciudadanía no tiene un rechazo total a Nasry Asfura, es a su partido político, en especial su dirigencia”, declaró.
Sosa consideró que esta derrota tiene al Partido Nacional viviendo una hecatombe interna.
Además, destacó que en pleno año electoral el oficialismo se encargó de subestimar al pueblo realizando actos que lo afectó directamente.
“El gobierno nunca acudió al llamado de los ciudadanos en las calles para combatir la corrupción En año electoral, se confundió en tocar el tema de las Zonas de Empleo y Desarrollo (Zedes), negar su involucramiento con el crimen organizado”, dijo.
También agregó que, aunque Asfura quiso parecer diferente quienes tenían ese lema eran los mismos y se concentro un repudio total de la población que se resumió en una frase se van.
“El Partido Nacional se emborrachó de poder, mostraron ser soberbios, malcriados y cínicos con el pueblo hondureño. Se dedicaron a defender temas que eran indefendibles. Pensaron que Honduras era un pueblo cobarde, pero no es así y se demostró en las urnas”, expresó.
Por último, afirmó que el pueblo al no obtener resultados en las calles, esperó pacientemente las elecciones para demostrar que el soberano era el que en realidad tenía el poder.
