TEGUCIGALPA, Honduras
Reza el dicho que la tercera es la vencida y es precisamente lo que busca un candidato a alcalde que busca ser recordado como el «gordito» que logró un abastecimiento incesante de agua para toda la capital hondureña, pero que una vez su aspiración acabó, literalmente, en la basura.
Renovar a Tegucigalpa y Comayagüela más allá de la infraestructura es la misión de Jorge Alejandro Aldana Bardales, un alegre y jocoso periodista que funge como director del canal Une TV desde la fundación del mismo en junio de 2016.
Su amor por el periodismo surgió cuando estaba pequeño y, junto a sus primos, incluyendo al humorista locutor de la Hora del Té Fernando Varela, tomaban cámaras y fingían hacer un noticiero donde le ponían un toque de picardía a los acontecimientos diarios.
El golpe de Estado de 2009 también lo motivó a prepararse académicamente para desempeñar el oficio, pero antes de convertirse en comunicador se había decantado por la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) pero desistió de esa pretensión.
También tiene el título de bachiller en ciencias y letras obtenido en la Hillcrest School.
Siempre tuvo igualmente la vocación política, misma que corrió por su venas desde que recuerda, sin embargo, fue el bipartidismo el que reinó durante su formación -personal y profesional- y este no satisfizo a plenitud sus ideales.
El hospital La Policlínica de Tegucigalpa, la ciudad capital, acogió su nacimiento el 16 de mayo de 1975, y el hogar que lo recibió ya respiraba las astucias del proselitismo.
Su padre, Jorge Alejandro Aldana Aceituno, tenía estirpe liberal, mientras que su madre, Elena Leticia Bardales Mejía, tenía afinidad nacionalista. Incluso, su abuelo materno, Rafael Bardales Bueso, fungió como presidente de la agrupación de la estrella solitaria.
CAMINO POLÍTICO. Desde que era un niño convivió con personalidades del política, como los extintos expresidentes Carlos Roberto Reina y Rafael Leonardo Callejas.
Su anhelo de aspirar a un cargo de elección popular se confirmó cuando asistió a un seminario político en el que participó el estratega político -y asesor del mandatario Juan Orlando Hernández- Juan José Rendón, conocido como JJ Rendón.
Fue precisamente al líder liberal Carlos Roberto Reina a quien otorgó su primer voto y respaldo en 1993. Bajo esa misma línea, apoyó a Carlos Flores, Rafael Pineda Ponce y a Manuel Zelaya Rosales.
También forjó su propia carrera política en la entidad rojiblanca, donde se convirtió primeramente en secretario general de la juventud y después presidente.
En 1996, con solo 21 años, fue elegido como diputado suplente al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Cuando Mel fue presidente, Jorgito fue juramentado como subsecretario de la juventud.
Asimismo, era el diputado suplente de Marcia Villeda, representante del movimiento del líder liberal Roberto Michelleti Baín. Sin embargo, cuando se suscitó el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, Aldana tomaría otro rumbo.
Al ahora aspirante a la alcaldía le indignó que Villeda, siendo legisladora y candidata a la reelección, leyó ante el Congreso Nacional la falsa carta de renuncia del derrocado expresidente Zelaya e incluso se le acusó de haber falsificado la firma, aunque ella negó vehemente este extremo.
En tal sentido, Jorgito renunció a su cargo y decidió sumarse a la lucha del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) abrazando la lucha de Mel.
BÚSQUEDA DE LA ALCALDÍA. Posteriormente, un Aldana más experimentado y con más garra, decidió que estaba preparado para dirigir la comuna capitalina.
Su primer intento fue para las elecciones de 2013, en las cuales se ofreció como precandidato a la alcaldía por el recién fundado partido Libertad y Refundación (Libre) en el movimiento Pueblo Organizado en Resistencia (POR).
No obstante, de forma irónica, fue un 15 de septiembre cuando le jugaron una mala pasada no muy patriótica cuando faltaban solo horas para el cierre de las inscripciones.
Mel, como coordinador del partido, le informó que no podía enlistarlo ante el extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE) ya que su documentación no estaba. Se conoció que la misma fue tirada -adrede- a un cesto de basura.
La segunda ocasión en la que buscó la corporación municipal fue en el proceso eleccionario de 2017 bajo la corriente del abogado Wilfredo Méndez, quien perdió en los comicios primarios y señaló que fue víctima de fraude.
Aldana sí superó esa primera fase, pero sucumbió en el proceso general ante el candidato del nacionalismo, Nasry Asfura, quien ahora busca la presidencia. Pese a ello, Aldana se convirtió en el octavo regidor.
Por ese lado, ha recibido críticas de que, como regidor, no ha cumplido en favor del pueblo capitalino. Además, le achacan que ha tomado una actitud de tranquilidad en demasía ante los señalamientos de corrupción y otros delitos al alcalde Nasry Asfura.
Incluso le cuestionan que, supuestamente, no ha dado una cobertura sustancial -a través del canal de televisión que dirige- a lo que se habría fraguado en la comuna desde su responsabilidad periodística.
En el proceso electoral actual, fue el precandidato a la alcaldía por el movimiento 28 de junio, una de las corrientes que postuló a Xiomara Castro como presidenciable de Libre.
El triunfo de Jorgito en las primarias fue contundente, con más del 37 por ciento de los votos, mientras que su más cercana contendiente, la exdirectora del Banco Central de Honduras, Belinda Carías, sumó el 20.26 por ciento.
Para los comicios generales, que se celebrarán este domingo 28 de noviembre, Aldana formó una alianza opositora de hecho con el candidato del Partido Salvador de Honduras (PSH) Cárlenton Dávila después de diálogos entablados tras una invitación formal que hizo Jorgito en el programa Cuarto Poder de Radio Globo.
El aspirante de Libre también pretendía agregar a su equipo al representante del liberalismo, Eduardo Martell, pero no llegaron a un consenso.
PROPUESTAS. Aparte de garantizar el suministro permanente de agua a los capitalinos, Aldana propone una reforestación masiva a través de empleos locales para que las propias comunidades protejan el ambiente y tengan un acceso regulado a leña.
También promete transformar el crematorio municipal en un relleno sanitario que funcione como centro de reciclaje y un biodigestor para la producción de energía.
Además, garantiza que su gobernanza tendría como base la transparencia y la rendición de cuentas ya que el pueblo hondureño se hartó de la corrupción.
UN POLÍTICO «DIFERENTE». Según Aldana, él es uno de los pocos candidatos que puede salir a la calle sin que lo insulten o le hagan algo malo por ser político.
Una anécdota que siempre cuenta es que su abuela materna siempre votó por el Partido Nacional, del cual su cónyuge fue presidente, pero que su último sufragio, cuando tenía 105 años, lo hizo en favor de la lideresa de Libre, Xiomara Castro.
A Jorgito también se le conoce por ser un fanático del Motagua, uno de los equipos de fútbol más importantes y destacados del balompié hondureño. En su momento, practicó volibol y llegó a estar en la selección nacional de Honduras.
Jovial y tranquilo en su modo no se molesta porque lo llamen «gordito» e incluso él se refiere a sí mismo de esa forma.
El punto de mayor inflexión en su vida puede ser ahora que, enarbolando la bandera de Libre, el partido opositor más fuerte de momento, busca acabar con seis mandatos consecutivos del Partido Nacional en la que es considerada la alcaldía más importante del país y la que maneja mayor presupuesto.
